Los personajes y la trama original pertenecen a J. K. Rowling.

Esta escena se desarrolla durante la primera clase de Pociones de Harry, pero contiene spoilers del séptimo libro.


Primer encuentro

Severus Snape nunca sonreía. Severus Snape no tenía sentimientos. Él podía leer aquello cada día en las caras desconfiadas de sus alumnos, pero en aquel momento cualquiera hubiera jurado que una leve sonrisa soñadora se dibujaba en su rostro. Y es que, después de todo, Severus Snape también era humano.

Abrumado por los recuerdos, se había abandonado a una época mejor. No era un hombre que se dejase llevar tan fácilmente, su pasado solía ser poco más que una oscura mancha que le perseguía y le ahogaba. Pero en aquel momento era distinto. De pronto, una sensación olvidada, casi desconocida para él, le provocó el deseo de recordar. El pasado era hermoso. Y la culpa la tenían un par de ojos verdes. Un par de ojos verdes que le miraban expectantes tras uno de los pupitres.

Al entrar en el frío calabozo su corazón se había detenido durante un segundo. Lily, la dulce Lily volvía a aparecer ante él. Sin embargo, esta vez Lily era mucho más real, mucho más sólida de lo que habituaba a parecer. Y tenía el pelo negro. Desordenado cabello azabache que ocultaba una fea cicatriz en su frente. No, definitivamente no era Lily... Era su hijo.

Le observó con atención mientras empezaba a pasar lista. Los alumnos iban respondiendo tímidamente cuando los nombraba, pero él no prestaba mucha atención. Aquel chico, el culpable de que el dolor que conllevaba recordar volviese a ahogar su corazón, le miraba con altanería. Sentado en el claustrofóbico y húmedo calabozo, el chico debería haber temblado, debería haber deseado volverse pequeño e invisible para poder huir de la fría y analizadora mirada del profesor. Pero el chico seguía sin callarse, parloteando y mirándole con desafío y desparpajo.

Y Snape lo comprendió. Lo comprendió y se sintió ultrajado. Una vez más se habían burlado de él. Porque el que le miraba desde el pupitre, provocándole, hiriéndole, era Potter. James Potter le miraba oculto tras los ojos de Lily, que habían perdido su ternura para adoptar esa odiosa expresión de suficiencia propia del buscador.

Leyó el siguiente nombre de la lista y sus labios se negaron a pronunciarlo. Pero Severus Snape no tenía sentimientos, se recordó. Así debía ser si quería sobrevivir. Si quería conservar la fuerza para cumplir su misión.

—Ah, sí —murmuró—. Harry Potter. Nuestra nueva... celebridad.

Supo que cada vez que tuviera que mirarle, James aparecería ante sus ojos. Y se prometió venganza, sin piedad, sin pensar que aquel no era realmente el hombre al que odiaba, porque, maldito fuera el destino, él también era humano. Supo que Lily ya no desaparecería de sus sueños. Y se prometió que protegería a aquel muchacho al que ya odiaba. Aunque le costase la vida y la cordura, lo haría. Por sí mismo. Por Lily. Porque se lo debía.


N/A: Este es el primer fic que escribo, aunque no el primer relato. Nunca me había atrevido a manejar los personajes de otra persona por miedo a deformarlos y terminar reinventándolos (algo que realmente detesto), pero creo que por Severus Snape vale la pena hacer un esfuerzo. Por esa razón también es un texto tan cortito, estoy segura que de haberlo alargado, estropear la magia (y nunca mejor dicho xD) habría sido inevitable.

Si os animáis a dejarme alguna review, me haría mucha ilusión, no busco alabanzas, cualquier comentario será bien recibido.

Espero que esté a la altura de los lectores que entren a echar un vistacillo.