Disclaimer: Naruto ni sus personajes me pertenecen, son propiedad exclusiva de Masashi-drogaslocas-Kishimoto.
Advertencias: AU, Yaoi, posible Ooc, mención de ItaDei e intento de comedia.
Aclaratoria: En este fic casi todos los personajes tienen las personalidades de la película Road to Ninja.
Sin más, pasen a leer.
De como un mujeriego cayó ante el amor...
o el paso a paso de como Uchiha Sasuke terminó enamorado.
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I. La problemática de un mujeriego
—Sakuraaaaaaaa, vamos, deja que te invite a salir.
La aludida bufó e hizo mala cara al ver la rosa que su mejor amigo le tendió.
—Charasuke, por enésima vez… ¡jamás saldré contigo! —gritó, golpeando la mano contrario, haciendo que la rosa cayera al suelo.
—Oh vamos, Sakura, tu sabes que lo deseas —a pesar de todo, Sasuke sonrío coqueto y le guiño el ojo, como si las venas en la frente de la chica y el obvio rechazo no existieran.
—Charasuke idiota, si sigues así, si un día por un milagro encuentras a la persona con la que quieras pasar el resto de tu vida, lo único que harás será ahuyentarla con esa actitud mujeriega tuya —gruñó, colocando sus manos en la cadera.
¡Realmente había días en que quería partirle la cara a su mejor amigo! Sin embargó, a pesar de todo, Sasuke era una persona muy importante para ella. Quitando lo mujeriego, el Uchiha realmente era un chico de buen corazón, devoto a su familia y que procuraba cuidar a sus amistades. Lástima que todo eso quedará opacado por su imagen de Don juan.
Por respuesta, Sasuke soltó una risita—Sabes que soy un hombre libre, mi querida Sakura. Dudo mucho que alguien logré cautivarme algún día.
La Haruno rodó los ojos. Bien, si él quería creer eso, haya él.
—Como digas —se limitó a decir, acelerando el paso. No faltaba mucho para llegar a su departamento.
—No te pongas así, koneko-chan —sonrío galán, pasándole su brazo por sobre los hombros a su amiga—. Sabes que tú siempre tendrás un lugar especial en mi corazón.
Minutos después, se podía ver a un golpeado Sasuke abriendo la puerta de su departamento.
—¡Auch! ¡¿Qué necesidad había de golpearme en el rostro?! ¡Sakura a veces es demasiado agresiva! —se quejó, sobándose la mejilla derecha.
—¿Otra vez le estuviste coqueteando, hermano? Si es así, te lo tienes bien merecido.
—¡Aniki! —exclamó sorprendido el menor, apenas reconoció la voz de su hermano—. ¿Qué haces aquí?
—¿Qué clase de recibimiento es ese, estúpido hermano menor? —Itachi sonrió de lado, saliendo de la cocina, taza de café en mano, hasta acercarse el menor y chocar sus dedos contra la frente de este—. ¿Olvidaste que me casó en dos semanas con Deidara?
—Hmp —gruñó el contrario, sobando su frente con una mano—. Claro que no. Simplemente no esperaba que llegaras tan pronto. Además, ¿Cómo entraste a mi departamento? —cambió rápidamente de tema.
Obviamente, había olvidado el arribo de su hermano. Pero su orgullo Uchiha no le permitiría admitir ese error.
—Mamá me dio una copia de tu llave—respondió escueto, caminando hasta sentarse en uno de los sillones de la sala, dejando su taza en la mesita de centro.—Tenía la esperanza de que habrías madurado y dejado la vida de mujeriego este último año, pero veo que no es así.
—Puedo salir con quien yo quiera, cuando yo quiera, las veces que quiera —casi gruñó el contrario, cruzándose de brazos—. Rara vez te metes en mi vida privada, Itachi, ¿a qué se debe este cambio?
Por toda respuesta, Itachi se inclinó y tomó su taza con una mano. Sopló ligeramente y bebió un sorbo. Luego de eso contestó:
—Sasuke, mamá, papá y yo estamos preocupados por ti—comenzó, notando al instante el estremecimiento que recorrió el cuerpo de su hermano al nombrar a sus progenitores. Continuó—. Mamá está pensando seriamente en presentarte con alguna de las hijas de sus socios. Papá ha logrado persuadirla hasta ahora, pero él igual se ha cansado de que en todos estos años no le hayas presentado ninguna novia formal.
