CAPITULO 1

Muchos años desde que estos jóvenes salieran de su país para cumplir su sueño, ser los mejores futbolistas del mundo. En un principio comenzaron como rivales, aun en los habitantes de su ciudad natal esta gravado el recuerdo de su primer desafío, el niño recién llegado retaba al gran Genzo Wakabayashi, pero ahora el destino los reunió en el mismo equipo, no en la selección japonesa a la que habían vuelto invencible, sino el Barcelona, a quien al igual que el conjunto nipón, nadie lograba vencer.

Ahora en el campo de juego disputaban nuevamente la final de la Champions League ante uno de sus grandes rivales Kojiro Hyuga quien nunca los pudo vencer en Japón ni ahora en el Barcelona; pero como habían llegado hasta ahí, todo empezó 13 años antes, justo después de conseguir el boleto a los juegos olímpicos.

Los problemas con el técnico del Hamburgo lo orillaron a adelantar su salida del equipo, si bien era un hecho por todos conocido que ninguno de los dos podía continuar en el mismo equipo Genzo se adelanto y decidió incorporarse a los entrenamientos de la selección que en esos momentos se encontraba en apuros para conseguir el tan ansiado boleto olímpico, otro de los sueños y desafíos para la llamada generación dorada.

Con la ausencia de las grandes figuras, los jóvenes japoneses sacaron la casta y obtuvieron su pase para la justa olímpica todo gracias a la magnifica actuación de Taro Misaki quien se echo el equipo a los hombros en los momentos mas difíciles. Aunque estaba feliz por conseguir su objetivo, tenia otra preocupación, no tenia equipo, aunque el dinero era lo de menos para un joven como el que provenía de una familia acaudalada sabia que para un jugador profesional es fundamental mantenerse activo y en competencia para obtener el mas alto rendimiento.

Único hijo del primer matrimonio de Kuno y Nabiki Wakabayashi creció lleno de lujos y comodidades que lo volvieron un hombre malcriado, caprichoso, prepotente, engreído acostumbrado a hacer su santa voluntad, hasta que un pequeño de su misma edad lo puso en su lugar; si bien había cambiado, sobre todo en su trato con sus amigos aun conservaba algo de ese carácter y la prueba estaba en el fugaz matrimonio que contrajo en una de sus escapadas a Las Vegas, nadie sabia nada al respecto pues a las pocas semanas solicito el divorcio, pero esa unión le traería consecuencias inesperadas que le darían un cambio radical a su vida.

Al volver a Hamburgo recibió la llamada del dueño del equipo, tenían una junta para decidir su futuro próximo. Puntual acudió a la cita, entre mas pronto encontrara un equipo mejor, no deseaba quedarse a tras de sus compañeros.

"Como sabrás Genzo, la relación entre tu y el técnico no es nada buena, y tu actitud al abandonar el equipo no ayudo mucho que digamos, sabemos que eres el mejor portero, pero no podemos permitir que pases por alto a ninguna autoridad por eso el consejo ha decidido dar por terminado tu contrato, serás libre de fichar con quien desees"

"Lo entiendo perfectamente Señor, la relación se ha vuelto insostenible y también por eso decidí adelantar mi salida, agradezco de ante mano todo lo que han hecho por mi y jamás olvidare todo lo que este equipo me dio"

"Buena suerte Genzo y espero que pronto podamos vernos, aunque sea como rivales"

El joven asintió y salió a la cancha para despedirse de sus ahora ex compañeros

"Así es el destino Gen, todos los profesionales algún día debemos cambiar de equipo, esta vez te toco a ti, quizás mañana sea mi turno"

"Claro Kaltz es el destino, hay que buscar nuevos horizontes, quien sabe, a lo mejor volveremos a estar en el mismo equipo"

"Pero mientras eso sucede no dudes que haré hasta lo imposible por anotarte un gol"

"En tus sueños Helman, en tus sueños"

"Hasta pronto amigo, cuídate y suerte"

"Gracias Kaltz, nos vemos"

Apenas llego a su casa y se dio cuenta de la cantidad de llamadas que tenia, todas de diferentes representantes de equipos europeos que al saber de su inminente salida se proponían ficharlo para sus respectivos equipos, pero la propuesta que mas le llamo la atención fue la del Barcelona, aunque el equipo tenia un portero sólido en algunas jornadas había cometido errores que le costaron puntos y ahora aunque con Tsubasa como titular recuperaban terreno seguían dependiendo de los resultados de sus rivales directos en la tabla para lograr la cima de la liga, además representaba la oportunidad de jugar nuevamente al lado de su amigo, como cuando eran niños, aunque ahora eran profesionales y Tsubasa estaba casado y próximo a convertirse en padre "quien lo diría Tsubasa, antes ni te atrevías a ver directamente a los ojos a Anego y ahora ya hasta la embarazaste, me pregunto que pensaras de jugar de nuevo juntos"

