Hola

Este es mi primer fic (y probablemente en único).

Este fic ya lo publiqué hace como un año en un foro que desapareció antes de publicar los dos capítulos finales. No planeaba volver a publicarlo, pero la semana pasada mi laptop sufrió un ataque masivo de virus creí que toda mi información se había perdido, pero cuando el técnico me la entregó este fic se encontraba entre lo poco que fue rescatado y entonces pensé que era buena idea publicarlo para que el capítulo final viera la luz.

Sin más espero lo disfruten.

DISCLAIMER: MSLN no me pertenece y tampoco sus personajes.

TAKE A SHOT

Capitulo 1

Eran las primeras horas de la jornada de trabajo, los pasillos lucían semivacíos, todos estaban ocupados en sus labores; Rein observaba con beneplácito como se vería mejorada la productividad de la División de Investigaciones Especiales de la TSAB, recorría una gran sala de cubículos levitando de manera tranquila saludando a quienes veía con una sonrisa. Después de un rato pensó que quizá era hora de iniciar sus labores también, y se dirigió a la oficina de la comandante de dicha división, su ama Hayate, que ya debería estar inmersa en sus labores para ese día. Rein podía dar por concluida su ronda matutina satisfactoriamente y reportar que no había ningún contratiempo.

Se sentía orgullosa de Hayate, que era de las primeras personas en iniciar labores y de las últimas en salir; además de su eficacia para resolver problemas nadie podía cuestionar el liderazgo con el que manejaba su división, conocía a la perfección las virtudes y defectos de todos los sirvientes… más bien miembros de su equipo y podía obtener lo mejor de cada quien, además de que era incorruptible, aunque a veces negociaba con las guardias y licencias por información o algún pequeño favor, pero todo era por el bien del equipo. Sabía manejarse correctamente entre los altos mandos, al fin y al cabo se le daba bien la política. Aunque sin duda había algo en lo que Hayate era la mejor, en realidad la única, y era en tratar a cierta persona cuando estaba enojada, por ello también era más que valorada.

Interrumpió su meditación cuando al estar cerca de la oficina escucho precisamente los gritos de esa persona, Takamachi Nanoha, sus gritos se escuchaban por todo el pasillo (sabía que era un dispositivo de magia poderoso pero no pudo haber invocado esa situación con solo pensarlo). Todos alrededor escuchaban atentos, consientes de que en cualquier momento sonaría una alarma para que desalojaran el edificio, Rein se acerco un poco más a la puerta para evaluar la situación, miro alrededor y los demás al percatarse de su presencia fingieron no enterarse de lo que estaba pasando lo que era difícil, y simularon seguir con sus tareas. Lo mejor era esperar, después de todo la única capaz de manejar una crisis como esa era Hayate, y se acerco a la puerta lo suficiente para escuchar mejor.

Dentro de la oficina, Hayate parecía más concentrada en una pantalla luminiscente que en las quejas de Nanoha, cuando ésta callaba la miraba de manera atenta invitándola a continuar y volvía a alternar su atención entre la pantalla, algún documento y Nanoha. Sobrellevo de esta manera la situación hasta que las manos de la cobriza golpearon sobre el escritorio provocando que algunos objetos cayeran, los documentos fueron salvados por la rápida reacción de la castaña y en la pantalla se produjo interferencia.

Hayate paso saliva, respiró profundo y miro a Nanoha con comprensión y una cálida sonrisa cerro la pantalla y se acomodo en su sillón. A Nanoha le pareció extraño el poco entusiasmo de Hayate en su problema, generalmente ya estaría bombardeándola de preguntas, pero esta vez solo la miraba atenta.

Después del breve silencio Nanoha entendió que por fin Hayate estaba dispuesta a prestarle toda su atención y siguió con su discurso.

-¡Hayate-chan, anoche llego muy tarde a la casa, y no es la primera vez en esta semana! -dijo, pero esta vez espero alguna respuesta de su interlocutora, mientras dejaba de apoyarse en el escritorio.

Hayate se había esforzado en lograr que Fate se uniera de forma permanente a su división, pues era una investigadora muy valorada en la estación espacial.