—Demonios…—murmuró, sentándose en el sofá al lado de su hermano.
—Mi boda esta a la vuelta de la esquina, Sasuke. Y ya conoces a nuestros padres.
Frunció el ceño ante lo dicho por su hermano. Conocía de sobra a sus progenitores, por ende, podía intuir con facilidad lo que le esperaba—. Me van a hostigar incansablemente hasta que me consiga un compromiso, ¿verdad?
—¿Qué esperabas? Sabes que no se conformaran solo conmigo —Itachi se encogió de hombros, dándole otro sorbo a su café—. Así que te aconsejo que empieces a arreglar ese estilo de vida tan descarrilado tuyo. Salir todos los días a ligarte a toda chica que te encuentres en bares, discotecas o fiestas para acostarte con ellas e ilusionarles para que te sigan cual séquito no te está ayudando en nada.
Sasuke se pasó la mano por su cabello, despeinándolo un poco. Demonios, estaba en una encrucijada.
¡Él amaba conquistar chicas! ¡Era tan indispensable para él como respirar! Adoraba las caras de emoción y los sonrojos que provocaba en ellas cada que coqueteaba y las invitaba a salir. Como su ego se elevaba a los cielos cuando alguna se ellas decía lo buen amante que era. ¡Lo que su hermano le estaba pidiendo era inhumano!
Notando la repentina aura depresiva en su hermano, Itachi le palmeó la espalda—. Estoy seguro que hallarás la forma de salir de esto, Sasuke.
Sin más, el Uchiha mayor se levantó, terminándose de tomarse su café para luego dirigirse a la cocina. No estaba de acuerdo con la presión que querían ejercer sus padres sobre su hermanito, pero tampoco quería que este pasase toda su vida siendo un mujeriego empedernido.
Ojalá que Sasuke encontrara realmente a alguien a quien quisiera. Al menos lo suficiente para dejar ese estilo de vida de lado.
Se valía soñar, ¿no?
II. El primer encuentro (o el comienzo del fin).
Al día siguiente, Sasuke caminaba desganado por las concurridas calles de Konoha. Su hermano le había pedido que fuera a que se probara su traje para ver si no debían darle unos toques o ajustes finales. Eso solo lo hizo preocuparse más. No faltaba nada para la boda de su hermano. ¿¡Cómo soportaría el acoso de sus padres?!
Su primer pensamiento fue pedirle a alguna de sus amigas que fingiera por unas semanas ser su novia después de la boda de Itachi. Sakura fue su primera opción, pero la descartó casi al instante. Conociéndola, la chica le daría otro golpe en la cara si se atrevía a pedirle semejante favor. Luego pensó en Ino, la chica que trabajaba en una floristería a pocas calles de su departamento, donde siempre compraba sus rosas para sus ligues. Era muy guapa, aunque bastante tímida y recatada, pero llevaban una relación de amistad de años. Sin embargó, tuvo que descartarla también, ya que la pobre posiblemente se desmayaría de solo pedirle aquel favor.
Para su desgracia, esas dos eran sus únicas amigas, por lo que no tenía más opciones. ¿Y si se lo pedía a alguna de sus conquistas? No, mala idea. No quería que luego se hiciera ideas equivocadas y pensará que estaban en una verdadera relación.
Se encontraba en una encrucijada. No quería tener una relación seria con nadie, pero tampoco quería tener a sus padres detrás de su espalda. ¿Qué hacía…?
—¡Cuidado!
—¿Mmmm?... ¡ah! —por estar distraído, a duras penas logró esquivar una bicicleta que estuvo a escasos centímetros de golpearle.
—¡Auch! —exclamó, sin embargó, al no poder evitar irse contra el suelo y sentir el dolor debido al impacto de su espalda contra el concreto.
—¡Lo siento! ¡¿Estas bien 'tteba?!
—Pero que demonios… —como pudo, se apoyó sobre sus antebrazos y levanto la parte superior de su cuerpo. Estuvo a punto de insultar al osado que se atrevió a casi aplastarle, pero apenas levantó la mirada, toda replica murió en su garganta.
