¡Hola a todos! Me gustaría deciros que me encanta leer fanfics, siempre que puedo me paso por la página. Y hasta hoy nunca me había atrevido a subir ninguna historia. Me encantaría que le echaran un vistazo y me dijeran que les parece. Es un capítulo bastante corto, pero... si gusta me esforzaré al máximo para continuar mi primera historia!
Ni la historia ni los personajes me pertenecen. Son obra de Hiromi Arakawa.
Capítulo 1: Volver a vernos
Han pasado tres años desde que abandonaran Rizenbool, tres años desde que vieron ese ser volver de entre los muertos…
-Oye hermano. ¿Crees que vamos en buen camino?- Preguntó una armadura gigante al rubio con trenza que tenía al lado.
-No lo sé, Al- El rubio bajito contestó a la gran armadura con rostro preocupado.
A decir verdad, esta extraña pareja llamaba la atención de aquel vagón. Todos los miraban extrañados, todos, excepto una niña pequeña de ojos claros y pelo castaño. Miraba a Al con una gran sonrisa y ojos de admiración.
-¿Mira Al, parece que le has caído bien!
Al miró a su hermano, sabía que la gente solía mirarlo con desprecio, notaba sus miradas clavadas como puñales. Y también sabía que Ed nunca se perdonaría a sí mismo, porqué se sentía demasiado culpable por haber tenido que ligar el alma de su querido hermano en esta grande y llamativa armadura.
-¿Si, onichan!- Creo que le he caído muy bien!- Al lo dijo sonriendo, calmando así un poco más los sentimientos de culpa de Edward.
El tren viajaba deprisa, llevaban dos horas de viaje y ya sólo les quedaba una parada. Enseguida llegarían a Rizembool, su hogar.
Edward ya estaba temblando por temor a la reacción de su amiga y mecánica Winry…
¿Qué le haría al descubrir que su automail había sido destruido? Sólo de pensarlo le entraban escalofríos.
Hacía un sol magnífico, ni una sola nube se atrevía a tapar el cielo azul de Risembool.
La abuela Pinako cocinaba uno de sus mejores estofados en la cocina, mientras Winry seguía en el taller concentrada en su nuevo automail. Winry ya no era esa niña pequeña que recordaban los hermanos Elric, su cuerpo había cambiado, su cuerpo ya era el cuerpo de una mujer.
Winry salió al balcón para despejarse, llevaba varias horas sin apartar la vista del automail, así que pensó que un poco de aire fresco no le iría del todo mal.
Estaba ensimismada mirando hacia el paisaje tan verde y característico de Risembool cuando descubrió a lo lejos unas figuras que le resultaban familiares.
-¿Edward?, ¿Alphone?- Winry había esperado este momento desde el día en que esos dos hermanos se habían marchado y la habían dejado allí con su abuela. Bajó corriendo las escaleras para estar junto a Pinako y recibir a Ed y Al. Cuánto más se acercaban, más nerviosa se ponía Winry. Había pasado demasiado tiempo, no sabría que decirles… entonces fue cuando vio que el automail de Ed era casi inexistente.
Sin que nadie lo esperara, una llave inglesa aterrizó sobre la cabeza del pobre Edward.
-Ouch, ouch, ouch!- Ed sabía que Winry se enfadaría con él al enseñarle su brazo, pero tanto… Cayó de espaldas sobre la verde y húmeda hierba.
-¡Onichan! ¿Estás bien?- Alphonse también sabía que Winry era muy fuerte cuando se enojaba, así que estaba bastante preocupado por su hermano. Ese golpe había sido demasiado fuerte.
-¡EDWARD ELRIC! ¿Se puede saber que has hecho para destrozar de esta manera mi automail?- Winry chillaba como una loca, sus cabellos largos y rubios se movían al son de sus palabras. Sus ojos azules reflejaban enfado, pero en realidad, ella lo que más sentía era temor. Si Ed había vuelto con el automail en ese estado significaba que se había expuesto ante un gran peligro, incluso habría podido morir.
Esa idea pareció reflejarse en su rostro, su abuela la miraba con preocupación y Al no podía dejar de mirarla.
Ed por fin se había puesto en pie, abrazó fuerte a la abuela Pinako y a Winry y entró en la cocina mientras se frotaba el estómago que rugía de hambre. Pero no se sentaría todavía a cenar, pues la abuela no había acabado así que prefirió irse a la ducha.
Mientras se duchaba, Al se quedó en la cocina explicando todas las historias y lo ocurrido durante todo ese tiempo. Él lo explicaba como anécdotas, mientras que Winry no lo sentía así. A medida que avanzaba la historia las lágrimas iban nublando su vista.
-Winry… Estamos bien, ha sido un viaje duro pero lo hemos superado. No tienes de que preocuparte.- Al se había dado cuenta de la preocupación de Winry, así que pensó que lo mejor sería no darle más importancia al asunto. En ese momento, Winry decidió que la próxima vez viajaría con ellos. Si ellos corrían tal peligro como para no poder regresar, no se quedaría de brazos cruzados esperando el momento en que el coronel Mustang le diera la noticia de que algo malo les había pasado a los hermanos Elric. Quería ayudarlos como fuera.
¡Y hasta aquí el primer capítulo! ¿Que les pareció? Cualquier comentario me haría especial ilusión, si con eso me ayudan a mejorar. :)