Se le auguraba un gran futuro en el espacio, más temprano que tarde llegaría a ser almirante y dirigiría una flota completa, como su madre y hermano; sin embargo, no dudo en sacrificar algunos logros profesionales a cambio de pasar más tiempo con su familia. Fate decía que esos logros llegarían igual, y le enojaba que Nanoha se sintiera culpable de ello, a su manera de ver había tomado esa decisión más por ella misma que por Nanoha y Vivio. No falto quien dijera que lo había hecho por debilidad, falta de ambición o porque Nanoha la había coaccionado. Esos comentarios enojaron mucho a la pareja pero optaron por ignorarlos.

Hayate por su parte le aseguró a Fate que las tres harían de esa división una de las más importantes e influyentes en la TSAB.

A pesar de que Fate ahora pasaba más tiempo en tierra, y cuando salía lo hacía por cortas temporadas para investigar a uno que otro planeta, los conflictos con Nanoha eran más frecuentes; y era algo que Hayate no se podía explicar; por el momento pensaba que se debía a que antes, aunque estaban ya casadas seguían siendo como novias; pero ahora era diferente, Nanoha lo asumió enseguida, pero Fate… siempre era igual con ella, se tomaba un poco más de tiempo en asimilar los cambios. Se preguntaba el porqué Nanoha conociéndola tan bien no podía ser más paciente.

Nanoha seguía esperando una respuesta, entonces la castaña abandonó sus reflexiones para por fin responder.

–Tiene mucho trabajo, y aun se está aclimatando a su nuevo puesto, sus compañeros... sabes que a ella le toma su tiempo; para esas cosas no es como tú o yo –respondió tranquila tratando de sonar convincente–. Ni siquiera ha venido a reportarse conmigo en días y…

–¡No la justifiques! –cortó Nanoha– y siempre hace este tipo de cosas porque sabe que tú la cubrirás, pero esta vez no tiene justificación alguna...

–No digas que hago eso, yo solo trato de apoyarla porque somos amigas y también te apoyo igual, además ya te lo dije lleva días sin venir y… ¿acaso crees que mi día de trabajo no necesita el breve momento de felicidad que me da su compañía?

Hayate trato de bromear para relajar un poco la situación, sabía que Nanoha estaba más calmada, y aun estaba sin saber que tan grave era el problema, pues desde que Nanoha entro solo gritó improperios contra Fate, decidió esperar a que se desahogara gritando un largo repertorio de insultos, pero ahora sabía que podía conversar con ella.

-¡Por dios!, solo quieres que te cuente cosas de nuestra relación, para no parar de burlarte de nosotras… pero… ¿Estás empezando a entender lo que trato de decirte? –dijo reclamando pero esperanzada al final.

-No, de verdad que sigo sin entender… cuando entraste hablabas de una catástrofe que podría destruir la ciudad por culpa de Fate-chan, después solo la insultaste -estaba haciéndose una idea de los motivos del enojo de su amiga, tal vez Fate no le prestaba la atención debida a Nanoha.

-Y pasará si Fate-chan sigue comportándose de esa manera -dijo volviendo a parecer enojada.

Hayate se llevo la mano a la barbilla, estaba acostumbrada a los arranques de su amiga; sin embargo, estaba convencida que era una persona madura, incluso más que ella, también era razonable, aunque a veces terminara destrozando algo o a alguien cuando no conseguía manejar su ira.

-¿Sabías que eres uno de los motivos por los cuales los magos de la TSAB gozamos del agradable privilegio que representan los limitadores? y es injusto que tú puedas usar libremente tu magia solo por ser instructora.

-¡Hayate deja de tratarme como si fuera una loca paranoica! -contesto bufando, pero cuando miro que Hayate tenía un gesto serio y decidió seguir hablando-. Empezare otra vez: ayer hable con ella por la tarde, antes de volver a casa, para saber si volvería conmigo, dijo que no podía aun, solo le faltaba organizar su reporte y estaría libre y… y…- parecía que el llanto le impediría continuar.

-Y llego tarde -termino por decir la castaña, medito por un momento, se había enterado de algunos rumores de Fate siendo muy amable con alguien, pero no les había prestado atención, estaba muy ocupada y además se trataba de Fate que solo tenía ojos para Nanoha-. ¿Te dio alguna explicación? -pregunto frunciendo el seño, tal vez no había evaluado bien la situación.

