Saludos a todos, he decidido comenzar a subir aqui mis fanfics, espero les guste a todos el concepto que tratare de subir aqui, tambien estoy trabajando con un amigo en la version en ingles, así como en otras historias derivadas de esta singular serie. Criticas y comerntarios son bienvenidos por parte de ustedes.
FANFIC MLP
1.- EL REGRESO DE LA LEGION OSCURA
Capitulo 1.- Un jardín de estatuas
I
La tarde caía rápidamente en Poniville, y las Cutie Mark Cruzaders, Apple Bloom, Sweetie Belle y Scootaloo, se encontraban explorando los alrededores del antiguo castillo de las hermanas nobles, en las afueras del bosque Everfree, tratando de buscar algo que por fin les trajeran sus tan anheladas marcas. Ya habían probado varias actividades, como escalar montañas, vuelo de cometas e incluso observación de aves, pero todas sin éxito, pues sus flancos aún estaban en blanco. Tenían la esperanza de que en ese lugar pudieran encontrar algo que les garantizara sus cutie marks, así como dicho lugar había servido a Twilight y a sus amigas para resolver ciertos retos, solo que el día se estaba terminando y en cualquier momento anochecería, siendo el Bosque Everfree un lugar peligroso en la noche.
-Como vamos a obtener muestras cutie marks aqui? -pregunto Sweetie Bell inquieta.
-Si, no creo que nos den una por perdernos en el bosque. -exclamo Apple Bloom-, tal vez deberíamos regresar antes que anochezca.
-Son unas miedosas, no hay nada que temer aquí- dijo Scootaloo, tratando de tranquilizar a sus amigas-. Además, si queremos nuestras cutie marks, necesitamos hacer algo más radical a lo que hemos hecho.
Las otras dos potrancas se miraron la una a la otra y continuaron detrás de Scootaloo, sin percatarse de que el sol se ocultaba con rapidez, y el sendero por donde caminaban se tornaba más oscuro y difícil de distinguir.
Tras un rato de andar deambulando sin llegar a ninguna parte, Scootaloo miró a un lado y luego a otro, una y otra vez, como si tratara de encontrar algo que le indicara el camino a seguir, pero era inútil.
-Acéptalo, estamos perdidas- replicó Apple Bloom desesperada.
-¿Que haremos ahora?- dijo Sweetie Belle ya casi al borde del llanto-, si no salimos de aquí, nunca nos encontraran, nos quedaremos aquí en total oscuridad!
-Déjenme pensar, déjenme pensar! -dijo Scootaloo más y más nerviosa-, ¿Que haría Dash en estos casos? Mhhhhhh, ya lo tengo, chicas, levántenme sobre sus lomos!
Sweetie Belle y Apple Bloom se miraron al mismo tiempo y se encogieron de hombros, con cara de resignación, sabiendo que no tenían alguna otra mejor idea, así que se acomodaron una junto a la otra. Scootaloo comenzó a subir en esa improvisada pirámide y brincó tan alto como pudo, agitando sus alas, pero solo se elevó unos pocos centímetros y cayó estrepitosamente sobre sus amigas.
-Oooooohhhh! es inútil chicas, no sé dónde estamos –dijo derrotada la pequeña pegaso.
-Tiene que haber alguna forma de salir de aquí- dijo Sweetie Belle.
-Un momento, se me ocurre algo! –dijo Apple Bloom-, podemos hacer una fogata, tal vez así Apple Jack y las otras nos vean, solo necesitamos un lugar donde hacerla donde no se extienda tan rápido el fuego.
Al oir eso, Scootaloo se levantó como impulsada por un rayo.
-Yo sé dónde! Vi el lugar perfecto antes de caer, síganme !
La pequeña pegaso salió corriendo mientras sus amigas potrancas la seguían entusiasmadas. Avanzaron unos 300 metros, hasta que llegaron a un pequeño llano; Scootaloo y Sweetie Belle comenzaron a juntar un poco de leña, mientras Apple Bloom preparaba lo necesario para la fogata. Una vez que todo estuvo listo, la pequeña potranca comenzó a frotar las ramas.
-Sabes hacer una fogata? -preguntó Scootaloo.
-Apple Jack me enseñó, pero solo para usarlas en caso de emergencias, y esta lo amerita, así que no creo que se moleste por que haga una.
Unos minutos después, y tras un poco de esfuerzo, logró sacar una pequeña llama y la acercó a las ramas secas que sus amigas trajeron, y al poco tiempo tenían una cálida fogata, la cual les daba un poco de luz en medio de la inminente oscuridad que cubría al bosque.
