Tan sólo había pasado una semana desde que Manuel acabó su relación con Miguel. Habían estado juntos secretamente por un poco menos de un año, sin contar el tiempo anterior en el cual habían estado coqueteando discretamente en el trabajo, hasta que llegó un fin. En esa semana, justo la cual entraron en vacaciones, pensó que era tiempo de seguir caminos separados, ya que la relación le ocupaba tiempo valioso que podría usar para concentrarse en su vida laboral e intentar ascender de puesto. Tampoco quería quedarse como empleado promedio toda su vida, y con todo el dolor de su corazón tuvo que dejarlo. Como era de esperarse, estuvo bastante triste los primeros días y con el gran remordimiento de haber sido quien terminó todo, lo cual afectaba su rendimiento laboral aún más. Por lo tanto, para seguir adelante, recordó cada cosa particular que odiase de su ex. Su inhabilidad de asumir responsabilidades, su impuntualidad, su desorganización… Eso lo hizo sentir mucho mejor. Excepto que en realidad no, porque amaba todas esas características, por mas odiosas que le fuesen.

Sin embargo, no se esperaba encontrarlo en la fiesta de Francisco esa noche. Al menos eso era lo que se decía a si mismo, pues en realidad estaba 100% seguro que encontraría a Miguel allí, siendo el mejor amigo del anfitrión. Manuel ni siquiera tenía idea de por qué había decidido asistir en primer lugar. Si debía socializar, no lo haría en una fiesta. ¿Quién sabe que clase de gente encuentre allí? Había ido por su ex, eso era seguro, aunque estaba en su subconsciente. Lo quería de vuelta. Le quería pegar. Le quería pegar cuando hayan regresado, por haber aceptado la separación. Nada de eso era su culpa, pero el pobre muchacho sentía una necesidad inmensa de pedirle perdón y volver a estar juntos, aunque nunca lo haría. Sería demasiado humillante si es que lo rechazaba, peor aún con tanta gente, compañeros de trabajo, particularmente, alrededor.

Estaba sentado en una silla de la barra del bar, aún sin tomar nada. Había llegado hace unos momentos, saludado a Francisco, pasado por la mesa de comida y acariciado a la tortuga. Hacía un poco de frío en el patio, así que decidió adentrarse en la casa para no ser afectado por la temperatura demasiado. De todos modos ya habían algunas personas allí dentro. Fue directamente a tomar asiento en un sofá y sacó uno de sus libros favoritos. Una vez que se hubo acomodado, reconoció unos cuantos compañeros de trabajo cercanos, pero no se molestó en ir a saludarlos. Aún no veía a Miguel. Pero ni siquiera se estaba preocupando por ubicarlo, ni nada, así que no le importaba. Hasta que escuchó el timbre y alzó la mirada del libro instintivamente. Esa manera repetitiva e irritante de tocar el timbre sólo podía significar que había llegado.

Después de la separación, Miguel estaba totalmente destrozado. Nunca llegó a entender el motivo, simplemente explotó y no quiso saber nada más. Se sintió demasiado mal, especialmente porque creyó que nunca se separarían. Se había ilusionado, y ahora le quedaría olvidar... Lo cual era sumamente complicado cuando se trataba de Manuel. En el trabajo, solía hacer los deberes tal y como le decían, ya que, en comparación, no tenia muchas intenciones de avanzar en la línea de carrera por el momento. Para él su relación era mas importante, por eso es que le chocó tanto.

Y al fin llegó el día de la fiesta, la cual Miguel creyó que sería lo mejor, porque podría divertirse y probablemente ahogar penas con el alcohol. Hasta que recordó que obviamente Manuel estaría ahí. ¡Pero de todas formas iba a asistir! Quería mostrarse fuerte ante todos, no iba a ser débil por la ruptura. Además no iba defraudar a su amigo.

En estos casos Miguel se volvió un tanto obsesivo. Había llegado a la puerta de la inmensa casona junto con un grupo de amigos, pero antes de entrar observó por la ventana y justo vio a Manuel sentado con un libro. Con tan sólo verlo le causó cierta molestia, tal vez mucho rencor e ira. Aunque sabía que no llegaba a odiarlo, ya que quería que sea una pesadilla y que nada de eso haya en realidad sucedido. Junto al grupo de amigos afuera de la puerta, tomó una decisión rápida y radical para demostrar que no iba a llorar ni una semana por su separación. Sabiendo que el brasilero no había llevado a nadie a dicha fiesta, Miguel lo había convencido de que se haga pasar como su cita. Posiblemente, siendo compañero de trabajo de ambos, Luciano sintió algo de lástima pero de todos modos tuvo que aceptar, porque era demasiado amable como para rechazar la propuesta. Felizmente no trabajaba en la misma área que Manuel por lo tanto no causaría tantas sospechas. Se tomaron del brazo y esperaron a que les abran la puerta, luego de haber tocado el timbre, por supuesto, y luego Inmediatamente entraron a la fiesta a sentarse a propósito cerca del sillón.