El cielo…
Un hermoso cielo azul, limpio, claro, puro, brillante de preocupación.
Tan azul….
Simplemente hermoso.
—¿Te encuentras bien? —repitió cielo, bajando de la bicicleta para acuclillarse a su lado.
—Que hermoso cielo… —murmuró sin pensar, provocando que el otro arrugará el entrecejo en angustia.
—Oh no… no me diga que se golpeó en la cabeza por el golpe. Será mejor que lo lleve al hospital…
—¡No! —gritó de pronto, asustando a cielo —. Estoy bien, no te preocupes —sonrió despreocupado, levantándose rápidamente y sacudiendo su pantalón en el proceso para darle más firmeza a sus palabras.
—De acuerdo —respondió cielo, extrañado, levantándose también.
Una vez ambos estuvieron de pie, uno frente al otro, un silencio incomodo se asentó. Sasuke no sabía porque, pero esos ojos lo habían tomado por la guardia baja, haciéndolo incapaz de apartar la mirada de los mismos.
—Bueno, je —habló cielo, pasando un brazo tras su nuca. La sonrisa nerviosa instalándose en sus labios—. Realmente lamento el golpe. Iba algo rápido y distraído 'ttebayo.
—Je —río quedo al escuchar esa peculiar muletilla, pero lejos de encontrarla irritante o tonta, le pareció tierno—. No hay problema. Pero ¿sabes? Lo mínimo que debería hacer mi agresor es decirme su nombre —dijo casual, metiendo las manos en los bolsillos delanteros de su pantalón.
Una risita escapó de los labios de cielo, haciendo que se estremeciera. Por Dios, ¿Por qué se estaba sintiendo así?
—Naruto, Uzumaki Naruto —contestó cielo, ahora Naruto, tendiéndole una mano.
Sasuke sonrío de lado, extendiendo su propia extremidad hasta dar un firme apretón en la mano contraria. —Sasuke, Uchiha Sasuke. Un gusto conocerte, Naru-chan.
Naruto frunció levemente el ceño ante el repentino sufijo(*), provocando que la sonrisa del otro se ensanchara. —No soy una chica —reclamó, soltando su mano y ocultándola en el bolsillo de su sudadera naranja.
—Quién sabe, ¿nunca has oído hablar de la gente transgénero o andrógina(**)? —contestó burlón, alzando una ceja.
Ante sus palabras, Naruto bufó. Retrocedió sobre sus pasos hasta quedar al lado de su bicicleta –que estaciono al momento de ver a Sasuke tirado en el suelo– y se acomodo su gorra naranja –que Sasuke hasta eso momento noto-. —Jódete —gruñó, subiéndose al asiento.
—Hey, hey, hey, no te esponjes, cielo —musitó descarado, haciendo que el otro le observará ceñudo por el nuevo mote. Lo ignoró y continuó— Mira, que te parece esto —del bolsillo de su chaleco morado, saco un trozo de papel que calles antes le tendió un repartidor—. ¿Qué tal si vamos a comer a este lugar? En compensación por ser tan maleducado contigo —guiño un ojo y le entregó el papel, que el otro recibió con duda.
El papel era el anuncio de la apertura de un restaurante de fideos de todo tipo. Los ojos le brillaron al leer en la breve descripción del lugar que este vendía ramen. Justo abajo estaba escrita la dirección, junto con el horario y un número telefónico para pedir a domicilio.
—¿Qué me dices? ¿Aceptas? —aunque no lo demostrará, Sasuke estaba que sudaba de los nervios. Diablos, ¡jamás se había sentido así al invitar a salir a alguna de sus conquistas! Aunque bueno, en primero esto no era una conquista regular.
—¿No deberías ser esto al revés? Yo fui el que casi te atropella… —era obvia la confusión del lindo chico de ojos cielo, por lo que no pudo evitar sonreír con galantería. Al demonio, iba a lanzarse.
—Quizás, pero ¿sabes? Eres demasiado mono como para dejarte escapar así como así —por la manera en la que los bonitos ojos cerúleos se abrieron, supo que quizás había metido la pata, pero que va, si ya lo había arruinado, no perdía nada con terminar de meter la pata hasta el fondo ¿no? —. Así que, si no aceptas esta invitación como una compensación, ¿lo aceptarías como una cita?
