Holaa! Este fic trata sobre el pasado de Sakura. La historia se alejará del manga pero aún así he intentado no pasarme. Esta historia es la primera parte de una saga de dos o tres partes.

Resumen: Sakura ya adulta le cuenta a una niña todo lo que vivió, todo por lo que una kunoichi tiene que pasar sumado a un gran peligro y unos sentimientos que ni si quiera la propia Sakura entendía en el pasado, muchos secretos será desvelados, y nuestros protagonistas tendrán que jugar su papel para que su mundo no sea destruido. ¿Habrá lugar para los sentimientos? Seguro que sí, siempre lo hay, porque aunque sean ninjas siguen siendo humanos.

Espero que os guste ^^

DISCLAMIER: Naruto no es de mi propiedad, esta serie pertenece a Masashi Kishimoto. A mi me pertenece este fic así que no lo plagiéis.

Advertencias:

-Muertes de personajes

-Lemon (Es posible que lo ponga )

-OCs


Nunca sabemos que va a pasar en el futuro,

tal vez una pequeña decisión puede hacer que surja el demonio

que acabe con el mundo

o tal vez aparezca el ángel que ilumine a todos

y consiga que llegue la paz

por eso no debemos pensar demasiado en el futuro

solo debemos vivir el presente.


Capítulo 1: Misión

Observaba el cielo con melancolía, el día había llegado, ese día continuaría su historia, y ella, esa pequeña que estaba en frente suya la escucharía con fascinación, prestando atención a todos los detalles, intentando entender como habían llegado a esa situación. Porque ella merecía saber y Sakura pensaba que también lo necesitaba, tenía que conocer la verdad, tenía que saber lo que sucedió en el pasado para entenderlos a todos. Un suspiro se escapó de entre sus labios, sonrió a la pequeña, se aclaró la garganta y se preparó para continuar su historia.

-Muy bien, te contaré toda la historia. Necesitas saber todo lo que pasó – hizo una pausa – Pero antes debo situarte un poco, ya te conté lo que va antes de esta historia. Lo que te voy a contar fue siete años después de que él me dejase en ese banco. Siete años después de ese maldito día que cambió mi vida y la suya. Yo siempre lo amé pero también lo odiaba, era algo raro pero esos eran mis sentimientos. Ese maldito día cambió su vida y junto a ella la mía. Pero nuestra historia no acabó aquí, tres años después nos volvimos a ver, yo intenté atacarle y él a mí. Desde ese día nos convertimos en enemigos aunque yo nunca dejé de amarle. Pero a la vez que le amaba le odiaba por haberse ido, por habernos atacado, por preocuparse más por su venganza que por mí… Pero un día todo esto cambió. Aquella persecución cambió nuestras vidas para siempre. Aún lo recuerdo perfectamente, perseguíamos a un grupo que no sabíamos si eran aliados o enemigos. Ellos seguían a Akatsuki pero al no ser de ninguna aldea teníamos que capturarlos y averiguar quienes eran y que querían.

Y entonces comenzó a narrar la historia, los recuerdos estaban grabados a fuego en su mente, jamás olvidaría todo lo que había vivido.

Naruto, Hinata, Kiba, Neji, Shino y yo corríamos por un bosque del país del Rayo. Estábamos persiguiendo a Taka y no pensábamos volver a Konoha hasta capturar a sus integrantes.

-Se están separando – nos informó Kiba.

-Tres van hacia el Norte y los otros tres hacia el Oeste – dijeron Hinata y Neji al mismo tiempo.

-Nos dividiremos en dos equipos – ordenó el líder del grupo – Naruto ira con Neji y Sakura hacia el Norte, Hinata, Kiba y yo iremos hacia el Oeste – decidió el chico de los insectos. Estaba muy serio.

Todos asentimos y sin decir nada más tomamos la dirección que nos había ordenado nuestro líder. Apreté los puños mientras saltaba de árbol en árbol junto con mis dos compañeros. Sentía que algo iba a pasar, se acercaba una batalla importante y la opresión que sentía en el pecho me decía que pasaría algo malo, algo que me haría mucho daño.

-Se han detenido – nos informó Neji.

-Seguramente nos estén esperando – deduje.

-Mejor, así no tendremos que jugar más al gato y al ratón – dijo mi rubio amigo con una gran sonrisa.