-Listo, ahora esperaremos a que vengan por nosotras –dijo Apple Bloom, mientras chocaba sus cascos con los de sus amigas en señal de triunfo.
II
Applejack se encontraba fuera de su casa, terminando las labores de la granja, y en eso se percató que Applebloom no había regresado, y comenzó a preocuparse por la ausencia de su hermana, sabía que ella dedicaba mucho tiempo en varias actividades para obtener su cutie mark, pero no era normal que tardara tanto en regresar a casa.
-Por mis corrales, esa niña se está demorando demasiado en regresar, más vale que aparezca en cualquier momento, o la abuela Smith se molestará si no nos ve a todos en la cena.
De pronto, vio una columna de humo que provenia del Bosque Everfree, lo cual la puso en alerta, pues su hermana le dijo que estaría con sus amigas ahi. La yegua palomina sabía que ese lugar no era seguro para unas potrancas como ellas.
-Ésa solo puede ser Apple Bloom, más vale que me apresure, antes de que pase algo grave.
Sin perder más tiempo, cabalgo en camino a búsqueda de las pequeñas potrancas, para su fortuna, vio que Rainbow Dash y Rarity estaban cerca de la granja, y salieron a su encuentro.
-Apple Jack! Viste la columna de humo? –preguntó Rainbow Dash
-Estábamos por aquí de paso buscando a Sweetie Belle y a sus amigas cuando nos percatamos de eso –dijo Rarity.
Apple Jack les explico brevemente la situación, y al darse cuenta de los peligros que las pequeñas potrancas podrían enfrentar, las tres se dirigieron al bosque Everfree; sabían que debían llegar lo antes posible antes de que la fogata se extinguiera, o se extendiera, y que la noche cubriera el lugar y las dejara en la oscuridad.
-Gracias por acompañarme chicas –dijo Apple Jack-. Desde que vi el humo, sabía que esas niñas estarían en problemas.
-No tienes nada que agradecer –dijo Rarity-, es nuestro deber como hermanas mayores cuidar a nuestras pequeñas hermanitas.
-Fue buena idea enseñarle a Apple Bloom a hacer fogatas, pero es muy pequeña aun, y no quisiera que ese fuego se salga de control –reitero Apple Jack.
-Descuida cariño, pronto estaremos ahí, además, no está sola, y Sweetie Belle sabe bien como apagar incendios, tiene práctica en eso cada vez que cocina –dijo Rarity con algo de resignación.
- Dejen de parlotear, tortugas, van muy lento –dijo Rainbow Dash-, debemos apresurarnos, hay que acelerar el paso si queremos llegar esta noche!
-Tranquilízate Rainbow –dijo Rarity-, no es tan fácil correr con menos luz, apenas puedo distinguir la crin de mi frente, y no todas aquí tenemos alas como tú.
-Recuerden bien por donde vamos, señoritas –dijo Apple Jack-, esta parte del bosque Everfree es más densa y traicionera de lo normal, no hemos pasado por aquí aún.
-Otro día lo haremos, pero mientras, vamos por las niñas! –exclamo Rainbow Dash.
Las tres ponies asintieron con la cabeza y redoblaron el paso, y avanzaron decididas, siguiendo el humo de la fogata, antes de que la oscuridad cubriera completamente Poniville.
III
Mientras las ponies mayores iban en camino hacia el bosque Everfree, las tres pequeñas potrancas estaban sentadas alrededor de la fogata, con expresión de aburrimiento, mientras echaban algunas ramas secas para avivar las llamas.
-Esto es tan aburrido como los discursos de la Alcaldesa- dijo Scootalo-. No podemos hacer algo para pasar el rato?
-No podemos –dijo Apple Bloom-, tenemos que esperar a que lleguen las chicas por nosotros.
-Yo estoy aburrida también, y ya tengo hambre –dijo Sweetie Belle, mientras su estómago hacia un ruido atronador.
-Yo también –dijo Scootaloo.
-Bueno, Apple Jack me enseñó a distinguir bayas silvestres y otras plantas comestibles, dejen veo si encuentro algunas.
Apple Bloom se levantó y comenzó a observar a su alrededor para ver si encontraba algo que comer para su amigas; de repente se metió entre unos matorrales y encontró un sendero oculto por la densa vegetación. Sin decir nada, comenzó a recorrerlo, aunque estaba totalmente oscuro, y unos metros más delante, estaba frente a una edificación de piedra, cubierta por enormes capas de maleza, muy similar a una fortaleza. Siguió avanzando, hasta llegar a un patio muy amplio, iluminado por la luna, el cual se encontraba lleno de estatuas, la mayoría cubierta por enredaderas y maleza, pero podían distinguirse con claridad. La pequeña potranca observó las estatuas y se dio cuenta que las expresiones de sus rostros eran de terror y angustia, lo cual le impacto mucho; donde quiera que volteaba veía caras aterradas, un espectáculo grotesco, demasiado fuerte para una pequeña yegua. Comenzó a desesperarse y conforme trataba de escapar del tenebroso sitio, chocó con una estatua, más grande que el resto.
