¿Podría, acaso, existir algo más perfecto?

¿Algo más hermoso, más poderoso y divino?

¿Algo que le hiciera humedecer, aparte de eso?

Si las chicas lindas de preparatoria lo volvían loco y lo elevaban a la cima del éxtasis, esto rebasaba los límites, permitiéndole llegar al clímax de los sentidos y deseos carnales y ganándose así su adoración.

Le rendiría culto hasta que su cadáver estuviera pudriéndose bajo tierra y, aún después de eso, su corrupta alma clamaría su nombre desde el punto más oscuro y perverso del averno.

Porque le deseaba con locura, le deseaba más que a cualquier otra cosa o ser que pudiera existir en el mundo. Aún cuando miles de chicas lindas de preparatoria se parasen ante su presencia, lista para ser tomadas y entregar de buena gana sus virginidades, él elegiría eso único que era tan atractivo, tan enloquecedor y tan perfecto.

Lo quería todo.

Sus excitantes curvas, su atractivo color, su delirante tacto y textura, sus rebosantes jugos y su sabor.

Ah… cuan maravilloso debía ser el vivir en un mundo donde solo esa perfección existiera y le deslumbrara. Vendería su podrida alma y todas las intimidades de las chicas de preparatoria con tal de poseerle el resto de la eternidad.

Daría su vida con tal de que la perfección le deseara también y lo tomase bajo su velo celestial.

¡Ah! Realmente no había cosa tan perfecta y divina que el prosciutto.


Hola! Vengo a traer este One-Shot saliendo un poco de lo que suelo escribir (hablando de longitud y tema). Aun así, quedé satisfecha con el resultado.

Éste fic me lo había pedido una amiga que es fanática de Mogeko a cambio de unos dibujos que me hizo y, aunque está subido de tono solo un pelín, ¡Estamos hablando de Mogeko Castle!

En fin, espero que a ustedes también les guste.

~A.S