Este es el relato de como una legado fué a parar al campamento media-sagre

Empieza desde el momento en que su aura empieza a hacerse fuerte (y a atraer monstruos)

La que narra es una Oc (original character) que inventé, pero habrán apariciones especiales al final. Y bueno pues ¡A leer!


Últimamente todos a mi alrededor se enojan sin razón cada vez que abro la boca... Esto es realmente extraño. Ése rasgo era el que menos creía que iba a heredar de mi madre, pero no, parece que ya se acopló a mi.

Yo siempre me di cuenta de que mi madre tenía algo en su manera de hablar o actuar que nos ponían de mal humor a mi padre y a mi, pero pensé que sería sólo su personalidad, joder, pero ahora que me está pasando algo así creo que no es la razón. Quizá sea algo biológico, como que a cierta edad alcanzamos una especie de aura maligna que hace enojar sin razón a los demás; yo no siento que diga las cosas con mala intención o con odiosidad pero las demás personas (incluso las que ni conozco) opinan que así las digo y hago.

También me dan ganas de golpear cosas a cada rato (más que antes)... Ilógico ¿No?

2.

Genial... Ni las personas más allegadas a mi me pueden sostener la mirada por más de diez minutos sin pasar molestias.

No encuentro una explicación clara de parte de mi madre sobre lo que me está pasando y temo que esto de enojar a las personas con mi sola presencia pueda causar algo grave; aunque si no le pasó nada a mamá durante su juventud teniendo el mismo problema quizá yo salga impune también... Hasta puede que encuentre a alguien que me soporte como ella lo encontró.

Pero ¿Saben una cosa? Es raro que mamá no esté tan preocupada por mi situación.

3.

Estoy segura de que hay algo en mi familia que provoca esto, así tendré que ponerme a investigar (aunque no se me dé bien eso de "investigar").

Empezaría por preguntarle a mi abuela pero ella ya no está... Ahora me arrepiento de no haberle prestado más atención, los cuentos que nos narraba ¿Quién sabe si había algo escondido en ellos? Pero ya, dejando mis lamentos a un lado, creo que mejor iré a hablar con mi tía, la mayor.

4.

Vaya, ahora después de hablar con ella, me doy cuenta de algo que no sé porque había ignorado:

a) Que nadie nunca me había hablado de mi abuelo

b) Todas mis tías y mi madre tomaron el apellido materno, eso es quizá un poco raro. Además ninguna lo vió y mi abuela nunca les habló mucho sobre él.

c) Mi familia materna parece tener una racha excelente cuando se trata de peleas (mayormente porque todos practicamos artes marciales)