-Sí claro, una muy buena: Se quedo a ayudar a la señorita Naomi con algunas cosas -dijo con un gesto de desagrado al mencionar el nombre- después la llevo al centro, y como no podía dejarle allí sola la acompaño un rato para acabar dejándola en la puerta de su casa -respiro hondo para seguir calmada después de conseguir controlar el llanto- ¡Y tú tienes la culpa! - Hayate se echo hacia atrás ante la acusación, impresionada de la facilidad con que su amiga podía cambiar del llanto al enojo.

-Desde que asignaste a esa coqueta oportunista como su asistente durante las vacaciones de Shari, no deja de buscar a mi Fate-chan para pedirle ayuda; y no solo con el trabajo. –Explicó Nanoha, que aunque reclamaba su voz parecía más desesperada que enojada, eso era más preocupante para Hayate.

-Sabes que siempre te he ayudado y… tienes razón, eso no puede ser…- mientras decía esto Hayate abría una pantalla en un costado, solicitando el expediente de la tal Naomi, cuando observo la foto de esta levanto la ceja al comprobar que era una chica muy bella, confiaba por completo en Fate, pero esa chica…

-Estoy desesperada. Siempre hay alguien tratando de quitármela ¿Por qué Hayate-chan?- intervino Nanoha al borde de las lágrimas nuevamente.

Hayate tenía muchas respuestas a esa pregunta, enseguida las repaso en su mente recreando a Fate en su barrier jaquet, le encantaba porque la idea original del diseño era suya, fue tan feliz cuando Fate lo aprobó; sin embargo cuando Nanoha intervino tuvo que hacer cambios para que fuera más recatado, claro si por ella fuera Fate vestiría como monja, de cualquier manera seguía luciendo muy bien. Y los ojos de Fate eran los más bellos en todos los mundos que había visitado, su cabello, su sonrisa, su voz, y…

-¿Hayate-chan?- intervino Nanoha sacándola de ese lapso de ensoñación -deja de sonreír de esa manera tan… boba y… ¿estabas suspirando?

Hayate sacudió la cabeza negando, se despabilo un poco, cerró la pantalla, y se puso de pie rodeando el escritorio, coloco una mano en el hombro de su amiga.

-Vamos a sentarnos un momento, nos relajaremos y sobretodo no digas que creo que eres una loca paranoica, nadie piensa eso de ti. Fate te ama, y lo sabes de sobra… Lo que pasa es que es muy amable y la gente se aprovecha o malinterpreta esa amabilidad -decía mientras se acomodaban en el sofá.

-Es una tonta ilusa. Pero, ¿qué hago Hayate-chan?- Decía haciendo un puchero

-Te diré que haremos: La señorita Naomi será promovida.

-¡¿Qué estás diciendo? No puedes simplemente enviarla a un lugar horrible, muy lejos de aquí. Piensas conseguirle un premio por tratar de quitarme a mi Fate-chan.

Hayate respiro Hondo y después sonrió -Tiene que ser un lindo lugar, eso sí muy lejos de aquí, al que Fate-chan jamás deba ir por ninguna razón, y con promoción para que no sea movida de ahí en… diez años, por lo menos- dijo mientras le guiñaba el ojo.

Nanoha guardo silencio un momento, después se dibujo una sonrisa en su rostro –¡ah lo entiendo!... me sorprendes Hayate-chan, ahora sé porque dicen que eres asombrosa y con razón has llegado tan lejos.

-Pero Nanoha-chan, si tu y Fate-chan hubieran usado la mitad del tiempo que pasaron haciéndose arrumacos en estudiar y trabajar, ahora mismo podrías ser mi jefa –dijo con una risilla burlona.

-Nyahaha, pero qué dices, si Fate-chan y yo no… es que lo dices como si pasáramos así todo el tiempo.

-tienes razón, si así fuera no estarías quejándote ahora mismo.

-Deja de burlarte de mí –le advirtió dándole un empujón–. Ahora dime ¿cuándo te ocuparas de ese asunto?

-Ahora mismo le diré a Rein que hable con algunas personas. Así que Nanoha-chan hoy podrás dormir tranquila. Esperemos que esa señorita no quiera una despedida especial… pero le pediré a Fate-chan que me ayude, así estaremos tranquilas mientras esa chica se va –Hayate sonreía satisfecha por el ánimo renovado que mostraba su amiga.

-¡Gracias Hayate-chan!, eres la mejor de las amigas. Bueno eso ya lo sabes porque siempre te lo digo –calló un momento cuando se percato que la oficina estaba llena de cajas de expedientes– ¿De verdad tienes mucho trabajo?, porque pensé que fingías estar ocupada para ignorarme.

