Holis mis chicos he vuelto con una nueva historia. Espero que les agrade. Esta idea nació gracias a que he encontrado muchos fics en donde Leo está enfermo y dije¿y porque yo no tengo uno? Y así fue como se me ocurrió.
P.d lamentó si hay horrores de ortografía. Esta historia fue de último minuto.
LAS TMNT NO ME PERTECEN, SON DE NICK AHORA
Marisa ...
En la ciudad de Nueva York, en el lugar más desagradable se encontraba viviendo una extraña familia desde hace 5 años.
Hamato Yoshi, o Splinter como sus hijos le decían, mutó en una rata gigante y sus hijos eran 4 tortugas mutantes de 5 añitos.
Eran la familia más extraña del mundo, pero sin duda alguna la más feliz.
Ese día,todo se veía normal. Splinter limpiando la casa y sus hijos jugando, pero no sabían que algo estaba por ocurrir, algo que pondría en peligro la vida del mayor de los quelonios si no tenían cuidado. -Ya niños dejen de pelear- Dijo Splinter al ver a su pequeño Rafael peleando con Donatello por un peluche, ambos tiraban de los brazos del muñeco.
-Pero papá. Es mío.-se defendió el de morado.
-Eso no es cierto, es mío.- Dijo Rafael.
Splinter tomó con cuidado el peluche y lo observó detenidamente, luego comenzó a reír. Sus hijos lo vieron cara de duda (n/a:de esasque te dice WTF)
-Me temo que están equivocados hijos. Este muñeco es de Miguel Ángel. Los suyos seguramente están en sus habitaciones.-inmediatamente salieron disparados cuando escucharon el posible lugar dondese podía encontrar sus juguetes.
Splinter busco con la mirada a sus demás hijos, Mickey estaba viendo la television, busco con la mirada a su otro hijo. Leonardo está sentado al lado de Mickey, pero parecía que le costaba respirar.
-Leonardo,¿te sientes bien?-pregunto preocupado -más o menos papi. No puedo respirar bien.- respondió, su padre al oírlo se acercó para cerciorarse de que no fuera grave.
-Vuelve a respirar -le ordenó cuando acercó su oído a su pecho. El niño obedeció, pero no parecía tener algo que le obstruyera en los pulmones -Mmmmm. Tal vez si descansas un poco.- el niño asintió y se levantó de su lugar, pero la habitación comenzó a dar vueltas y tambaleo.
-¡LEONARDO! -Grito Splinter al ver a su hijo casi caer al suelo.- ¿Como te sientes?-
-Todo da vueltas. Me siento mareado.- Dijo mientras cerraba sus ojos para evitar que la habitación girará. Splinter tomó en sus brazos a su hijo y lo arropo con cuidado.
A Splinter le procupaba la salud de su hijo. Esperaba que con el descanso se recuperará, pero ese solo fue el comienzo.
El resto del día fue normal. Escandalosamente normal. Sus otros 3 hijos peleando por juguetes, por ver quien ganó que juego. Ya saben cosas por las que los niños se pelean.
Dadas las 9 de la noche, decidió mnadar a dormir a sus hijos.
-Pero no tenemos sueño.- se quejaron Rafa y Donnie. -Aún queremos jugar.-respondió el quelonio más infantil dando brinquitos demostrando que aún tenían energía.
-lo sé. Pero deben descansar.- Dijo mientras prácticamente los arrastraba a sus camitas.
Los niños suspiraron resignados y dejaron que su padre los acomodara en sus camas.
Con sus pequeñitos acomodados, sale de las habitaciones y se dirige a la de su hijo mayor. Lo encuentra durmiendo tranquilamente, o eso parecía. Cerro la puerta y fue al dojo a meditar. Cerro sus ojos y comenzó a meditar. Sentía que casi alcanzaba la iluminación, cuando escucho la puerta del dojo abrirse.
Abrió sus ojos para encontrar a su hijo Leonardo que caminaba hacia el, su manita la tenía en su pecho.
-Leonardo, hijo ¿que ocurre?- Dijo al tenerlo cerca.
-Papi, me duele mi pecho.- a Splinter le aterro escuchar eso.
-¿Dónde exactamente?- pregunto, pero su hijo no pudo responder por que cayó al suelo.
El maestro se apresuró para socorrer a su hijo, acercó su oído al pecho del quelonio, pero para su mala suerte, el corazón de este no se escuchaba.
Rápidamente comenzó con la resucitacion cardio-pulmonar. No podía permitir que su hijo muriera. Habia perdido a su hija y a su esposa, no permitiría que la vida de su hijo se le escapara si podía hacer algo para salvarlo.
Pasaron 2 minutos y 45 segundos y noto que su hijo comenzó a respirar. Le tomó el pulso y lo encontró, suspiro aliviado, pero su hijo no despertaba. Decidió llevarlo a su cama para que se recuperará.
Aún nervioso tomó en sus brazos el cuerpo inconsiente de Leonardo y lo llevó a su habitación.
Lo arropo y acarició su rosotro.
-Que susto me diste hijo. Creo que dedo tener cuidado contigo por cualquier cosa. Descansa.- y le beso la frente. Decidió quedarse a vigilar a su hijo, por si acaso. Tomó una silla y comenzó a velar el sueño de su pequeño.
En el transcurso de la noche, estaba indeciso sobre si decirle a sus otros hijos sobre el estado de su hermano, pero no quería asustarlos pues eran muy pequeños. Cerca de las 7 de la mañana sus ojos se cerrron.
Lentamente Leonardo comenzó a despertar 5 minutos después, se estiró y vio a su padre a su lado.
-Papi ¿que pasó? ¿Por que estas aquí?- pregunto despertando a su padre.
Splinter al ver a su hijo despierto se alegro mucho.
-¿Como te sientes Leonardo?- la pregunta extraño al chico.
-Bien.¿que pasó papi?- Splinter se sorprendió al ver que su hijo no recordaba nada de lo que le había pasado. Tal vez al caer se golpeó la cabeza, pensó. -Tuviste una pesadilla, así que vive a velar tu sueño.- el quelonio abrazo a su padre.
-Gracias papi. Te quiero mucho.- y le dio un beso en la mejilla.
-Bueno, es hora de desayunar..- Leonardo se levantó rápidamente y comenzó a despertar a sus hermanos. Splinter sonrió al ver a su hijo bien, pero no se esperaba que su enfermedad se complicará con el paso de los años...
¿Y bien? Quieren que la continúe? Si no díganme para que la quite. Lamento si fue algo corto, pero sólo será este, los demás sin duda alguna serán más largos que este.
Espero sus reviews y gracias por leer mis historias. Cuídense mis chicos.
Marisa.
