Yo no poseo Pokémon ni ninguno de sus personajes

Luz y oscuridad

Capitulo: 1 la ruptura del sello

En las islas naranjas se encuentran 4 islas muy hermosas, 3 de ellas se encuentran deshabitadas por considerarse sagradas, en cada una de ellas se encuentran un templo en honor al trueno, al fuego y al hielo, y en el centro de estos templos se encuentra un altar con un tesoro antiguo de gran poder mágico.

La cuarta isla esta poblada por personas amables deseosas de servir a los turistas que llegan a visitar este lugar paradisíaco, también podemos encontrar pokémon extraños que cualquier entrenador estaría deseoso de poseer; pero el ser mas interesante de todos es un solitario pokémon, que vive en una cueva al extremo de la isla, es el guardián de unas ruinas muy especiales ya que guardan la base de un artefacto místico muy importante sobre el cual se encuentra una gran loza de piedra y en esta se encuentra una profecía escrita en un lenguaje antiguo pero cuyos hechos ocurrieron recientemente, habla de un pokémon guardián de las aguas y de un joven de buen corazón que salvaron al mundo de la destrucción gracias a su valor y su fuerza, pero esto no fue el final de la historia, en realidad solo es el principio.

- Las aguas están muy intranquilas- exclamo para si mismo Slowking –Un resplandor negro se esta aproximando-

Slowking se acerco al centro del altar y con una pata toco un signo grabado en el centro de la piedra, inmediatamente los símbolos se iluminaron, lentamente la luz se propago a lo largo de todos los símbolos de las ruinas creando un gran circulo de magia alrededor de estas, la luz de los signos que era de color azul celeste cambio abruptamente a un púrpura oscuro

-Que mala suerte la mía- exclamo Slowking quitando la pata del símbolo e inmediatamente la luz se desvaneció – 15 generaciones de Slokings y a mí no solo me toco lidiar con la profecía sino que ahora me toca lidiar con el sello, será mejor avisar a todos los demás, no tenemos mucho tiempo.

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Ash se despertó lentamente, un nuevo día, un nuevo paso para llegar a ser el mejor maestro pokémon del mundo, Brock ya estaba levantado y estaba preparando sus muy famosos pasteles de arroz, a Ash le parecía que eran unas de las mejores comidas que había probado con excepción de la sopa que preparaba su mamá.

Era una mañana hermosa en la región de Joto, los pidgey estaban cantando, el sol calentaba suavemente las colinas por donde se encontraban, Misty estaban charlando animadamente mientras esperaba el desayuno sobre el próximo pueblo que iban a visitar

- Buenos días- exclamo Ash levantándose de su colcha de dormir – ¿ya esta listo el desayuno?

- típico en ti- exclamo Misty sonriendo – Pensando siempre en comida – Brock dijo que ya casi va a estar listo el desayuno así que ve a lavarte-

- de acuerdo- exclamo Ash tomando una toalla de su mochila – Vamos pikachu-

El pokémon amarillo asintió y lo siguió al arrollo para proteger a su entrenador en dado caso de que un pokémon salvaje saliera a atacarlo pero como en todas las mañanas anteriores no ocurrió nada fuera de lo común.

Ash termino de lavarse, se seco con la toalla y se dispuso a devolverse al campamento cuando escucho un sonido, se dio vuelta para ver de donde provenía pero no vio a nadie, el sonido parecía una melodía, mas concretamente una ocarina, Ash conocía esa melodía perfectamente y se dispuso a seguir la dirección de donde provenía pero apenas hubo dado el primer paso la melodía se detuvo.

- ¿Pikachu, escuchaste eso?- pregunto Ash dirigiéndose a su amigo pokémon

- ¿Pika?- respondió pikachu, mirándolo extrañado

- ¿no has escuchado nada?- replico Ash sorprendido – Tal vez no dormí el tiempo suficiente, regresemos al campamento-

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Al regresar al campamento Ash había olvidado por completo el incidente, así que charlo con los demás acerca de cuando iban a llegar al siguiente gimnasio

- no te preocupes Ash- dijo Brock empacando las cosas en su mochila y mirando su guía de viaje -según el mapa deberemos estar llegando a la siguiente ciudad al atravesar esta colina-

Dicho esto las tres personas y Pikachu se encaminaron hacia la dirección señalada por Brock.

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Los tres estaban mirando con una expresión de totalidad incredulidad el paisaje que estaba al frente de ellos

- Eh… Brock- pregunto Misty mirándolo furiosamente y señalando al paisaje – Dijiste que la siguiente ciudad estaba al pasar esta colina… pues bien aquí no ahí nada-

- No te preocupes Misty… enseguida reviso- respondió Brock temerosamente sacando una regla una calculadora y una lupa – Veamos dimos la vuelta aquí… pasamos por aquí, tomamos el desvió por acá. Y acampamos aquí…, después de todas estas conjeturas, triangulando nuestra posición actual con las montañas de la zona y mirándolas comparativamente con las montañas dibujadas en el mapa, calculando la altura y la dirección en la que se encuentra el sol diría que… estamos totalmente perdidos-

- ¡Que cosa!- exclamo Misty – Sabes cuanto tiempo llevamos en estos bosques y ahora me dices que estamos perdidos-

- Tranquila Misty- exclamo Ash – Tienes que tomar las cosas con calma, la vida es corta, disfrútala-

- Tienes razón- respondió Misty dirigiéndose hacia el – Especialmente cuando la vida de alguien aquí esta a punto de ser mas corta-

- Bueno ya párenla- intervino Brock – Además no debes culpar a Ash por lo ocurrido, fue mi error pero nada que no se pueda solucionar, así que como dice el dicho al mal paso darle prisa, mejor andando-

- Esta bien- exclamo Misty tranquilizándose un poco – Ya que se le va a hacer-

En ese momento Ash escucho de nuevo la melodía de la ocarina y se volteo rápidamente para buscar de donde provenía pero como la vez anterior el sonido se desvaneció en el último momento.

