El Cuervo Y La Mariposa
Por: Miguel Iván Hernández Macías
"Ivanichigo Hermaciaki"
Capítulo 1: ¡Tu destino es la Oscuridad!
Por qué esta tarde temo decirte,
que tengo un deseo incontrolable de llorar,
si apenas ayer tenía tantos deseos de amar,
hoy no quiero abandonarte, pero tengo que marcharme,
a un lugar donde quizás debo quedarme…
Los últimos rayos cálidos del sol se desvanecían en el pueblo de "Deathville", y así poco a poco la oscuridad emergía en el cielo, para hacer suya esa noche de otoño, mientras los habitantes del pueblo se apresuraban a terminar sus actividades, para resguardarse en sus techos de madera y adobe cuando cayera la tarde.
Desde lo alto de su balcón Rukia Kuchiki, la hermana menor del enterrador del pueblo, veía pasar el tiempo en sus claros ojos, vivía en la casa más elegante y tétrica de todo Deathville, donde su hermano Byakuya Kuchiki había instalado la única funeraria del lugar, esa tarde su hermano mayor había partido hacia el cementerio a terminar su larga jornada, mientras ella fiel a su costumbre esperaba cada noche para ver las estrellas y olvidarse por algunos momentos de la extraña enfermedad que la mataba lentamente.
Mientras el frio viento laceraba su rostro, Rukia se limpiaba las lágrimas que comenzaban a brotar, cuando recordaba un sueño que la atormentaba desde hace mucho tiempo, ella estaba amortajada dentro de un ataúd de cristal, mientras su hermano no tenía el semblante frío y calculador de siempre, su rostro era de angustia y sufría cada vez que la enterraba con sus propias manos, enseguida despertaba y decidía guardar el llanto para la noche donde podía compartir su dolor con las estrellas.
Después de desahogarse unos momentos, Rukia decidió regresar a su cama y tratar de descansar aún con la angustia de caer profundamente dormida y revivir su temor, así que solo cerró sus ojos y trato alejar la muerte de sus pensamientos, de pronto y sin darse cuenta ya estaba soñando, pero algo había de extraño, no era la pesadilla de siempre, no se encontraba en medio de un entierro y mucho menos veía a su hermano cerca, Rukia parecía seguir en su habitación, nada fuera de lo común, solo una mariposa oscura cruzo su balcón para posar sobre su retrato favorito, el de su hermana fallecida Hisana, cuando se levantó de su cama para ver de cerca tan singular mariposa, una sombra apareció ante ella, volando a una velocidad impresionante, era un cuervo quien también se detuvo en el mismo lugar donde se encontraba la imagen de Hisana.
-¿Qué está pasando aquí?, ¿Esto es un sueño?, ¿Qué hermosa mariposa?,- se preguntaba Rukia en voz alta, cuando escucho una voz que le contestó de alguna parte.
-¡Se llaman mariposas del infierno, son las mensajeras que viajan al mundo humano para avisar a los seres humanos que su momento está cerca! - Explicó esa extraña voz en un tono seco inundado de orgullo.
-¿Su momento, te refieres a la muerte?, ¿Quién eres y que buscas aquí?- pregunto Rukia mirando a su alrededor como esperando ver que el extraño visitante se presentara.
-¿A caso no sabes quién soy?, ¡pensé que eras una chica lista y sabrías descifrar mi identidad sin alguna explicación larga e innecesaria, mira cerca de la mariposa del infierno!
La joven sintió un escalofrió que recorrió todo su cuerpo, sin embargo dirigió su vista al cuervo que había ingresado momentos después que la mariposa, -¿A caso tu eres un Cuervo?, ¡no lo creó!, ¡los cuervos no hablan! a menos que estén hechizados!.-
-¡Si soy un Cuervo pero no cualquiera, esta es solo mi forma de presentación!. -Después de haber dicho esto comenzó a tomar forma humana ante los ojos de la pequeña hermana kuchiki, era un joven alto, de pelo color naranja, sus ojos eran grandes y penetrantes, parecían ser capaces de ver bajo la intimidad de su alma, mientras su voz parecía apoderarse de sus pensamientos. –¿Realmente quieres saber quién soy?, ¡bien soy un Segador de Almas, mi misión es guiar las almas al lugar donde pertenecen!- Dijo el extraño joven, con una gran sonrisa que al principio parecía ser siniestra.
-¿Al lugar al que pertenecen?, ¡no entiendo a qué te refieres con eso!, ¿pero si mi hora ha llegado y tengo que morir esta noche?, ¡al menos quisiera despedirme de mi hermano mayor!, decirle unas últimas palabras, calmar su dolor con un último adiós!- Hablo Rukia con melancolía y con resignación.