–¿Ignorarte? Jamás haría algo así. –Decía mientras se dirigía nuevamente a su escritorio –La verdad es que estamos apretados con el trabajo; pero todo se está solucionando, así que el próximo mes estará más tranquilo para nosotros… y entonces saldremos a celebrar. Hace tiempo que no tenemos una juerga juntas por las calles de Tokio… y no permitiré que te niegues, pues solo así dejare de pensar que solo vienes a verme cada vez que tienes problemas.

–Como puedes decir eso, Hayate-chan, sabes que eres mi mejor amiga; pero entiende como es la vida de casada y también soy madre de familia, por favor tienes que ser comprensiva.

–Está bien, pero me lo debes… ¿en qué más te puedo servir?

–No quería abusar pero…–Nanoha noto como la sonrisa abandonaba a su amiga, se sintió satisfecha de ser la única que podía lograr eso–. ¿Podrías hacer que aceptaran las propuestas que tengo para el plan de estudios de la escuela de Vivio?

–Diablos Nanoha, yo no tengo tanta influencia –sin embargo pensó que era un buen reto que las ideas de su amiga acerca de la formación de las nuevas generaciones de magos fueran escuchadas– aunque trataré que conseguir que alguien las revise. Pero hasta el próximo mes… ¿es todo?

–Sí, pero si hay algo más no dudes que te lo hare saber. Aunque… –El tono de Nanoha era más sereno –Hayate-chan, ¿soy yo o estás un poco distraída?

Hayate trato de disimular la sorpresa que le causo la pregunta, ese gesto no paso desapercibido por Nanoha.

–Es solo el trabajo, quiero terminarlo lo más rápido posible para ocuparme de otras cosas pendientes. –dijo mientras reacomodaba documentos sobre su escritorio.

–Sabes que puedes contar conmigo para resolver cualquier cosa. ¿Lo sabes verdad? –dijo con una sonrisa sincera.

–Claro que lo sé, pero de verdad que no hay nada porque preocuparse.

–Entonces te dejo trabajar; aunque no parezca también estoy muy ocupada.

–Adiós Nanoha-chan ha sido un placer ayudarte. –Contesto cordialmente mientras veía como su amiga se retiraba y enseguida entraba Rien.

–Rein tengo trabajo para ti…

-o-

Varios días después todo era paz y calma en la oficina de la comandante cuando la mayoría ya había concluido sus labores, ésta se encontraba aun trabajando ayudada por Fate.

–Fate-chan te agradezco mucho la ayuda. –dijo mientras acomodaba a Rein en su cómodo compartimento portátil pues estaba totalmente dormida.

–No es nada, me gusta ayudarte y estar contigo; pero siempre y cuando no me hagas la comidilla –Contesto Fate sin apartar la vista de de un expediente.

–Pero Fate-chan rompes mi corazón, porque me dices cosas tan duras después de pasar días sin venir, estuve muy sola… Nanoha-chan siempre me abandona pero tú… realmente no lo esperaba –dijo haciendo un puchero y fingió limpiarse el llanto.

–No fue para tanto, fueron pocos días, estuve un poco ocupada y… –se detuvo de golpe y respiro profundo, mientras buscaba la manera de de abordar un tema, después bajo la mirada.

-Sabes que puedes contarme todo.

Fate y Hayate tenían en común una infancia marcada por la pérdida de sus seres queridos y una infancia donde ambas deseaban el afecto de sus familiares, por eso compartían una profunda amistad.

En cierta forma eso influía en la forma en que enfrentaban algunos conflictos. A Fate y a Nanoha les preocupaba el que Hayate no dudara en poner en riesgo su posición, prácticamente apostaba a todo o nada por mantener el bienestar de todos y las causas que consideraba justas. Por otro lado tanto a Hayate como a Nanoha les preocupaba más Fate, que no dudaba en poner en riesgo su propia vida por proteger a los demás, Nanoha seguía a sus amigas en esa actitud suicida, ella tenía la voluntad y fuerza para hacer que las cosas fueran bien, una vez en batalla tenía solo una elección "ganar". Había una confianza ciega entre ellas… una amistad inquebrantable.

–Hayate, este… ¿siempre estas enterada de lo que ocurre? –dijo al fin después de acomodarse en el sillón.