Era la estatua de un unicornio.
Era imponente, un unicornio macho parado en dos patas, casi tan alto como Big Mac, y portaba una armadura de combate, algo diferente a las que usaban los soldados de la Guardia Real. El misterioso unicornio tenia alzado uno de sus cascos, como si tratara de alcanzar algo en el cielo, mientras que el otro cubría su rostro, el cual reflejaba lo que parecía un grito, como si tratara de evitar algún castigo o destino aterrador sin éxito. Al ver su expresión, Apple Bloom no aguanto más, entró en pánico y salió corriendo del jardín de estatuas.
Mientras tanto, las ponies mayores llegaron al lugar donde estaba la fogata y vieron a Scoota Loo y a Sweetie Belle, pero no veían a Apple Bloom por ningún lado, por lo que Apple Jack comenzó a desesperarse y a llenarse de angustia.
-NIÑAS, DONDE ESTÁ MI HERMANA?
Scoota Loo y Sweetie Belle se miraron la una a la otra, extrañadas.
-Pero si está aquí con…..- voltearon ambas, pero no se habían percatado que su compañera se había movido de su lugar.
Todas comenzaron a voltear y a buscar de forma desesperada sin resultado.
-Escuchen bien, tenemos que separarnos, hay que rastrearla antes que sea demasiado tarde –comenzó a ordenar Apple Jack, tratando de coordinar una búsqueda masiva- Rainbow, quiero que sobrevueles el área a ver si la encuentras; Rarity, usa un hechizo para iluminar toda el área, mientras, yo voy a….
No termino de decir la frase cuando Apple Bloom salió corriendo de los matorrales y la atropello en su huida. Ambas hermanas rodaron por el suelo unos metros hasta estrellarse con un árbol; tras recuperar la compostura, Apple Jack abrazó a su hermana con fuerza, conteniendo una mezcla de enojo y llanto.
-Por Celestia, ¿dónde estabas? me tenías preocupada y muerta de miedo, no quiero que nunca, nunca! vuelvas a hacer algo así otra vez, entendiste?
-Perdón hermana, no quería preocuparte, pero es que encontré algo, síganme.
Todas las ponies se pusieron en marcha, Rarity uso su magia para iluminar el camino y siguieron el sendero que descubrió Apple Bloom. Al poco tiempo llegaron al jardín de las estatuas, y podían percibir una atmosfera tenebrosa en ese lugar.
-Que estatuas tan mas….extrañas, quien las habrá dejado aquí? preguntó Rainbow.
-Quien quiera que las haya hecho no tenía el menor sentido del buen gusto –dijo Rarity- Solo mírenlas, son grotescas, yo no decoraría mi casa con eso, me dan pesadillas de solo verlas.
-Pues no reconozco a nadie de aquí, y al parecer son muy antiguas –dijo Apple Jack.
Las ponies avanzaron a la construcción que se encontraba al fondo. Era una pequeña fortificación, construida al estilo del castillo antiguo de las hermanas, el cual quedaba en la parte trasera de mismo. Podía verse que todas las ventanas estaban selladas, y la puerta principal estaba cerrada con pesadas cadenas y un enorme candado. Al lado vieron un muro cubierto por la vegetación, del cual se alcanzaba a leer una frase: "noctum gladious est".
-No entiendo esa frase, ¿alguien de aquí sabe ese idioma?- pregunto Rarity.
-Ni idea- respondió Apple Jack.
-No me vean, no soy una cerebrito –dijo Rainbow-, pero sé quién nos podría resolver esa duda.
Todas se voltearon y asintieron. Sabían a quién verían al día siguiente para compartir el hallazgo.
-Bueno chicas, regresemos, ya es tarde -dijo Apple Jack a sus amigas y luego volteo a ver a las pequeñas con una mirada seria-, y que esto les sirva de lección a ustedes para que no anden explorando donde no conocen y no vuelvan a asustarnos así, ¿entendieron?
-Si, Apple Jack –contestaron las tres pequeñas.
AppleJack cambio la expresión severa de su rostro por una de felicidad, y tras ver que las pequeñas potrancas aprendieron su lección, se alejaron del lugar.