-Sé que tu tiempo se acaba, pero no he venido por tu alma esta noche, tengo una misión que cumplir en Deathville esta noche.- Le respondió el muchacho con presunción, mientras se sentaba en el suelo tomándose la cabeza, enseguida adoptó una posición reflexiva ignorando a una asustada Rukia, que no creía lo que estaba presenciando en su habitación.
-¡No sé realmente quien eres, pero si estás jugando con la vida de otros, será mejor que te marches a cumplir tu misión a otra parte!- reclamó Rukia al segador, después de asimilar su temor en una valentía mezclada con irá, pensaba que tal vez aquel extraño joven podía estar jugando con sus emociones.
-¡Deberías de tranquilizarte "pequeñita", agradece que tu momento está cerca, y que de no tenerlo permitido, me encargo que tu último día sea en este preciso momento!-Reaccionó molesto el extraño invasor, como deseando intimidar a Rukia.
-¡No te temó maldito Cuervo, tu arrogancia y orgullo solo es una máscara de debilidad!, ¡no deberías sentirte superior por tener una responsabilidad más grande que tu capacidad!-inmediatamente arremetió la chica, demostrándole a tan hostil visita que su miedo había desaparecido en las sombras.
-¡No hables como si me conocieras toda una vida, yo he vivido al menos 10 vidas tuyas, entre este mundo y el otro, no tienes autoridad para desafiarme niña, será mejor que regreses a tu cama y esperes lo inevitable!- Contestó el segador, buscando herir con sus palabras y matar el ímpetu de Rukia.
Sin embargo la chica al sentir las duras y cortantes palabras de aquel extraño, no se dejó vencer y continuó la discusión con tan extraño personaje, y sin darse cuenta ambos pelearon verbalmente por dos horas enteras, hasta que una extraña sensación se apoderó del ambiente, un olor peculiar a la putrefacción de un cadáver se esparció por toda la casa, mientras una extraña fuerza helada paralizó la voluntad inquebrantable que la pequeña Rukia había demostrado al intolerante muchacho.
-¡Él está aquí, maldición no esperaba que fuera tan impaciente!- Habló seriamente el segador mientras se ponía en posición de guardia, desenvaino su Zanpakutō, mientras Rukia solo podía ver con curiosidad y un poco de miedo la fantástica aventura que estaba a punto de experimentar.
-¿Quién o qué está aquí, es un demonio?- preguntó con asombro y temor la pequeña hermana Kuchiki, esperando con ansiedad que pronto terminara lo que podría ser una pesadilla más.
-¡Es un Hollow, la razón por la que estoy aquí, es mi enemigo y he venido a acabar con él!- respondió el joven segador, con un cambio radical de actitud que pasó de la prepotencia de hace unos instantes, a una seriedad y serenidad que asombro a Rukia.
-¿Un Hollow?, ¿Qué es eso?- manifestaba la chica con más interés que preocupación, parecía que estaba al límite su comprensión de fantasía y realidad.
De pronto la habitación de Rukia se partió del techo, y un extraño ser con una máscara de hueso se presentó ante el impacto de ambos jóvenes quienes miraban con sorpresa el tamaño y aspecto de aquel Hollow.
-¡Un alma que cayó en el abismo de la confusión, de la soledad y el pecado, vienen a este mundo a alimentarse de otras almas y así saciar su instinto de ambición!- Contesto el Segador a la pregunta de Rukia.
-¡Jajaja…que tenemos aquí un alma apetitosa de una jovencita moribunda y un Segador de Almas con una boca más grande que su presión espiritual… esta es mi noche, este es mi momento y sus almas ahora son mías!- Exclamó con alegría el Hollow, mientras dirigía sus mandíbulas hacia Rukia quien se encontraba aún paralizada por el poder de tan abominable espíritu.
Rukia observaba con angustia como el Hollow se aproximaba hacia ella, no podía huir, sus pies estaban inmóviles como si estuvieran atados al deseo del enemigo, solo cerró sus ojos y espero el dolor, el sufrimiento y la muerte, un destello de luz se interpuso entre Rukia y el Hollow, después la sangre brotó del cuerpo del joven Segador quién había defendido a la chica antes que el espíritu maligno lograra dañarla.
-¡Segador, Segador, Segador, ¿Qué has hecho, porque me defendiste?, si mi vida pronto llegará a su fin, ha arriesgado todo por nada!- le dijo consternada Rukia, al ver el cuerpo severamente herido del joven guerrero que yacía en el suelo con una hemorragia abundante, la chica consiguió liberarse de alguna forma de la parálisis y corrió hacia al Segador que apenas pudo levantarse, se acercó a él, y una extraña sensación se apoderó de su corazón.
