¡BUENAS! Si se tomaron unos segundos para abrir esto, ya significa mucho. Vamos a ver, un longfic en mucho tiempo. Les presento "El aleteo de una mariposa", mi primer fanfic largo para Haikyuu! Con las parejas Iwaoi y Kuroken. No tengo muy en claro que deberia decir, así que mejor dejaré el prólogo y me explicaré mejor en el primer capitulo.

Haikyuu! No me pertenece, tampoco sus personajes, todos ellos le pertenecen a Haruichi Furudate.

¡Espero que lo disfruten!

Estaban cerca del bosque. La pelota de vóley pasaba de uno a otro, como siempre.

― ¿Qué te ocurre?

―Es mamá… Está preocupada.

― ¿Por?

―El toque de queda. Dice que no habían hecho eso en mucho tiempo…

―Es normal que haya un toque de queda si hay tantos monstruos…

―Creía eso también, pero papá dice que no hay tantos. Que al contrario de lo que esperaba, se esconden. Es preocupante según él. ¿Tus padres que opinan de lo que está pasando?

No recibió la pelota, y ésta se adentró al bosque. Nada inusual.

―Mamá y papá intentan no hablarme del tema. Que lo mejor es que siga yendo al colegio como siempre, y que deje que los adultos se preocupen. Pero aun así siempre están mirando el reloj, asegurándose de que no esté fuera cuando suena el toque de queda. Y apagan todo. Cenamos en voz baja y nos vamos a dormir. Mamá no arregla nada hasta el día. Papá más de una vez se ha quedado despierto en el sillón.

―Sí, justo como en casa. Supongo que no pueden ignorar el tema por siempre, pero…―hizo una pausa, mirando al cielo. ―Mejor vayámonos, la sirena va a sonar pronto. ¿Vas a buscar la pelota?

―Sí…

―Sabes, papá dice que no hay tantas piedras en la mina como había antes, pero… No lo sé, no me dice todo y eso es raro… en fin, ¡Apúrate!

Al mirar atrás esperando ver a su amigo con la pelota que había ido a buscar, no vio nada.

― ¡Esto no es divertido! ¿Dónde estás? ¿Kenma? ¡Kenma!

Por más que corrió y corrió, buscándole, él era el único que quedaba allí.

-o—

―Estás demasiado envuelto en eso.

―Ya lo sé.

―Necesitas un descanso. No vas a poder hacer nada si no duermes apropiadamente.

―De verdad necesito aprender esto, Iwa-chan. Es importante.

―Y luego querrás ir a probarlo y será importante también. Vamos, vete a dormir. No podrás salir cuando suene la sirena.

―Que… ¿Qué opinas de la sirena? Estoy… algo cansado de privarme de salir cuando quiero. Quizás mamá consiga el permiso, al menos. ¿Tu padre ya lo ha sacado?

―Sí. Está intentando sacar uno para mí, ya que voy a trabajar con él. Hay muchas cosas que conseguiremos de noche. Y sí, pasaré cerca de la mina y traeré tus pedidos, no empieces a molestarme con eso.

― ¡Eres el mejor, Iwa-chan!

―Sí, sí. Bueno, vuelvo a casa. No falta mucho. Si te vuelve a tener que ir a buscar papá…

―No pasará, no pasará. No tienes que preocuparte, cuando consiga explicar porque esto ocurre… Quiero respuestas. Sabes que si las teng-

―Si consigues explicarlo obtendrás una beca para estudiar, lo sé.

―Me alegra que lo entiendas, Iwa-chan. No te preocupes, serás el primero en saber cuándo encuentre la respuesta.

A veces, buscar respuestas es peligroso. Encuentras más, mucho más de lo que buscabas.

-o—

Todos se levantan, nadie hace preguntas, nadie dice nada al respecto. Se preparan para sus tareas. El día sólo comienza una vez que suena la sirena.