- Sucede algo Ash- Pregunto Brock mirándolo fijamente

- No…- respondió el chico inseguro – No es nada-

Y con esto los tres reasumieron el rumbo

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En las islas naranjas Slowking miraba el paisaje desde su cueva el atardecer, ya estaba dando paso a una noche llena de nubes y sinb estrellas, de repente una voz fuerte pero amable resonó en toda la cueva pero mas que todo en la mente del pokémon

- Hace tiempo que no te veía- exclamo la voz y una figura se formo en el fondo de la cueva -¿Cómo has estado amigo mío?-

-Estoy agradecido de que halla respondido mi mensaje señor- exclamo Slowking que no parecía en lo más mínimo impresionado por la aparición de ese pokémon tan abruptamente –Gracias, gran guardián Lugia-

- Déjate de formalidades- exclamo el pokémon legendario – Solo los seres humanos me llaman así, sabes que tengo un nombre-

- Tan amable y sencillo como siempre- Respondió Slowking –Incluso antes de que te convirtieras en guardián nunca te gustaron las formalidades ¿o me equivoco, Zero-

- A ti tampoco te gustaban las formalidades ¿verdad, guardián del templo sagrado y decimosexto Slowking, Kiluba-

- Así que aun te acuerdas de mi nombre- respondió kiluba – estoy alagado, pero no te llame para esto, me imagino que ya te habrás dado cuenta, el tiempo ha pasado y el sello se ha debilitado-

- Eso lo se, avise a los demás pero no se si estaremos preparados para esto, a sido todo un imprevisto- Contesto Zero mirando a través de la cueva – En verdad espero poder afrontar esta crisis-

- ¿No deberíamos traer al muchacho?- pregunto Kiluba mirando al Lugia – Seria mucho mas fácil para nosotros que el estuviera apoyándonos con la activación de las ruinas, además estoy seguro de que el ya esta sintiendo el peligro y de que es necesario estar aquí-

- La última vez por poco y no sale vivo del suceso, en realidad no quiero que tenga que pasar por esto otra vez- respondió el pokémon legendario – Y por otro lado este es un problema que solo nos concierne a nosotros, no quiero que los seres humanos intervengan en esta batalla, podrían salir lastimados-

- Entiendo tu punto de vista- replico Kiluba analizando la situación – Pero ellos no lo verán así y de seguro lo primero que atacaran será a los seres humanos-

- Si los seres humanos no intervienen tengo la esperanza de que esta guerra se mantenga a raya- contesto Zero pensativo – Creo que estarán tan ocupados con nosotros que no se detengan a fijarse en seres inocentes-

- Espero que tengas razón…- exclamo el Slowking preocupado pero cuando fue a terminar la oración, un terremoto empezó a sacudir la tierra y por un momento el mar detuvo su movimiento, los dos pokémon se dirigieron hacia fuera rápidamente para ver lo que sucedía, cuando llegaron al templo vieron como en el centro del mar aparecía una luz de color rojo que rápidamente formaba un circulo de magia,

- ya ha empezado- exclamo Zero sombriamente

El círculo de magia empezó a brillar intensamente y de repente aparecieron grietas de luz como si el sello literalmente se estuviera desquebrajando y con un ruido atronador este estallo en mil pedazos; el cielo se oscureció, relámpagos y truenos se escuchaban a distancia anunciando que una gran tormenta estaba a punto de iniciar; el mundo pareció silenciarse de repente, mientras una gran columna de agua salía despedida hacia el cielo, en el lugar donde había estado el circulo de magia.

Una sombra emergió en el centro del remolino y cuando llego a determinada altura la columna de agua se desintegro revelando a un Lugia, pero este era diferente al que actualmente se conocía estaba cubierto de pies a cabeza de plumas de color negro como la noche, sus ojos eran de un color rojo incandescente, pero capaz de congelar el alma de cualquier ser que mirara fijamente; sin embargo lo que mas llamaba la atención era que a diferencia del lugia que todo el mundo conocía, este ser tenia un aura fría, calculadora, llena de odio y sin un rastro de compasión.

Este pokémon miro fijamente a los dos que se encontraban en la isla cercana observándolo fijamente

- Hace tiempo que no los veía- exclamo este pokémon con una voz tan fría que seria capaz de asustar al Machoke mas valiente – Como has estado Zero-

- Así que al fin has conseguido escapar de tu prisión- exclamo el pokémon legendario avanzando hacia el frente – Pero ni creas que te dejare pasar, me asegurare de que tu maldad quede confinada de nuevo aquí Shadow-

- Eso esta por verse- exclamo el Lugia negro – Te costara mucho trabajo hacer eso, mi pequeño hermano-