"Casa de la familia Ozora"

"Que propio Tsubasa, veo que ya te educo Sanae"

"Jajajaja hola Genzo, como estas, felicidades por conseguir el pase a los olímpicos"

"Acaso dudabas de nosotros"

"Claro que no, solo que las cosas se pusieron algo difíciles, o no?"

"Bah, es que nos gusta ponerle emoción a todo, por casualidad estas comiendo Tsubasa?"

"Ups, lo siento, es que, has probado el helado de nuez con galletas de chocolate? Es delicioso!"

"No me digas que son los antojos? Solo espero que no te pongas sentimental o te den los dolores de parto"

"Jajaja ya te enteraste?"

"Y como no quieres que sepa, si sales cantando y bailando con un balón bajo tu playera en televisión! Muchas felicidades amigo, serán unos padres excelentes y esperare con ansia al pequeño Tsubasa para entrenar al fútbol"

"Gracias Genzo, y ya veras como mi hijo también te anotara un gol"

"Pues si es como tu no lo dudo, solo tenemos que alejarlo de Ryo, no vaya a querer enseñarle su técnica facial!"

"Tienes razón, entre su técnica facial y sus autogoles no es muy buena influencia para mi bebe, Sanae manda saludos y dice que dejemos de criticar a su amigo"

"Solo mientras se aleja del teléfono! Es broma, pero dime, que pensarías de volver a jugar juntos?"

"Pues pronto lo haremos en las olimpiadas"

"No, me refiero a jugar para el mismo equipo, te gustaría que ambos jugáramos para el Barcelona?"

"Hablas en serio? Había escuchado sobre tu posible salida del Hamburgo, pero pensé que llevaría algo mas de tiempo, pero encantado de jugar nuevamente a tu lado amigo, contigo en la portería no habrá rival capaz de vencernos"

"Estupendo, será cuestión de arreglar algunos asuntos con los directivos y quizá antes de lo que piensas estaremos compartiendo la misma cancha, lo malo es que no se cumplirá el sueño de Anego"

"Con un demonio Genzo! Que no me llames así!"

"Tsubasa, porque no me dijiste que me tenias en altavoz!, mil disculpas señora Ozora, tan mal marido es mi amigo que no ha logrado endulzarte el carácter?"

"Mi esposo es un amor, son tus comentarios y las hormonas las que me ponen así, alguno de ustedes se ha puesto a pensar que tal vez venga una niña y no un pequeño Tsubasa? También le enseñarían a jugar al fútbol?"

"Eh? Ah no! Claro que no Sanae, eso es venganza tuya por haberte llamado Anego"

"Pero piénsalo bien Genzo, son las mismas posibilidades de dar a luz a un niño que a una niña, te lo imaginas Tsubasa, una pequeñita con tus ojos, y mi cabello, que corra a abrazarte y besarte cada que te vea, un capullito que te amara sobre todas las cosas"

"Tsubasa! Despierta! Ya te imagino con tu sonrisa de idiota y tu mirada soñadora imaginándote a tu hija, pero nada! El primero tiene que ser hombre, muy hombre, el futuro capitán japonés, ya después vendrán todos los capullos que quieras... o acaso quieres una pequeña Sanae que te acompañe a todos los juegos y en una de esas se enamore de un futbolista como su papa?"

"Cálmense ustedes dos, ya dejen de pelear, ya sea con un varón o una mujer con lo que Dios decida bendecir mi hogar yo lo voy a amar por igual, pero en caso de que sea una pequeñita, el campo de soccer será el ultimo lugar que pise"

"Me agrada tu idea Tsubasa, bueno chicos, los dejo, aun tengo cosas que poner en orden pero espero que pronto podamos reunirnos en Barcelona, cuídense mucho y cuiden a cometìn"

El cambio era bueno, necesitaba dejar a tras muchos problemas, jugaría para uno de los mejores equipos del mundo al lado de su amigo, la vida le sonreía lo único malo es que quizá se toparía nuevamente con su padre quien había concentrado en España las oficinas controladoras de sus empresas, todo gracias a la maravillosa influencia de su madrastra y sus medias hermanas.