Vale, lo soltó. Solo esperaba no terminar con algún golpe en la cara o que el otro empezará a gritarle depravado o demás insultos en medio de la calle.
Cuando transcurrió más de un minuto sin una respuesta, Sasuke supo que la había cagado. Y en grande.
—Oye, si te ha molestado mi invitación, déjame decirte que lo lamen…
—Está bien —interrumpió su discurso.
—¿Umm? —fue lo único que atinó a decir.
—Dije que sí, acepto —hasta ese momento se fijó que Naruto miraba hacía cualquier lado que no fuera su cara, además de que sus mejillas estaban teñidas de un pequeño sonrojo que era apenas visible en su tono de piel.
Hizo uso de todo su autocontrol para no gritar de jubiló y de paso besar esas encantadoras y sonrosadas mejillas.
—Perfecto —logró decir, sonriente—. Este jueves a las siete estoy libre. ¿Te parece bien? —Estaban a martes y el jueves era el único día que salía temprano de la universidad.
Al recibir un asentimiento como respuesta, no pudo evitar que su mano derecha se dirigiera a un rebelde mechón de cabello rubio –tan dorado y brillante como el oro- y lo acomodará detrás de la oreja morena, provocándole un respingo.
—Entonces nos vemos el jueves, Naruto —se despidió, viendo con gracia como el otro torpemente sujetaba los manubrios de su bici y colocaba los pies en los pedales.
—S-Sí. Nos vemos —se despidió el contrario, empezando a pedalear, mirando al frente con tal de no enfrentarse a los oscuros y profundos ojos negros del contrario.
Una vez el Uzumaki se perdió de su campo de visión, soltó un hondo suspiro y empezó a reír, teniendo que apoyarse en la pared más cercana para evitar caer nuevamente al suelo, ignorando a los trausentes que los miraban como un loco.
—¡Esto definitivamente se lo tengo que contar a Sakura! —exclamó entusiasmado, sacando el móvil del bolsillo de su chaqueta.
¡Jamás se había sentido tan realizado por conseguir una cita! Definitivamente, iba a esforzarse en esa cita con él precioso chico de ojos bonitos y cabello resplandeciente.
Y así, mientras marcaba el número de Sakura, Sasuke, sin darse cuenta, había iniciado la etapa más dura, complicada y, a la vez, más satisfactoria de toda su vida.
III. Una charla motivacional
—E-Es que… yo… ¡No me lo creo!
—Créelo, cariño.
—P-Pero… Sasuke, yo siempre creí que tú eras hetero.
—Y lo soy.
—Pero entonces…
—Naruto… es diferente, Sakura.
La fémina no supo cómo responder. De hecho, aún estaba analizando la información y no terminaba de procesar todo lo que su amigo acababa de contarle.
Sakura había estado haciendo su tarea de medicina hasta que su celular sonó. Viendo que era su mujeriego amigo, en primera instancia pensó en colgarle, pero al final terminó contestando, amenazando con ir a su casa a golpearlo si le llamaba solo para volver a intentar invitarla a salir. Grande fue su sorpresa cuando, al otro lado del auricular, escuchó al Uchiha hablar demasiado rápido y alto para su gusto, tanto que tuvo que gritarle para callarlo y exigirle que explicará en la máxima brevedad posible el porqué de su llamada.
Y como se arrepentía de haber escuchado la respuesta.
"¡Conocí a un chico precioso, Sakura! Tiene unos ojos hermosos, una sonrisa más brillante que el sol mismo y su cabello es tan amarillo y resplandeciente como el oro"
Vale, si de por sí era desconcertante que Charasuke se refiriera de esa manera tan rara a otro hombre, lo siguiente fue lo que la shockeo.
"Lo invité a salir… ¡y acepto! Aunque claro, siendo yo, el gran Uchiha Sasuke, es imposible que se resistiera a mis encantos. ¡Pero eso no es lo importante! Voy a salir con él el jueves en la noche. ¿¡A que no es genial?!"
Cansada, dejó salir un suspiro y se masajeo la frente. Luego de eso, a pesar de su estado de perturbación, logró decirle al contrario que viniera a su casa, con la explicita razón de que le explicará porque carajos invito a un hombre a salir. Cosa que, lamentablemente, seguía sin entender.