–Quizá, ¿de qué se trata? –dijo mientras apartaba todo para prestar totalmente su atención.

–Nanoha, ella estaba molesta por mi causa –Volvió a guardar silencio mientras parecía repasar algo en su mente.

–Sabes que cuentas conmigo, solo cuéntamelo todo.

–Eso ya está solucionado… ella estaba celosa por una chica, que fue mi asistente durante las vacaciones de Shari, no era de aquí, y le estaba siendo difícil adaptarse a todo; y yo… trate de ayudarla a que se sintiera cómoda, a Nanoha no le gusto, pues pensaba que le prestaba más atención de la necesaria además de que creía que podía engañarla con ella. No sé cómo puede pensar eso… Y esta chica fue transferida, parece que a un lugar mejor con un cargo más alto; me alegro por ella. –Hayate escucho atenta.

–¿Hayate? –interrogo Fate, impaciente por tener una respuesta.

–Te he dicho antes, que a veces eres demasiado amable para tu propio bien. Y entiendo lo que siente Nanoha-chan… tú también deberías. No creas que todo el que se te acerca solo pretende tener una linda amistad contigo y nada más. Recuerda en el instituto como los chicos… y chicas te rodeaban como moscas y no supe que alguno quisiera ser nada más tu amigo. Creí que Nanoha-chan superaría los celos desde entonces… pero no ocurrió así. Volviendo a ti, solo recuerda como te pones con Yunno.

–Es muy diferente –contesto Fate haciendo obvia su molestia por la mención de Yunno.

–Dime ¿en qué es diferente? Porque yo lo veo igual.

–Lo conoce desde antes que a mí, y él la llama a casa y hasta la visita en los entrenamientos, cuando no estoy acompañándola… y eso prueba sus intensiones.

–No me digas… –dijo Hayate, suspiro mientras veía a Fate cruzarse de brazos. –Fate-chan ella lo ve como un amigo, como una mascota, un hurón, un animalito sin atractivo para ella, totalmente asexuado. Te he repetido hasta el cansancio que no es competencia para ti.

–¿Ella te ha asegurado eso? – Hayate no respondió esperando que entendiera que la respuesta era una obviedad, -¿Si lo ve así porque no se lo ha hace saber?

–Hay que dejarle algo de dignidad al hombre, ni yo quiero saber que se lo dice, soy perversa pero no cruel.

–Pero hay algo que me molesta, y es porque hay algún motivo, ¿no crees?

–Nanoha-chan se la pasa molesta, entonces… ¿hay motivos?

–No…

–Fate-chan tú la amas y ya elegiste pasar el resto de tu vida a su lado y tienes que asumirlo, estar con ella debe ser tu prioridad y no hacer favores a todo el que te lo pida. A mi modo de ver sigues comportándote como si aun fueran novias y tuvieras una larga licencia de la estación interdimensional, ahora tienes que asumir tu nueva vida y ya sabes… encontrar la manera de vivir juntas, ser felices y todo lo demás. Ella ya tiene eso bien asimilado y te estás rezagando cuando deberías ir codo a codo con ella –Fate dejo el gesto enojo parecía un poco sorprendida por las afirmaciones de Hayate.

–Confiar en ella te ayudaría mucho; aunque ayudaría más que confiaras en ti misma y superes esas dudas acerca de de ti y tus elecciones –termino por decir Hayate al ver que Fate seguía en silencio.

Fate tenía toda su atención puesta en las palabras de Hayate, y cuando termino las repaso una vez más en su mente.

–De verdad que lo intento –dijo Fate dejándose caer en el respaldo con algo de pesadez.

–No es justo para ella que haya ocasiones en que solo cuenten con su voluntad para seguir adelante –al oír esto la cara de Fate se mostro preocupada– Vamos no te angusties, yo se que encontraras la manera de estar siempre a su lado y ella siempre estará contigo no importa la cantidad de errores domésticos que acumules. –Se quedaron en silencio un rato, Hayate entendió que Fate estaba meditando lo que acababa de decirle.

–¿y mi familia y amigos? –a la castaña le sorprendió esta pregunta, en todo su discurso le decía a Fate que su prioridad debía ser su familia la que ahora formaba con Nanoha y ahora hacía esa pregunta.

–Todos estaremos a t lado… nadie te abandonara.

