Sabia que estaba soñando, estaba segura de ello. Pero no quería despertar. Era excitante, salvaje y a la vez dulce. Besos recorriendo sus labios, manos acariciándola, y una profunda voz masculina llamándola.

Lo siente, tocando y jugando con su feminidad, soltando una risita traviesa y el gesto no parece natural en él. Si debe estar soñando. Pero no abre los ojos, porque no quiere despertar.

Húmedo, suave, tibio. Algo se presiona contra ella y no sabe que es, tampoco quiere saberlo. Entonces siente una succión y reconoce su pequeña lengua.

Se sujeta de las sabanas ¿Si gime despertara del sueño? Teme a la posibilidad. Muerde su propio labio y no siente dolor. Pero no es que el placer la distraiga, es que es un sueño.

Él sube hasta su cara, le retira los mechones de su cabello y la besa, haciéndola sentir su sonrisa contra los labios. Él tiene la victoria y ella no puede ser más feliz por ello.

A ciegas lo rodea con los brazos y juega con su cabello. Él se acerca y recorre su cuello con la lengua hasta su oreja, la muerte y jala. Se frota contra ella se coloca entre sus piernas.

Le ha tomado las caderas, pego sus frentes y le esta jadeando en la boca, haciéndola respirar de su deseo. Ella se mueve bajo él, quiere sentirlo, pero una voz la interrumpe.

-Abre los ojos…- Susurra él y ella niega con la cabeza, tiene miedo, no quiere que el sueño se desvanezca.- Ábrelos…-Vuelve a decir, pero esta vez su tono es un poco más autoritario y ella obedece, incapaz de desobedecerlo

Y la luz la rodea, y todo se aclara, pero él sigue ahí. Se asusta. No ha sido un sueño. Realmente están ahí, los dos juntos, en esa cama, dentro de aquel hotel ella se quedara por un tiempo.

Es terrible, si alguien se entera que esta con él no será agradable. La gente va a hablar, dirá que la princesa de Suna ha venido a corromper a su inocente estratega.

Pero la sonrisa de él la hace temblar y se da cuenta de la verdad. No es ella quien lo va a corromper, es él quien va a aprovecharse de ella.

Pero… ¿Se puede aprovechar de alguien cuando la persona quiere que lo hagan?

Y su voz vuelve a resonar en las paredes, haciendo una promesa que recordara toda su vida.

-Hoy vas a tener un muy, muy feliz despertar.