Solo con su muerte el mundo volvería a ser un lugar de paz, esperaba que Suzuku lograra cargar con todo el peso, ese era el castigo para ambos. Cada uno con camino diferente, pero unidos por cosas que nadie mas entendería.

Lo que mas en definitiva le dolería dejar seria a Nunnally, todo comenzó por ella, por el deseo de brindarle un mundo mejor y en el fondo la venganza que había logrado hace ya mucho tiempo, al final la había lastimado, a ella, a la que siempre protegió por encima de todos, sabia que ella entendería el porque estaba apunto de morir, tarde o temprano lo sabría, ella se repondría y viviría en un nuevo mundo creado por el.

Era extraño pensar en que moriría pronto, en frente de tanta gente que lo odiaba. Suspiro frustrado, odiaba no poder compartir un poco mas de tiempo con todas las personas importantes, se permitió pensar en eso por un momento de debilidad, en realidad quería vivir, ¿Quién no lo quisiera?

Pero ahora ya era tarde, era su muerte o nada.

–¿Todavía no te arrepientes de lo que estas a punto de hacer? –C.C tenia una mirada impenetrable, a Lelouch siempre le pareció curioso el que ella no expresara tantos sentimientos como cualquier persona, eso era lo que mas le gustaba de ella.

–¿Por qué no me detienes? –le respondió con todo divertido, ella se quedó callada y eso solo sirvió para que el se convenciera a si mismo de que era correcto lo que haría –exacto, tu sabes que solo mi muerte traerá de regreso esa armonía.

–Puedes tomar otra alternativa –dijo dándose la vuelta.

–Ya no hay vuelta atrás C.C. –contesto restándole importancia, ella se alejó de el, sabía que esta esta sería la última vez que se verían –Si algún día nos volvemos encontrar, asegúrate de que volvamos a ser camaradas.

–Una propuesta bastante interesante –solo le medio sonrió y salió dejándolo completamente solo.

La muerte se le acercaba y podía decir que tenía miedo de esta, además ahora por primera vez se había puesto a pensar en todas las personas que dejo morir por su ambición y ahora a las que dejaría.

Shirley, Euphie, Cloves…una lista interminables de personas, todas ellas murieron por su culpa, si pudiera pedir perdón lo haría, solo que ahora eso estaba en el pasado.

Si pudiera cambiar algo, no, en realidad ya no podía cambiar nada.

Nunca amo realmente, nunca vivió, nunca pudo sentir algo que lo hiciera agitarse de una manera tan fuerte y que le brindara esperanza.

Ahora solo había miedo, resignación, y una leve alegría porque toda esta cadena de sangre y guerra sin fin, pararía. Sabia que no seria por siempre, pero al menos esperaba que su muerte diera el suficiente tiempo para la armonia y reconstruir un mundo que estaba tan arruinado y lleno de desconfianza.

Vio aquel traje que antes había sido suyo, su mejor amigo estaba a punto de matarlo.

Los gritos se convirtieron en susurros dentro de su cabeza, con mucha rapidez Suzaku evadio toda su seguridad, Lelouch se había encargado de hacer que fuera mínima para evitar complicaciones en el plan, pronto "Zero" estaria en frente de el.

Sabia que tenia que actuar, saco el arma justo para ver como Suzaku la apartaba de un solo golpe con su espada, lanzadola por el aire.

No pudo evitar sonreir, en verdad ahora ya no tenia miedo, era una sensación bastante extraña de explicar. Luego la espada se clavo dentro de el, la sangre salía de su cuerpo, Lelouch sintió dolor y los gritos de Nunally le llegaron en la cabeza, odiaba que ella estuviera viendo su muerte. El leve susurro de Suzaku pronunciando su nombre tambien lo escucho, pero ahora tenia que despedirse.

–Este también es tu castigo… –las pocas fuerzas que tenia las estaba utilizando en esto, queria dejarle en claro la responsabilidad que implicaba llevar puesto este traje y convertirse en Zero –serás el defensor de la justicia y estarás condenado a llevar una mascara eternamente, nunca podrá vivir como Kururugi Suzaku. Sacrificaras tu propia felicidad por el bien del mundo, Para siempre…

–Acepto este Geass –sonrió al escuchar esa respuesta, había dejado este nuevo mundo en buenas manos, ya no podía sostenerse así mismo, era como cargar algo que quemaba y no dejaba respirar, nunca pensó que la muerte fuera tan lenta –pero tu Lelouch, no morirás hasta que se cumpla nuestro contrato.

No pudo responder ante eso, la espada salió de su cuerpo, esto solo hiso que mas sangre saliera, se encamino en frente y vio a todas las personas reunidas ahi, presenciando su muerte.

Cayó y ensucio el escudo con su sangre, este sería su último acto de rebeldía.

Nunnally estaba su lado.

–¿hermano? –podía morir ahora que ella estaba con el, la calidad y pequeña mano de su hermana toco la suya. El no la miraba, no quería ver como ella se daba cuenta de todo lo que había planeado, de como las cosas habían sido en realidad para llegar hasta su muerte.

–¿Todo este tiempo tu…? –las mejillas de Nunnally estaba llenas de lágrimas y apretó con mas fuerza su mano –Hermanito te quiero.

–Si, yo –se detuvo levemente a tomar un poco de aire –el destructor del viejo mundo, creador…del nuevo.

Todo se torno oscuro, solo oscuro.