Nota: Un proyecto nada más... pero veré si puedo llegar a algún lado con este. Seguramente lo valla actualizando con capítulos cortos, como para no dejarlo abandonado, pero debía publicarlo antes de que quedara en el fondo de mis escritos para nunca ver la luz como ha ocurrido con varios hasta ahora.

Saludos,

Luna Ming


Sol de Medianoche

Introducción

Entró al departamento, estaba cansada, había trabajado durante horas y simplemente no tenía ganas de hacer nada más que recostarse y dormir por un largo tiempo.

Pero no, hoy le tocaba hacer la cena…

Arrojó el bolso en el suelo y como solía hacer en casa de sus padres, se paró sobre la cama y abrió la ventana para disfrutar de la brisa fresca.

Luego de ello fue al único cuarto que había en el lugar, el cual era compartido por sus dos amigos.

Y allí, el joven de cabello claro estaba sentado a la computadora, tecleando incansablemente como siempre hacía a esas horas.

Suzuki, tras el tercer intento de ingresar a la universidad en la que Chiharu estudiaba, simplemente se había rendido. Había decidido estudiar a distancia y conseguir un trabajo para poder pagar su parte del departamento donde ahora ella, Nakao y él vivían.

Mucho había cambiado desde hacía 5 años, cuando todos terminaban la preparatoria.

Nakao que siempre había deseado ir a la universidad para conseguir un buen empleo y poder casarse con su querida Nobu, había determinado que lo mejor era dejar los estudios y empezar a trabajar para poder acomodar a la pequeña 'familia disfuncional' que eran ellos tres.

Ella por su parte también dejó su sueño de ser maquilladora, necesitaban dinero, así que en lugar de ello, tomó el ofrecimiento de una carrera como modelo, que era mucho mejor paga.

A veces desearía que Otani siguiera allí… o al menos Chiharu y Nobu.

Pero no tenía esa suerte.

Chiharu luego de unos años en la universidad había recibido una beca para poder viajar a Europa junto con ese profesor que tanto admiraba, así que no les quedó otra cosa que aceptar con lágrimas en los ojos que no regresaría en mucho tiempo.

Nobu por su parte, luego de mudarse con su abuela se había perdido… ni una llamada de ella habían recibido en los últimos años, ni siquiera les había ido a visitar en las vacaciones como esperaban que hiciera…

Y Otani…

Aun la bronca le carcomía por dentro cuando pensaba en él.

El enano había decidido no ir a esa universidad por la que habían corrido en la bicicleta para que pudiera dar el condenado examen.

No, había recibido una propuesta de una tía en Estados Unidos y había decidido que era el mejor lugar para entrenarse como profesor de inglés, así que sin siquiera una nota o un aviso, una semana luego de la graduación, había hecho las maletas y se había ido, sin volver aun.

Si lo llegaba a ver, definitivamente le daría una pieza de su mente.

Y allí quedaban ellos, los tres que quedaron de todo el mar de discordancias, luego de varios sucesos, solo se tenían el uno al otro.

Sus amigos y hermanos.

¿Su familia?

Muerta, un asalto a mano armada en su casa cuando ella había ido a ayudar a estudiar a Suzuki para el segundo intento de entrada a la universidad. Nadie quedó vivo… si madre, padre y hermano, los tres muertos.

Y ella tuvo que descubrir sus cuerpos.

Rápidamente alejó las memorias, ya nada podía hacer más que ir a dejarles flores y rezar todas las semanas.

La vida era injusta, irónicamente ese suceso tomó lugar un mes después de la partida de Otani.

Que hubiera sido casualidad no le hacía más propensa a perdonar, pero tenía la esperanza de que algún día fuera así.

Se acercó a su amigo y le colocó la mano en el hombro para llamar su atención.

"Hoy solo haré Soba y vegetales crudos, estoy cansada como para cocinar."

"No te preocupes, yo igualmente estuve limpiando la casa así que no hay mucho más que eso para cocinar."

"Con suerte Nakao habrá comprado algo de camino para acompañar."

Como si le hubiera llamado, un hombre joven de cabello castaño desordenado entró por la puerta principal, trayendo consigo una bolsa con más vegetales y un pack de latas de cerveza.

"Llegué." Anunció mientras se sacaba los zapatos y caminaba hacia la cocina para depositar las cosas en la mesada.

"Bienvenido." Respondieron los otros dos.

"¿Cómo te ha ido en el trabajo hoy?" Preguntó Suzuki a Nakao desde su posición en la computadora mientras ella iba a preparar té para los tres.

"Bien, ya sabes, cocinar unos 30 platillos, limpiar el suelo, discutir con la gerente. No hubo nada fuera de lo normal." Respondió con la voz sombría que se había hecho tan común en los últimos tiempos luego de la partida de Nobuko.

"Nuestras vidas son así de aburridas, ¿No es así, Risa?" Preguntó en voz alta Suzuki.

"Así es, nuestras vidas son monótonas… pero al menos las vivimos."