N/A: Aquí me tienen de nuevo, molestando con una nueva idea. Un Conjuntito de Omakes O:

Omake: Historia pequeña tomada de uno o más personajes, que puede o no estar fuera de contexto. Todos estos personajes pertenecen a la Jotaká.

El primero será de la odiada Bellatrix. Este personaje me parece fascinante, a pesar de ser tan odiado. Ubicado en su adolescencia
Dedicación: Por tu cumpleaños, Mavuchis! Sos lo más, nena(?).



"En su sangre." Omake de Bella.

Mala.

Ella era mala. Y lo sabía. Disfrutaba ante la tortura de otro. El simple hecho de observar a alguien retorciéndose ante sus pies la excitaba. La sangre era como un imán para ella. Oh, ¿no era acaso genial ver aquel líquido rojo escurrirse de la suave piel humana? ¿No era acaso un show digno de ver? Los gritos eran un canto glorioso para sus oídos, y la vida era tan solo un juguete más.

Inútil.

Sencillamente estaba cansada de concurrir al despacho del director. ¿Para qué? Ya conocía el desfile de notas bajas que se avecinaba. La tinta roja tallaba una cara triste sobre el expediente. El profesor la miraba negando con la cabeza, citando sus malas actitudes. Al día siguiente el resto de la escuela repetía como un eco lo inútil que era aquella bruja. Tachar la palabra en su frente no provocaría muchos cambios, a la hora de lanzar un hechizo su lengua se mezclava con sus dientes, y la voz no lograba escapar hasta sus labios.

Incomprendida.

Maldecía a diario aquella rutina de caminar a través de un pasillo con todas las miradas puestas sobre ella. Susurrando lo infame de su aspecto, lo terrible de sus ojos y la crueldad clavada en sus pensamientos. Bajar la cabeza se había convertido en una costumbre. Se extendían las dudas sobre si su círculo de personas era de amigo o enemigos. Se había ganado la fama de fenómeno social. Magular esas palabras había sido como arrodillarse sobre granos de maíz.

Cobarde.

Tirar la piedra y dar vuelta la cabeza. Esconderse. Eso es lo que ella hacía. Lavarse las manos con pintura y limpiarse con paño ajeno. Sabía que empujar a otro un paso adelante estaba mal, pero no podía evitarlo. A pesar de la imagen que provocaba, era una cobarde. Y la gente a su alrededor comenzaba a dudar. No sabía si ayudarla en sus planes era retroceder o avanzar.

Vanidosa.

Lo intentaba, de verdad que lo intentaba. Pero era más poderoso que ella, es lo que suele suceder cuando la venganza llega a tener más control de tu cuerpo que tú mismo. Veía unos zapatos graciosos, o talvez unos feos lentes, y escupía una horrorosa sarta de vómito verbal. La risa malévola se escurría inevitablemente entre sus dientes al ver cualquier tonta excusa que fuera motivo de burla. Llamar "estúpido" a alguien no la hará más inteligente, llamar "obeso" a alguien no la hará más delgada, pero su garganta tomaba decisiones propias.

Vacía.

Nunca se había enamorado. Nunca había abrazado a alguien, nunca había sonreído de felicidad. La frase "te quiero" era inexistente para su vocabulario. Amar es para débiles, para tontos, para una raza inferior. Estaba hecha de plástico: un plástico frío y reluciente. Sin embargo, su caparazón comenzaría a quebrarse y terminaría por romperse. Pero ella conservaba su dignidad.

Black.

Era admirada por su familia. "Es una gran bruja" , comentaban. Además de ellos, nadie más lo aceptaba, pero ¿qué más daba?. Ella era una Black. Al fin y al cabo, la maldad estaba en su sangre.


N/A: ¿Almohadazos? ¿Tortazos? Una review y me cuentan.

No permito quejas de parte de la cumpleañera(?).