Capítulo 1: ¿Aburridos?

Carlisle's POV

Después de un agotador día de trabajo, me dirigí con algo más de optimismo hacia a mi casa. Ese optimismo solo se debía a que podría ver a Esme. Fui pensando en ella mientras conducía en mi Mercedes hacia casa. Todo mi optimismo desapareció al entrar en casa. Todos se abalanzaron sobre mí quejándose.

-Carlisle, ¡últimamente los niños son un terremoto! ¡Y se pasan el día discutiendo! –se quejó Esme, mi esposa. Miré el interior de la casa, era un caos total.

-¡Es que Emmett se pasa con sus bromas! –soltó Edward, que en ese momento estaba sobre Emmett, intentando tirarle al suelo.

-Yo no me paso, ¡Jasper me dio la idea! –decía Emmett mientras se sacaba a Edward de encima. Él gruñó y se levantó, dispuesto a intentarlo otra vez, pero Jasper le agarró mientras contestaba a Emmett.

-¿Yo? ¡Sólo te transmití un poco de alegría para ver lo que hacías!

-¡Pues deberías dejar de hacer eso a mi marido solo por aburrimiento! –intervino Rosalie, defendiendo a Emmett.

-¡No siempre es la culpa de Jasper! –le defendió Alice, ayudando a sujetar a Edward, que se revolvía con furia. Ante el agarre de Alice, Edward dio por hecho que ya no lo conseguía, y lo dejó. La mayoría de las veces si que era culpa de Jasper pero bueno, esto ya casi era rutina, bueno, que casi, lo era.

Procedimiento habitual: Jasper se aburría y modificaba los sentimientos de Emmett. Emmett o hacía una broma pesada a Edward o decía algo fuera de lugar sobre Bella (casualmente, ellos son sus blancos preferidos). Edward (todos sabemos como es) regañaba a Emmett y, obvio, se empezaban a pelear. Rose salía en defensa de Emmett alegando que fue Jasper, y Alice defendía a Jasper, por mucho que fuera su culpa. Y claro, acaban todos gritando y peleándose. Luego caí en la presencia de Bella, en el sofá, observando todo en silencio.

-Hola, Carlisle –dijo con una tímida sonrisa. ¿Por qué siempre era ella la considerada?

-Hola, Bella –respondí. Luego, me dirigí al resto de mi familia-. ¡Y vosotros, parad ya de discutir!

Todos se callaron y me miraron durante unos segundos, luego, la culpa apareció en sus ojos. Esme asintió.

-Lo sentimos –dijeron todos rápidamente-. Pero nos aburrimos mucho. Todo esto empieza a ser repetitivo –decídmelo a mí.

-¿Os aburrís?- casi no me lo creía. ¡Con la de líos que me estaban montando!-. Pues está bien. Mañana tendréis una novedad. Hoy la pienso y mañana os la digo. Y Alice, si lo ves, ni se te ocurra contárselo a nadie. Y Edward, lo mismo te digo. ¿Entendido?

-¡Sí! –dijeron todos emocionados. Genial, habría que vigilarlos, la que podían montar en cualquier sitio al que se les llevara. Recuerdo aquella vez que Esme se los llevó a todos al supermercado de Port Angeles. Tuvimos que estar todo el día ayudando a recoger y pidiendo perdón a los empleados y al jefe.

-Y claro, Bella, tu también vendrás –dije, dirigiéndome a ella-. Cuando halla decidido que hacer hablaré con tu padre para arreglarlo todo –ella, obediente como siempre, asintió con la cabeza. Le sonreí -. No tienes por qué venir si no quieres…

-No, tranquilo, me encantará ir con vosotros. ¿Edward, nos vamos? Así no escucharás nada. –Eso, Edward, vete con ella, no escuches. Bella ha tenido una gran idea.

-¿Quién ha dicho que voy a ir? –murmuró lo suficientemente bajo para que Bella no le escuchase. Venga, Edward, está claro que te vas, Bella te lo ha pedido, además, hasta yo se que quieres estar con ella a solas. Pensé con convicción-. Grr… está bien. Claro, Bella, vámonosañadió la última frase en voz más alta.

Cogió a Bella de la mano y se la llevó fuera. Justo cuando iba a pasar el porche Bella tropezó y perdió el equilibrio. Edward la cogió antes de que se callera. Emmett soltó una risita por lo bajo y Edward gruñó. Bella se sonrojó y murmuró un "Vámonos Edward, no pasa nada". Desde luego, ella era la chica perfecta para él. A saber lo que pasaría si Bella no le controlaba como lo hacía.

Luego, la gente se fue dispersando, Emmett y Rose se fueron a su habitación. Rose se veía visiblemente menos emocionada que Emmett, pero aún así lo estaba. Alice se sentó delante de unos de los ordenadores y empezó a navegar por la red, aunque yo sabía que esperaba su visión. Jasper se sentó en el sofá, cogió un libro (probablemente el que estaba leyendo antes de aburrirse) y siguió leyendo. Yo miré a Esme, que observaba todo con calma, al parecer contenta de que hubieran parado de discutir. Llamé su atención, necesitaba su opinión.

-Esme, vamos a mi despacho, necesito una ayuda.

-Claro –me dijo con una sonrisa, y me siguió. Cerró la puerta al entrar.

Me senté en mi silla e indiqué a Esme con una mano que tomara asiento. Los dos nos quedamos pensativos. La verdad, no sabía qué hacer. Lo había hecho por puro impulso, para que se callaran y me dejaran en paz.

-Y bien, Carlisle ¿alguna idea?

-No, esperaba que tú tuvieras una.

-¿Qué tal una excursión por el país?

-No creo que sea una buena idea. ¿Quieres que dejen traumado a todo el país?

Se calló por un momento, como imaginándoselos. Se estremeció. Me pregunté si ella también se acordó de lo del supermercado. Retrocedió casi al instante.

-No, tienes razón –admitió.

Aun que eso de una excursión me había traído una idea. Hoy era mi último día de trabajo, el primer día del verano. 1 de julio. Los humanos suelen ir de vacaciones en verano. Por supuesto, a una playa no podíamos ir. Espera, no tenía que ser una playa necesariamente… Encendí mi ordenador, buscando sitios rápidamente. Después de unos minutos encontré uno perfecto. Y no solía salir el sol… Estaba un poco lejos, pero no importa, y yo estaba seguro de poder convencer a Charlie para que dejara a Bella venir con nosotros. Seguro que aceptaría si se aseguraba de que Bella tuviese habitación propia. Sonreí. Además parecía un sitio muy agradable, donde no pudiera montar demasiados líos.

-¡Esme, tengo una gran idea!