Prólogo
En un bosque oscuro, iba una silueta pequeña que daba a entender que era una potrilla, pero un poco más alta.
… ¿Por qué?... ¿Por qué me tiene que pasar esto a mí?...
La misteriosa silueta estaba caminando a pasos algo rápido, pero sin dejar de ver alrededor asustada de que alguien la atacara de repente.
… Yo no quería esto… No quería que esto pasara…
Muchos ojos aterradores veían a la indefensa potrilla entre los árboles.
… Yo sé que lo había pedido… pero no lo decía en serio…
La pequeña silueta seguía caminando hasta llegar a un puente colgante. Ella observaba desde el otro lado, un castillo abandonado.
… Yo solo quería algo de atención… Quería al menos una amiga… Que me entienda… Que me quiera por como soy…
La potrilla cruzaba el puente lentamente aterrada por miedo a caerse.
… Acaso… ¿Mi destino es no ser feliz?...
La silueta llegaba al otro lado del puente y suspiraba aliviada, aunque al hacer eso, el puente se cayó de golpe asustándola y se asomaba en la orilla por como caía al vacío.
… Acaso… ¿Tengo que estar toda mi vida en la soledad?...
La pequeña estaba como impactada por la caída repentina del puente que hizo que se sentara en el suelo con sus flancos, pero en eso, se veía algo salir de sus ojos y rodaba por sus mejillas para caer en el suelo, como una gota de lluvia.
... Creo que me lo merezco… No he sido la hermana o hija más ejemplar del mundo… hasta creo que hubiera pedido haber sido yo… en vez de él… porque no cambiaría nada con solo desaparecerlo de mi vida…
La silueta estaba llorando desconsolada mientras se oía de repente, un trueno y empezaba a caer gotas del cielo de forma leve.
… Estaría igual de sola… o más solitaria… o sea a él le va mejor haciendo amistades… mientras yo… soy la rara de la escuela de vuelo… que puede tener amistades raras igual que yo…
La potrilla se levantaba del suelo y se restregaba los ojos para luego dar media vuelta y observaba el castillo abandonado.
… No… No quería que esto pasara… ahora después de ver lo que hice… soy una poni horrible… que debería desaparecer… en vez de él…
La silueta caminaba hacia el castillo temerosa y entraba por la vieja entrada del sitio.
… Mami… papi… hermanito… lo siento… lo siento mucho… sé que las disculpas no servirá de nada… pero aun así…
La pequeña silueta caminaba por un pasillo del castillo hasta llegar a lo que sería, el salón del trono. Ella no caminó mucho, porque se detuvo al ver en el centro del salón, unas siluetas muy familiares para la potrilla y además que en donde estaba el trono, había una silueta sentada y acariciaba a alguien que estaba en su regazo mientras la dicha silueta sonreía mostrando sus dientes y miraba con sus ojos amarillos intensos a la pequeña silueta que había llegado.
… Pagaré por los errores que he cometido…
Fin del prólogo