Naruto no había cambiado mucho en los últimos años. Era cierto que se había hecho mucho más fuerte, menos impulsivo, más responsable. Pero en el fondo seguía siendo el mismo niño de doce años. Tal vez en el fondo yo también fuera en ese momento la misma niña de doce años que se convirtió en genin.

-Ya estamos muy cerca – habló el genio.

Ya me estaba preparando para la batalla. Miré a mis compañeros: Naruto tenía una gran sonrisa en el rostro, estaba deseando pelear pero sabía que esa no era nuestra intención. Neji estaba muy serio.

-Ese chacra – murmuró Neji, parecía sorprendido – Es Sasuke – dijo preocupado mientras nos miraba a ambos.

La sonrisa de Naruto desapareció para ser remplazada por una mirada de tristeza y nostalgia. Yo me puse tensa, ese nombre provocaba una extraña reacción en mí. Primero mi corazón se encogía, después una descarga eléctrica recorría todo mi cuerpo y por último me invadía un malestar general.

Apenas me dio tiempo a recuperarme porque el bosque comenzó a desaparecer a mi alrededor. Había caído en un genjutsu. Me apresuré a liberar la ilusión.

Busqué a mis compañeros, ambos estaban inconscientes en el suelo.

-Sakura – dijo una voz áspera y grave. Esa voz que conocía también. La maldita voz con la que soñaba todas las noches.

Dirigí mi mirada al lugar del que provenía la voz. Unos profundos ojos negros me observaban. Yo conocía esos ojos muy bien. Esos oscuros ojos de los que un día me enamoré. Ese par de ojos que me estaba observando en ese momento. Esos ojos que aparecían en mis sueños. Pero pude notar algo diferente en esos ojos. No eran tan fríos como la última que los vi. Ni estaban tan llenos de oscuridad.

-¿Qué les has hecho? – le grité molesta. Adopté una posición defensiva.

-Tranquila, solamente los hemos dejado inconscientes ya que sería complicado tratar de hablar con los tres a la vez – me dijo una voz femenina detrás de mí.

Me giré con brusquedad y contemplé a la mujer que tenía ante mí. Su pelo era morado, estaba sujetado en una coleta alta, sus ojos eran de un negro azabache, su piel era pálida. Una capa negra igual a la de Sasuke cubría su cuerpo.

-No queremos haceros daño – susurró detrás de mí la voz de Sasuke, me estremecí porque recordé aquella noche – Nosotros queremos capturar a Akatsuki y vosotros también, en realidad somos aliados – su aliento chocaba contra mi nuca erizándome la piel.

-Nosotros solo queríamos saber cuales eran vuestras intenciones – les expliqué – Pero lo que no entiendo es porque uno de vosotros se oculta – dije al tiempo que lanzaba un kunai hacia un árbol.

Una sombra saltó y cayó de pie con elegancia. Mis ojos se abrieron de la impresión al verle la cara. Había visto su foto en los archivos que tenía la Hokage pero no podía creerme que fuera él.

-Me estaba ocultando porque mi presencia te confundiría – me aclaró.

-Déjame que te explique toda la verdad sobre mi clan y luego preguntas – dijo Sasuke.

Sasuke comenzó a narrar toda la verdad relacionada con su clan. Me contó como Itachi se lo había explicado cuando a él apenas le quedaba chacra después de la dura pelea contra su hermano mayor. Me explicó que su hermano era inocente y que él simplemente había cumplido la misión que se le había encomendado.

-Sasuke no me creyó pero cuando vio a Sayuri se dio cuenta de que no le estábamos mintiendo –me explicó el mayor de los Uchiha.

-Después de eso nos unimos a Hebi y formamos Taka. En ese momento comenzamos a perseguir a Akatsuki – me aclaró Sayuri.

-Entiendo – murmuré – Entonces somos aliados.

-Sí. Pero dudamos que Konoha quiera una alianza con nosotros – dijo Sasuke.

-Si demostráis que no estáis mintiendo podréis volver a Konoha – les dije muy seria.

-Pero... – comenzó a decir el menor de los Uchiha pero yo le interrumpí.

-Las cosas han cambiado mucho en los últimos años. Yo soy la aprendiz de la Hokage por lo que mi opinión vale mucho. Además estoy segura que el que ya ha sido elegido como sucesor de Tsunade no pondrá ninguna pega – una pequeña sonrisa se dibujó en mi rostro al decir lo último.