—Sasuke, ¿te has puesto a analizar detenidamente lo que hiciste? —interrogó la fémina, mirándolo directo a los ojos—. Es que… ¡es un hombre! No es que sea homofóbica o algo así, ¡pero debes comprender que esto es muy difícil de asimilar! ¿Si quieres sabes algo más de ese chico que su nombre?
Ante aquellas cuestiones, Sasuke frunció ligeramente el ceño, pensativo. En realidad, ni el mismo terminaba de comprenderse. ¿Por qué había invitado a un hombre a salir? Jamás le habían interesado los hombres, ni siquiera por curiosidad de experimentar, a él le gustaban los pechos y las faldas. Pero fue como si al ver a Naruto todo su sistema se quedará en trace y hubiera actuado simplemente por instinto.
—Siendo sincero, yo tampoco lo había asimilado del todo —dijo, haciendo que la otra lo mirara con una vena en la sien—. Pero… ¿sabes? Fue todo tan extraño… —una suave sonrisa se formó en sus labios, haciendo que la fémina dejará de lado su enojo—. Ni siquiera pensé por un momento que estaba invitando a un hombre a salir. Fue solo ver sus ojos y sentirme... embelesado.
Su respuesta hizo que Sakura le mirara con los ojos abiertos. Sasuke sonaba genuinamente interesado en ese muchacho.
Ella lo conocía bien, quizás más de lo que él propio Sasuke pensaba. Siempre había sabido interpretar hasta los más mínimos gestos, expresiones e incluso miradas del Uchiha. Era algo que, con los años, había aprendido, fruto de su amistad. Sin embargó, la forma en la que hablaba de ese chico… era una que jamás había escuchado. Y esa sonrisa, era tan diferente a la pícara o coqueta que siempre solía mostrar.
Sintiéndose derrotada, soltó un suspiro y miro al contrario a los ojos— Sasuke.
Ante el tono serio de su acompañante, Sasuke se sentó derecho, enfrentando las orbes esmeraldas.
—Si de verdad quieres tener esa cita con ese chico… adelante —la fémina poso ambas manos sobre la extremidad contraria en la mesa, haciendo que el otro parpadeara—. Sigo sin entenderlo, pero si ese chico de verdad puso en duda tu sexualidad, debe ser por algo —y aligeró el ambiente, soltando una risa ante su propio chiste.
Sasuke sonrió también, sonrojándose tenuemente en el proceso, sin embargó, terminó riendo junto a su amiga, sabiéndose aceptado.
Y, nuevamente, sin darse cuenta, sintió un peso menos en su espalda que, inconscientemente, se había formado al entender que había invitado a un chico a salir.
*"Este sufijo se utiliza en general para referirse a adolescentes de sexo femenino y niños, aunque puede utilizarse para expresar cariño, por ejemplo hablando de un amigo o una mascota." Wikipedia.
El chan no suele ser usado entre hombres, a menos que sea a manera de burla o para expresar cariño. Aquí Naruto cree que Charasuke se está burlando de él, por eso su reacción(?).
**Transgenero: "Persona cuya identidad no se conforma sin ambigüedades a las normas convencionales de género masculino o femenino, pero que las combina o se encuentra entre ellas.". En palabras simples, alguien que nació siendo hombre/mujer pero se siente como alguien del género opuesto
Andrógino: Se designa como andrógino a aquella persona que debido a su apariencia física mantiene cierta ambigüedad respecto de su sexo, pudiendo ser hombre y vestirse o arreglarse como mujer o viceversa.
Este fanfic participa en el Festival Literario SasuNaru, a pesar de ser un CharaNaru, Charasuke técnicamente es solo una versión de otro universo de Sasuke, así que cuenta como SasuNaru(?).
Espero les haya gustado, siempre quise escribir algo de esta pareja. Tengo pensado que sean tres capítulos y, obviamente, serán publicados dentro del plazo impuesto por el festival (10 al 23 de octubre). El siguiente capítulo posiblemente este el 16 o 17 de octubre.
Nos leemos en el próximo capítulo. ¡Chao!
Cordialmente: Lina Okazaki