Volvieron a quedar en silencio un rato para luego intentar retomar el trabajo. Pero después de unos minutos bailaba una sonrisa en la boca de Fate.

– ¿Qué? –cuestiono Hayate levantando una ceja.

–No creo que no supieras del motivo de enojo de Nanoha. Sé que hubo rumores acerca de mi asistente y yo.

–Escuche cosas, pero no merecían mi atención, no te preocupes que la TSAB no es un hervidero de chismes. –lo último lo dijo con sarcasmo.

–Pero no hice nada malo, y me molesta cómo puede un rumor distraer tanto a la gente de las cosas que de verdad son importantes.

Este último comentario atrajo por completo la atención de Hayate, que para entonces estaba revisando datos en una pantalla a su costado, se detuvo y giro por completo hacia Fate.

–No satanices de esa forma un rumor muchas veces depende más de la interpretación de la gente –Fate sonrió de medio lado pensando que esa no podía ser el verdadero sentir de la castaña respecto al tema.

–No puedes pensar eso, ¿recuerdas como llego el general Lenard a tener un escaño en el consejo? –Dijo Fate mientras la castaña asintió–. Soltó el rumor de que como candidato contaría con el apoyo de la mayoría de los generales, y no era así; pero todos confiaron en que si contaba con el apoyo de los demás era porque lo consideraban una buena elección. El resultado fue que estando ya en el consejo todos se dieron cuenta de que la mayoría prefería a otros candidatos y ahora presume que fue una jugada maestra como si hubiera sido legítimo hacer realidad sus ambiciones de esa forma.

–Fate-chan, estoy de acuerdo contigo, pero es peligroso expresar esas ideas tan abiertamente; Desde lo que paso con el General Regius, aprovecharon para poner marca personal a algunos Generales, estoy segura que estoy entre esos… y podría poner una barrera para conservar mi privacidad pero eso solo haría parecer más sospechosa mi actitud.

–No pensé que las cosas llegaran tan lejos. –Dijo Fate sorprendida, porque no tenía la menor idea que se les estaban haciendo eso a los Generales como su amiga–. En el espacio es diferente.

–Piensan que como se mueven tanto no podrían planear una conspiración. Además está bien, pues no tenemos nada que ocultar. Confío que no dure mucho, ya hay algunos altos mandos inconformes con eso. De verdad que me tiene sin cuidado.

Después de decir esto Hayate se quedo callada, ya no hacía nada solo permaneció pensativa, demasiado según Fate, quien empezó a acomodar todo.

–Creo que hoy no te he ayudado mucho. –dijo Fate para recordarle que aun estaba ahí

–Está bien, ya tenemos mucho adelantado.

–Hayate… tú también puedes contármelo todo –dijo Fate con una sonrisa sincera, cuando Hayate la miro le pareció hermosa y correspondió con una sonrisa.

–Lo sé y te lo agradezco, pero no hay mucho que contar y no hagas esperar más a Nanoha-chan.

Fate se retiro y mientras lo hacia Hayate seguía pensando en la palabras de Fate "cómo es que un rumor distrae tanto a la gente de las cosas que de verdad son importantes", "como si hubiera sido legítimo hacer realidad sus ambiciones de esa forma", las repaso varias veces en su mente hasta que se dibujo una sonrisa en sus labios.

En ese momento el compartimiento de Rein se abrió lentamente y ésta salió apenas abriendo los ojos.

–pareces más animada Hayate

–Lo estoy Fate-chan acaba de darme una idea para resolver algo –el pequeño dispositivo miraba interrogante–. Rein podrías contar por ahí y acá que Fate-chan ha pasado mucho tiempo aquí sin que estés presente –terminó por decir Hayate.

Rein guardo silencio, la verdad no entendía nada.

-o-

Fate se apresuro a llegar a casa y se llevo una agradable sorpresa encontrándose a Nanoha y a Vivio esperándola para cenar, se sintió un poco culpable por haberse atrasado hablando con Hayate; sin embargo por esa conversación había descubierto cosas importantes.

Adoraba este tipo de vida definitivamente. Tuvieron una cena muy amena, converso con Vivio sobre la escuela y sus amigas mientras recogían la mesa; pero ya era hora de que Vivio fuera a la cama, la acompaño para poder arroparla. Después se reunió con Nanoha en su habitación, ya estaba en la cama, tenía encendida una pantalla donde revisaba estadísticas, mismas que cerro cuando Fate se recostó a su lado.