-¡La vida, es lo más valioso que debe proteger un Segador de Almas!, ¡me importa una mierda si estas muriendo pequeñita, no permitiré que ese Hollow bastardó te lastimé!- Dijó el joven Segador a Rukia, quien nunca antes había experimentado aquel extraño sentimiento de confianza en un extraño.
-¡Jajaja…Estúpido Segador de Almas, sacrificaste tu vida por una niña que de cualquier manera morirá, ahora me encargare de ti primero, así podré disfrutar con tranquilad de la inocencia de la chica, ya puedo beber sus lágrimas y disfrutar cada parte de su cuerpo!- Festejaba el Hollow al pensar que la victoria estaba en sus garras.
-¡Escucha con atención niña!- comentó en voz baja el malherido Segador, -¡Dame mi Zanpakutō que tienes cerca, solo tengo fuerza para un ataque, es imposible que lo derroté sin embargo ese Hollow desgraciado sufrirá una herida importante, quiero que corras lo más lejos que puedas una vez que comience mi ataque, confío que escaparas de la muerte aunque sea solo por este día!- agregó el joven con sinceridad y con una resignación que cautivó a Rukia.
Rukia tomo la espada que tenía a su alcance y se dirigió al joven Segador:
-¡Siempre huir, escapar de la muerte, estoy cansada de correr, de evadir lo inevitable, no lo haré, quiero enfrentar mis miedos no me importa si mi vida acaba en un instante!, solo quiero morir esta noche a su lado aunque nunca conozca su nombre!..
-Mi nombre es Kurosaki Ichigo- dijo el joven Segador.
-Ichigo, mi nombre es Kuchiki Rukia y es un placer haberte conocido en esta noche fría, ¡llegó el momento en que enfrentemos nuestro destino!- después de decir esto Rukia tomó la Zanpakutō, y al entregársela a Ichigo puso sus manos sobre las de él y después de derramar algunas lágrimas, dirigió el filo de la espada a su corazón.
-¿Qué estás haciendo?, ¡no lo hagas Rukia, no te rindas aún!- gritó Ichigo, pero ya era tarde, Rukia atravesó su corazón con la Zanpakutō de Ichigo. Una luz deslumbrante disipó por algunos instantes la oscuridad, mientras Ichigo y Rukia se miraban fijamente a los ojos.
-¡Esto es imposible!..¿Quién eres realmente Kuchiki Rukia?- se asombró Ichigo cuando vió a Rukia vestida como una Segadora de Almas, mientras él se veía así mismo sin poderes, sin su kimono y no podía ver por algún lado su espada.
-¿Qué es esta sensación, esta energía que brota de mi cuerpo?, ¡de pronto siento que puedo luchar, incluso que puedo ganar!- se decía a sí misma Rukia en sus pensamientos.
-¡Malditos niños se están burlando de mí, es momento de terminar con esto!- habló furioso el Hollow, y se dirigió a Rukia quien en un parpadeo partió en dos la máscara de hueso del espiritú maligno, cuando en una milésima de segundo antes que el Hollow llegará a ella, tomo la Zanpakutō y terminó la batalla con un solo movimiento, un solo corte, un solo momento.
-¡Imposible no solo esa niña enferma tomo mis poderes, acabó con ese bastardo en un instante, eso es imposible!- pensó Ichigo, mientras Rukia se desvanecía después de haber vencido al Hollow.
Ichigo se levantó, a pesar de la gravedad de sus heridas, tomo a Rukia entre sus brazos y regresó a la chica a su cama, que se encontraba debajo de los restos de su habitación.
-Sé que has sufrido muchas pesadillas durante toda tu vida, pero aunque sea solo el día de hoy has encontrado la fuerza que necesitas para enfrentar tus temores, descansa, mañana será un día muy largo, tendremos que encontrar una cuartada para explicar todo este desastre, y encontrar una forma de regresar mis poderes, tal vez tomaste la decisión equivocada después de todo, la vida de un Segador esta llenó de sangre y dolor, sin embargo hoy me demostraste que puedes hacer lo imposible, disfruta un sueño libre de pesadillas Kuchiki Rukia, ya que de ahora en adelante también tendrás que enfrentarlos despierta, pero a diferencia de tu pasado, no los enfrentaras sola, yo estaré a tu lado- después de que el joven segador termino de hablar a una Rukia inconsciente, cae rendido del esfuerzo y la pérdida de sangre, a un lado de la cama de su nueva amiga, donde por primera vez en muchos años la chica descansaba libre de sus miedos.
Continuara…