Aunque Manuel haya intentado evitar quedarse mirando a la puerta para ver a Miguel entrar, hizo justamente eso de todos modos. Tras su libro, evidentemente, para no ser demasiado obvio. Sin embargo, cuando vio que su ex pareja entraba del brazo de otro hombre, no pudo seguir disimulando. ¿Acaso había avanzado tan rápido? Pensó que quizás nunca se tomó su relación en serio o no le importó tanto como a él, lo cual le causó mucha frustración. Sentía ganas de ir donde estaban y decirle todo lo que pensaba en esos instantes, pero tuvo que mantener la compostura por estar en un lugar público. Fue aún peor cuando tomaron asiento justamente cerca de donde se encontraba. No era que estuviese celoso, ni mucho menos... Solo... No creía que fuese el momento apropiado para eso. Había pasado muy poco tiempo.

Después de haber estado mirando fijamente, a Miguel y su pareja por al menos cinco minutos, con ira desbordándosele de los ojos, Manuel decidió que lo único que podía hacer para evitar desmoronarse en medio de todo era hacer algo similar. Claro, encontrar a alguien de suficiente confianza como para que finja ser su pareja era imposible, pues hacer amigos no era su fuerte, pero al menos alguien quien sabía que no se haría demasiado problema con unas sonrisas coquetas y quizás un beso. Quería darle celos, eso era definitivo. Vio a su compañero mexicano, quien era relativamente nuevo a la empresa, sentado en el sillón opuesto al que estaba en esos momentos, igual cerca de la 'nueva parejita' y decidió acercársele.

Al parecer, Juan Pedro había tomado unos cuantos shots de tequila, porque fue quien comenzó a coquetear sin que Manuel haga o diga nada. Simplemente se sentó al lado, y el nuevo empleado se acercó hasta que no hubo espacio entre los dos. Obviamente esto le incomodaba ligeramente, puesto a que le gustaba tener espacio personal alrededor de gente que no conocía muy bien, ¡pero valdría la pena para vengarse de Miguel! Le sonrió tentativamente al mexicano, quien hizo lo mismo, antes de pasar su brazo por sus hombros y darle un beso en el cachete. Al hacer esta acción, estuvo al tanto de su ex, hasta que el otro joven lo jaló de la corbata para tenerlo muchísimo más cerca. Esto lo tomó desprevenido, pero le siguió el juego, aún apoyado en el hombro del centroamericano, aún mirando a los otros dos y aún enojado.

Miguel quería darle celos a Manuel, prácticamente esa era su intención desde que lo vio sentado en la fiesta. En esos momentos su furia estaba al máximo, y no dejaría que le gane en el juego de los celos. Se sentó junto a su nueva pareja quien se sirvió una copa, tratando de acercársele más de poco a poco. Aunque no creyó que tanto haya sido necesario, porque sus intenciones originales involucraban solamente parecer una pareja, no hacer nada muy romántico. Le tuvo que ir explicando un poco de lo que sucedía sin quitarse la falsa sonrisa de encima, para que Luciano esté más o menos enterado del porqué de sus actitudes. Felizmente que ni Martín ni Sebastián estaban cerca, o ya lo hubiesen colgado del techo.

Miraba de reojo las acciones de Manuel hasta que lo vio sentarse junto al otro sujeto. No lo reconocía a primera vista, pero como sea. Nunca hubiese creído que sería capaz de lanzársele de porrazo. Era algo muy difícil de creer. Casi se atraganta con su bebida al verlos prácticamente besuqueándose (consideraba cualquier tipo de beso como una traición). Quería morirse de los celos. Aunque él comenzó, pero ya que así estaban jugando tendría que subir de nivel. Intentó calmarse mientras convencía a Luciano de hacer algo parecido. Aunque al final de susurrar cosas, llegó máximo a darle unos besos entre inocentes e incómodos en la cara y luego se pararon para ir a saludarlos, ya que se le habían acabado las ideas. "Buenas, ¿buenaza la fiesta eh?" Pregunto sonriendo aunque muy molesto por dentro.

Las interacciones con Juan Pedro no fueron tan malas para Manuel, aunque definitivamente no se comparaban a los que alguna vez habría compartido con Miguel. Estas eran fingidas, pero qué le quedaba. Intentó no pensar demasiado en aquello y seguir pretendiendo con los coqueteos, lo cual era bastante difícil. Aun peor fue cuando tuvo que ver a 'la parejita' dándose besos, aunque felizmente no en la boca. De todos modos los celos lo estaban envenenando aún más, llegando a apretar los puños en reacción a sus sentimientos. Sin embargo, continuó sonriéndole al mexicano, quien comenzó a bajar su mano hacia su pantalón. Definitivamente había tomado de más, hasta llegó a asustarlo un poco. Tampoco llegaría tan lejos, así que se alejó un poco.

Hasta que vio que 'la parejita' se acercaba, entonces regresó al lado de Juan Pedro de inmediato. Manuel tenía la mirada fija en Miguel, con mucha molestia, mientras que el chico a su lado terminó por desmayarse en el sofá gracias al alcohol. Eso no era parte del plan. "Hola, qué sorpresa verte por aquí." Respondió con la sonrisa más fingida del universo, mientras se ponía de pie con el mentón en alto aún mostrándose orgulloso. "Veo que viniste acompañado, me alegro. Si me disculpan." Añadió fríamente. Se hizo camino entre la multitud para buscar a alguien más. No iba a permitir que Miguel sea el único que se divierta con otro, y debía asegurarse que él se vengaría aún peor. Ese alguien más que debía encontrar era Julio.


Tan tan tan... ¿Qué pasará?

Producto de un rol con una amiga. Perdón si hicimos al Manu y al Migue medios ooc :'D