Esta es una nueva historia, para los que leyeron la anterior, lamento no haberla terminado. Pasaron cosas que desafortunadamente hicieron que tomara la decisión de no continuar. En cambio, esta historia forma parte de una terapia que yo misma he creado para resolver ciertos asuntos en mi vida y la verdad espero que de resultado. No diré de que se trata, sólo que he tratado de no tocar temas personales, la mayor parte de la historia se basarán en lo que salga de mi imaginación y tal vez, sólo tal vez por ahí coloque algún hecho real, no necesariamente mío. Los personajes principales son Haruka y Michiru, como ya saben, obra de arte de Naoko Takeuchi.
Sin más los dejo con la Introducción y el Capítulo I, espero les guste.
Si tuvieran algún comentario o sugerencia, les pido que me los dejen.
Atentamente,
Su Wei
INTRODUCCIÓN
"Sé que estoy rompiendo todas las reglas con las que fui educada, pero es éste sentimiento lo que me mantiene con vida. Sé que mi castigo por amarte ya está dado y lo acepto, será doloroso, pero no puedo luchar contra lo que siento por ti. No tengo miedo. Desde que te elegí, marqué mi destino y aunque suene absurdo, no me arrepiento de haberlo hecho. Sé que no seré perdonada por hacerlo, pero todos saben que esto, incluso es demasiado para mí"
Sus pasos eran rápidos a pesar de llevar sus armaduras y armas de combate, formaban parte de la armada real y ahora habían sido llamados para un trabajo que nadie más que ellos podían llevar a cabo. Él, tenía plena confianza en aquellos hombres y sabía de la lealtad que ellos le tenían, podía confiarles su vida y cualquier secreto, llevaban juntos siglos de inmortalidad.
Cruzaron el largo pasillo que los llevaría hacia el salón principal. Estaba alumbrado por las tenues llamaradas que se desprendían de las antorchas empotradas en las paredes del castillo. Al ser vislumbrados por los guardias que custodiaban la entrada, inmediatamente se abrieron las puertas y les permitieron el paso. Avanzaron hasta llegar a unos escasos dos metros del trono real en el que se hallaba sentado un hombre que en apariencia no sobrepasaba los cuarenta años.
Los tres hombres se inclinaron ante él, pero de inmediato mediante un ademán, tuvieron el permiso del hombre para ponerse de pie y sin perder más tiempo, éste empezó a hablar - ¿Tienen alguna idea de por qué solicité su presencia?- Los tres jóvenes asintieron y el líder de ellos tomó la palabra –La profecía.
CAPÍTULO I
Veintitrés
Acababa de cumplir 23 años, vivía en una gran casa a las afueras de la ciudad, la heredó de sus padres adoptivos cuando estos murieron en un accidente automovilístico en el que ella también estaba. La adoptaron cuando ella tenía días de haber nacido y ellos eran un matrimonio mayor sin hijos. Mientras ellos estuvieron con vida, nunca les dio problemas, siempre creyó que les debía respeto y agradecimiento por lo que habían hecho, de no ser por ellos tal vez su realidad habría sido otra. Ellos murieron cuando aún era adolescente, tenía 17 años cuando eso ocurrió, por lo que quedó bajo la tutela del abogado y mejor amigo de sus padres, Magnus. Él se encargó de todo hasta que ella cumplió la mayoría de edad y pudo asumir la cuantiosa herencia que le dejaron.
Aquel día era su cumpleaños y como era costumbre, debía asistir a la fiesta que organizaba la fundación que sus padres habían formado. No era su estilo celebrar sus cumpleaños, ella prefería pasar ese tiempo a solas, pero era un deber que tenía que cumplir por respeto.
Siempre fue objeto de miradas y comentarios no sólo porque no era hija legítima del matrimonio Tenoh, sino también por su ya sabida y declara bisexualidad ante la sociedad, la cual salió a relucir por un incidente con una muchacha mientras se encontraba en una fiesta de fin de curso durante la secundaria, en la que Ichika Nagano intento besarla, después de haberla convencido de que la acompañara hasta su auto por sentirse mareada. Cuando sus padres se enteraron de eso, ella pensó que pondrían el grito en el cielo, sin embargo ellos se rieron por las circunstancias en que se dieron los acontecimientos y le dijeron que ya lo sabían desde hacía tiempo atrás, sólo esperan su confirmación. Desde ese momento obtuvo su aprobación, no sin recibir un castigo por haber golpeado al novio de la muchacha en cuestión que la amenazó al enterarse del rumor que Ichika se encargó de esparcir al ser rechazada por Haruka.
También era conocida por ser una excelente atleta, corredora de autos y motocicletas, pasatiempos que fueron inculcados por Toshiro Tenoh, quien era amante de la velocidad y poseía una colección de motos y autos. Por otro lado, Mizuki Tenoh, le enseñó a tocar el piano y el gusto por una buena lectura. Entre los dos, educaron a Haruka bajo los principales valores y reglas que mínimamente esta debía respetar, misma educación que debía sacar a relucir en cada evento que se presentaba.
Aquella fiesta no fue la excepción, así que luego de dirigir algunas palabras de agradecimiento y hacer el brindis respectivo, salió hacia los jardines que se encontraban en la parte posterior de la mansión Tenoh. Mientras caminaba iba desabrochando el botón superior de la camisa que llevaba puesta. Le incomodaba vestir de manera formal para esos eventos. Se alejó lo más posible del salón hasta llegar al pie de un enorme árbol, sonrió al recordar su infancia y los momentos en los que solía correr por aquel jardín escapando de su madre. Avanzó unos pasos más hasta quedar apoyada contra el tronco y se deslizó lentamente hacia el suelo suspirando. Sonrió con nostalgia, recostó la cabeza hacía atrás y cerró los ojos para disfrutar de la leve brisa que soplaba hasta que oyó el crujir de una rama.
-Lo siento – escuchó decir, pero antes de que lograra reaccionar del todo, la dueña de aquella voz ya se había marchado sin darle tiempo siquiera de ver con claridad de quien se trataba. Sólo distinguió una silueta que desaparecía entre la oscuridad de la noche y las tenues luces que se proyectaban desde el salón. Desconcertada por el encuentro decidió volver a la fiesta, pero sólo a despedirse de los organizadores y retornar a su departamento, el cual usaba cuando se realizaba alguna fiesta en la mansión.
Cuando hubo llegado, tomó una ducha caliente y se acostó, pero hacía varios días que despertaba de madrugada con la sensación de que, aquellos sueños que se colaban en su mente mientras dormía habían ocurrido en algún momento de su vida. – Debo estar volviéndome loca – decía mientras acomodaba sus cortos cabellos y rozaba con la yema de los dedos la cicatriz que tenía en la cabeza, se volvió a acostar para intentar descansar. Sin embargo y para su desgracia, a pesar que lo intentó, le fue imposible conciliar el sueño inmediatamente y más aún porque a su mente llegó el recuerdo de aquella chica que salió corriendo cuando se vio descubierta.
-¿Quién eres? – se preguntó. Una hora después de sus cavilaciones, recién pudo volver a dormir, pero esta vez en sus sueños apareció un nuevo personaje.
Hasta aquí el primer capítulo. Cualquier sugerencia, ya saben! xD
Su Wei
