Una noche mas Sanzo no podía dormir, estaba demasiado confuso y solo podía perderse en sus propios pensamientos, así eran sus noches desde hacía ya una semana. Su mirada siempre puesta en Goku que dormía plácidamente ajeno a todo.
El monje era consciente de que siempre había amado a Goku y jamás lo vio como algo malo pues era su pupilo y casi como un hijo para él pero sin darse cuenta eso fue cambiando, o tal vez si y no quiso verlo, el problema era que ahora ya no podía evitar ese sentimiento que crecía dentro de él, sabía que no era correcto pero amaba y deseaba a ese estúpido mono y comenzaba a ser casi insoportable tenerlo cerca y no besarle. Savia que Goku también sentía lo mismo por él pues fue la confesión de ese maldito mono lo que causo que Sanzo ya no pudiera negarse a si mismo sus sentimientos hacia él. Hacía ya una semana, mientras Goku creía dormido a Sanzo, este se acerco a la cama del monje y casi en un susurro se confesó " sé que no me oyes pero esto no sería capaz de decírtelo si estuvieses despierto pues temo que me odiarás y eso no podría soportarlo, Sanzo yo ... te amo".
-Maldito mono estúpido- Dijo Sanzo mientras no podía evitar sonreír ante el recuerdo de esa confesión de su mono, pues lo que Goku no sabía era que Sanzo no estaba dormido y que escucho toda su confesión sintiendo como su corazón casi saltaba de felicidad. Apago su cigarro y con determinación se acerco hasta la cama de Goku, acarició el cabello y luego su mejilla; acerco sus labios a la oreja de Goku y susurrando dijo " yo también te amo Goku" Cuando levanto la cabeza pudo ver que Goku estaba despierto mirándole con una dulce sonrisa, eso sí que no lo esperaba Sanzo pero ahora ya no pensaba echarse atrás y simplemente devolvió la sonrisa a su mono mientras besaba dulcemente sus labios. Para bien o para mal ya no había vuelta atrás, ambos lo sabían y no les importaba pues todo lo que necesitaban era el amor del otro.