-¿Quién es el sucesor de la gondaime? – preguntó Sayuri con curiosidad.

-Primero tendréis que probar vuestra lealtad – le contesté.

Itachi iba a decir algo pero entonces Neji comenzó a despertar, todos lo miramos y yo me acerqué a él.

-¿Estás bien, Neji? – le pregunté mientras me agachaba.

-Sí, no te preocupes, Sakura – me contestó.

Comenzó a incorporarse lentamente. Se limpió un poco la ropa. Alzó la mirada. Se quedó estático al ver a las otras tres personas. Me miró con notable confusión en su rostro.

Suspiré y comencé a explicarle todo lo que me había dicho Sasuke. Al igual que yo Neji se sorprendió mucho. Nos miramos fijamente. Lo cierto era que no sabíamos que hacer. Todo esto nos estaba superando. Si lo que Sasuke había contado era cierto estábamos ante un asunto muy gordo. Teníamos que decidir si creerle o no. Además nos preocupaba como iba a reaccionar Naruto.

-De momento no os atacaremos. No sabemos si nos estáis mintiendo – les expliqué.

-Si hubiera alguna prueba – murmuró el Hyuga.

-La hay – habló Itachi.

Tanto Neji como yo lo miramos con notable sorpresa. Aunque no podíamos evitar preguntarnos que clase de prueba. Iba a decir algo cuando un ruido me distrajo. Era Naruto que estaba despertando.

Fui corriendo hasta mi mejor amigo. Neji me siguió.

-Naruto – lo llamé.

-¿Qué ha pasado? – preguntó desconcertado.

Iba a decirle que Sasuke estaba ahí. Estaba pensando como explicarle que su mejor amigo estaba en ese lugar. No sabía como decirle que en realidad el hermano de Sasuke no era un traidor. No podía decirle que todo había sido un complot de Konoha. Naruto confiaba en su aldea. Para él sería muy duro pensar que algo así hubiera ocurrido.

-Cuanto tiempo, Naruto – dijo Sasuke.

Mi amigo miró hacia el lugar en el que se encontraba el moreno. Se le notaba sorprendido. Había pasado mucho tiempo desde que vimos a Sasuke por última vez. Me quedé mirando como Naruto se levantaba por completo. Se acercó a su mejor amigo con un caminar muy lento. Pensaba que iba a abrazarlo. Pero para sorpresa mía y de Neji. Naruto le dio un puñetazo a Sasuke en la mejilla que lo tiró al suelo.

Sasuke se limpió la sangre. No pude evitar sorprenderme cuando lo vi sonreír. Y lo que me confundió fue que Naruto le tendió la mano. Sasuke la cogió y con ayuda del rubio se levantó.

-No has cambiado nada, dobe – dijo Sasuke. En su rostro había dibujada una sonrisa arrogante.

No pude evitar alzar una ceja. Esos dos nunca iban a cambiar. Podían matarse o podían comportarse como dos hermanos. Suspiré. Miré fijamente a Sasuke. Ahora era un hombre. Ese niño guapo se había convertido en un hombre muy atractivo. Me recriminé mentalmente por mis pensamientos. Desvié la mirada hacia el suelo y apreté los puños.

Volví a mirar al Uchiha menor. Él y Naruto estaban hablando con tranquilidad.

El rubio se acercó a Neji y a mí. El moreno se acercó a su hermano y a la otra mujer.

-Sasuke me ha explicado lo que ocurrió en realidad con su clan – nos dijo Naruto – Tenemos que acompañarlos hasta Konoha y convencer a la vieja – añadió.

Hablaba con tranquilidad pero sus ojos demostraban que estaba emocionado. Sonreí levemente. Tal vez gracias a la vuelta de Sasuke Naruto volvería a recuperar toda su alegría. No me gustaba la mirada que ponía a veces.

-De acuerdo – dije – Debemos avisar a los demás.

Neji asintió y creó un clon para indicarles a los otros dónde nos encontrábamos.

-¿Quiénes estáis en esta misión? – preguntó mi antiguo compañero de equipo.

-Nosotros y el mejor equipo de rastreo de Konoha – respondí.

Eso era cierto. Shino, Kiba y Hinata se habían convertido en un gran equipo. No solo sus habilidades se compenetraban bien sino que también sus personalidades. Los tres eran jounins de gran nivel y muy valorados por nosotros y mi maestra.