–¿Fate-chan, porqué estas tan pensativa? –pregunto mientras se giraba hacia Fate, quien miraba hacia el techo.

–Yo… no es nada… bueno hay algunas cosas pero ninguna grave.

–Entonces es lo de siempre. Ya sé que piensas que no hay manera de que entienda como sientes… –Fate se giro para mirarla, le pareció tan bella que distrajo su atención, –pero sí te entiendo… porque te amo –termino diciendo con una sonrisa en los labios.

–Nanoha, ¿porqué sonríes?

–Tú eres lo mejor que tengo Fate-chan y sí en ocasiones con solo pensar en ti soy feliz imagina cuando puedo verte y tocarte –dijo mientras se abrazaba a ella.

Fate lo había pensado en el camino de regreso a casa, tenía decidido asumir su vida de casada; como le había aconsejado Hayate y por algo debía empezar.

–Yo… he pensado que debo cambiar el auto por uno más familiar. Ya sabes ahora no estoy más en la estación espacial, paso más tiempo aquí y… estamos casadas; tenemos una hija, vivimos en los suburbios… ¿Nanoha?

Nanoha no contuvo más su felicidad, apretó más su abrazo y la beso en los labios.

–Gracias Fate-chan. Me gustabas mucho en tu auto pero también creo que debemos tener una camioneta. Iremos a escogerla esta misma semana.

Fate tenía ganas de golpearse la frente, planeaba cambiar el auto por un sedan más grande de lujo y cuatro puertas, para nada tenía en mente una camioneta. Por su parte Nanoha estaba feliz, se imaginaba a su familia yendo de vacaciones en su camioneta nueva. Además confiaba en que muchas personas dejarían de ver a Fate tan atractiva. Y luego de un rato de disfrutar su felicidad se dio cuenta de que su compañera volvía e estar distraída mirando al techo.

–Fate-chan, ¿hay algo más verdad?

–Yo… creo que Hayate me está haciendo a un lado en una investigación. He estado indagando por mi cuenta y no conseguí nada, pero parece importante. Además la he visto preocupada.

–¿Hayate-chan?, ella no te dejaría fuera si se tratara de algo importante, se supone que para eso te trajo. Por otro lado parece estar todo tranquilo en la jurisdicción de la TSAB incluso en los mundos no administrados, solo cosas de rutina… aunque podría ser algo político… –ambas guardaron silencio un momento.

–También yo la he notado distraída, de hecho le pregunte y dijo que era porque tenía mucho trabajo –agregó Nanoha.

–Tienes razón puede ser político. ¿Sabías que el ala principal vigila a varios generales? –Nanoha negó con gesto de incredulidad, –parece que Hayate está entre ellos.

–No es posible…

–Me lo dijo esta misma tarde; confía en que sea pasajero… pero no entiendo, porque mi mama no me ha contado nada –Fate miro a Nanoha, parecía realmente impresionada con esa noticia, entonces le sonrió, para tratar de tranquilizarla –Hayate parece no darle tanta importancia.

–Podría ser que nos oculta algo porque no desea que se entere el ala principal, se me ocurre que puedo preguntarle en el campo de practica ahí es más fácil poner una barrera sin despertar sospechas –terminó por decir Nanoha.

–Es una buena idea…

–Fate-chan quizá estamos exagerando y en realidad se trata de algo personal. Que tal que esté pensando en comprometerse o algo así –Fate solo abrió la boca pero no pudo decir nada– podría sentir envidia de vernos tan felices juntas y quiera intentarlo.

Fate Jamás hubiera pensado que por la mente de Hayate pasara la idea de comprometerse, ¿Para qué querría hacerlo?, entonces sintió a Nanoha recostarse sobre ella, le dio un ligero beso en los labios, y al separarse le dijo –¿crees que no vale la pena comprometerse para poder llevar una vida como la nuestra?

Lo único que Fate podía pensar era "¡claro que valía la pena estar comprometida!".

N/A: Sé que todavía no sabemos por donde ira la historia, esa es una sorpresa para el siguiente, por favor sean pacientes. Además me disculpo por las faltas de ortografía, gramaticales y de sentido común; la única pretensión con escribir esto es que todos pasemos un buenrato.

Saludos y gracias por leer