Y qué tal si por una vez en la vida intentas callar esa maldita voz y todas las demás de tu cabeza...
Y así fue como el diablo me devoro.
Porque soy fuego y lo que toco quemo.
Ellas gritaban oh! Me decían "vivir en la orilla justo en la orilla, del abismo, del vacío, es lo que te mantiene con vida ¡No abandones la orilla! Un paso más y estarás perdida…
Eso ya lo sabía.
Y él decía, y gritaba "¡Silencio!" Pero eso no pasaba por mucho tiempo.
Su voz mi sangre llamaba, y ella corría y corría, buscando una rendija, buscando la salida, para arrojarse, para vaciarme. Para saciarle.
El dolor es un vicio. Es placer, un placer oscuro…
¡Oh! Como compadezco aquellos que le temen al dolor, que le temen al amor, que le temen al rencor, al odio y a su extinción.
No tomes caminos si no te van a conducir al infinito.
Es muy sencillo.
Encuentras lo que más ames y deja que te mate.
