Mai se ha caído muchas veces en su vida. En la mayoría de esos casos se lastimaba de forma leve o perdía la consciencia, aun así para Mai caerse le da igual, al estar tan acostumbrada, ya no le da vergüenza, hasta lo toma con humor.

Y por eso sabe muy bien que resbalarse lleva a caerse y cuando te resbalas significa que el 99% de las veces te vas a caer.

Por ese motivo ya se lo esperaba cuando estúpidamente no vio el charco de agua en el suelo y camino hacia él. Su peso la llevó para atrás y quiso tomarse de lo primero que estaba a su lado para detener su caída.

El ¿afortunado? fue Naru, quien lo tomo de su camisa para mantener su equilibrio, pero en vez de eso le ocasiono que el aludido se cayera con ella.

Provocando que sus labios se estampen contra los de él y él contra los de ella, sonrojándose en el proceso, como también se sorprendan por la impresión, no pudiendo evitar que sus ojos se dilaten.

Entretanto se quedaban inmóviles sin saber qué hacer, porque levantarse no estaba en su mente. Nada estaba en su mente, ellos solo se encontraban perdidos en los ojos del otro.

Ocasionando que Mai después de mucho tiempo, se avergonzara al caerse. Por otra parte para Naru fue la primera vez que pensó que no fue tan malo caerse. Sin lastimar su orgullo y sin sentirse avergonzado.

Aunque lo último de nuevo lo sintió cuando se dio cuenta que estaba en la oficina de Lin, el cual, no desviaba la vista de los individuos que se encontraban tirados en el suelo, que él presencio lo de hace unos momentos, que Lin lo estaba grabando con su cámara, que seguramente sus intenciones era mandar el video a Madoka.

Y bueno...

Naru no pudo evitarse colorearse de un rojo muy fuerte y ni hablar de Mai que ya había perdido la consciencia, también colorada.