¡Hola gente de fanfiction! ¿Cómo están? Cuanto tiempo sin publicar una historia TnT
Pero ya volví con una pequeña historia. Sinceramente no se por que me empeño en matar a uno de mis personajes favoritos de TMI, pero si leyeron alguno de mis viejas historias verán que es algo común en mi...
Summary: Formas de vivir la muerte de Alec por Magnus, Jace e Izzy -Sin spoilers-.
Disclaimer: No soy Cassie, creo que es obvio.
Magnus
«'Cause time wasn't on your side, it isn't right... I can't say I love you, it's too late to tell you but I really need you to know;
I'll never forget you»
Habían pasado 50 años desde que se había ido y aun dolía, incluso más que antes si eso era posible.
Seguía viendo a Jace, Clary, Simon e Isabelle de vez en cuando, todos con el paso del tiempo marcando sus cuerpos mientras que el seguía con esa juventud tan característica a la que la inmortalidad lo condenaba. Viéndose como un veinteañero despreocupado por fuera y con un alma vieja, rota, y llena de dolor por dentro.
Desde que él se había ido no tuvo más relaciones, no se permitió encariñarse con nadie. Después de todo ¿De que le servía enamorarse?, sabía que tarde o temprano iba a terminar.
Cada noche lo soñaba, con sus ojos azul zafiro, su pelo negro como el carbón y su cuerpo lleno de runas. Y así como lo soñaba se despertaba, dándose cuenta que ya no estaba y su cama seguía teniendo ese espacio vacío que nadie iba a estar a la altura de llenar.
Aún recordaba todo perfectamente; el cuerpo de Alexander en el suelo lleno de sangre e icor, Jace a un costado llorando mientras que su runa parabatai sangraba y lo sentenciaba a una vida de dolor y vacío, Isabelle abrazada a Simon como si su vida dependiese de ello, y a él de rodillas rogando que todo esto haya sido un sueño, poder despertar, llegar a tiempo... y salvarlo.
Había perdido a su novio, al amor de su vida, y junto con el perdió las ganas de vivir una eternidad. Porque una vida eterna no tenía derecho de llamarse vida sin los pies fríos de Alec congelando los suyos apenas se acostaban, o sin el café que preparaba por las mañanas con las cucharadas perfectas de azúcar mientras él se encargaba de aparecer las galletas de chocolate que tanto amaba.
Quizás era hora de aceptar que él no había nacido para ser feliz, al menos no junto a la persona que más amo en el mundo...
Gracias por leer, y el próximo capítulo se va a centrar en Izzy.
Espero ver sus comentarios. Siempre es bueno saber que piensan