Me quedé un rato pensando en los otros equipos de nuestra generación. El nuestro fue destruido por culpa de Sasuke. Al recordar eso le dirigí una mirada de odio. Él pareció percatarse y me miró. Pude apreciar que tenía una ceja alzada. Lo volví a mirar con rabia para luego dirigir mi vista a la mujer que estaba con ambos Uchiha. Me resultaba familiar. Estaba segura de haberla visto en algún lugar. Entonces algo y mente hizo "click". Iba a hablar pero sentí el chacra de seis personas.

Todos miramos en la dirección de esas personas. En cabeza iba Hinata que desactivó su técnica de línea sucesoria cuando ya podía vernos con sus ojos normales. Detrás de ella iban sus compañeros de equipo y algo más atrás tres personas que no conocía. Ellos tres se acercaron a Sasuke. Y nuestros amigos se reunieron con nosotros. Parecían sorprendidos de ver ahí al Uchiha acompañado de tantas personas desconocidas.

-Ya que vamos a ser aliados haré las presentaciones – anunció el genio de mi generación.

Sonreí para mis adentros. Al parecer el niño frío que yo conocía se había vuelto algo más hablador. Seguramente descubrir que su hermano no era un asesino despiadado le había ayudado. Escuché como él decía nuestros nombres. Presté atención cuando comenzó a decir los nombres de sus acompañantes. Eran gente extraña. Cuando dijo el de la chica de pelo morado volví a sonreír para mis adentros. Así que sí que era ella. Menuda sorpresa.

-¿Y ahora que haremos? – preguntó Naruto.

-Dos miembros de Akatsuki se han dirigido hacia una aldea cercana – dijo Itachi.

-Nosotros debemos encontrarnos con los demás en una aldea que está en el norte – anunció nuestro líder.

-¿En qué dirección está esa aldea? – pregunté.

-Norte – respondió el Uchiha mayor - ¿Cómo se llama la aldea en la que tenéis que encontraros con ellos? – preguntó.

-Hikari – respondió Neji – Nuestros compañeros fueron ahí porque últimamente Akatsuki está rondando por esa zona.

-Es la misma aldea que ellos van a atacar – dijo la tal Sayuri.

-¿Cómo lo sabéis? – preguntó el chico perro del grupo.

-En esa aldea residía un clan ninja muy antiguo. Ellos abandonaron el lugar hace años. Pero se dice que en la biblioteca de la aldea aún quedan pergaminos de sus técnicas más secretas – los explicó Sasuke.

-Será mejor que nos pongamos en marcha enseguida – habló nuestro líder.

Nuestros nuevos aliados estuvieron de acuerdo. Todos juntos como si nos conociéramos de toda la vida recorrimos el bosque, las colinas y prados que lo siguieron. Pasamos de largo por al lado de una aldea. En unas cuantas horas llegamos a nuestro destino. Parecía una aldea grande. De más de treinta mil habitantes.

Nuestro equipo fue al hostal en el que habíamos quedado con los demás. Los otros se fueron a investigar por la aldea.

Por fin llegamos al hostal. Preguntamos al dueño y él nos indicó las dos habitaciones en las que se encontraban nuestros compañeros. Yo fui con Hinata a la habitación de las chicas. Los chicos fueron a la otra. Decidimos ponerlos al día por separado y luego reunirnos todos en la puerta del hostal.

La persona que me abrió la puerta no fue otra que mi escandalosa amiga rubia. Una sonrisa adornaba su rostro. Me alegraba ver que mi amiga no perdía su sonrisa ni siquiera en las misiones. También sonreí al ver su pelo. Todavía no me acostumbraba a su nuevo peinado. Después de casi cinco años con un ojo medio tapado mi amiga se había cortado el flequillo y ahora se le veían sus dos ojos.

Nos hizo pasar. En el interior estaba Tenten haciendo abdominales. Sonreí, ella siempre tenía que estar en movimiento sino se agobiaba.

Nos saludamos. Hinata y yo nos sentamos en las camas. Tenten estaba en medio haciendo sus abdominales. Le pedimos que parara que teníamos que decirles algo importante. La morena obedeció y se sentó


Muchas gracias por leer ^^

Espero que os haya gustado. Dejad reviews por favor, necesito saber vuestra opinión.

Próximo capítulo: ¡Ya no soy débil!

Besoooos!