Sasuke-sensei.
¡Hola chiquillas mías! Jajaja ya se, asi de que demonios le pasa a ¨Kasai que solo escribe, escribe y no termina, lo siento, de verdad que no es mi intención, pero. De plano no pude olvidarme de ella y pues aquí está el primer capítulo.
Advertencias, ligero lime, muy chafita a mi parecer asi que, nos vemos abajo. Gracias por su apoyo y pues, besos a todas.
Sasuke-sensei.
Respiraba agitadamente, sus piernas se apretaban en un intento por detener aquel intruso dedo, pero… cada caricia otorgada a la piel de su espalda le hacia perder el control, estaba a su merced, lo sabía muy bien.
De sus labios salió un gemido ahogado, sus ojos viajaban de manera rápida, no fuera a ser que alguien los descubriera. Un beso en su cuello la hizo volver a la realidad de donde se encontraba. Se aferro con fuerza a aquellos hombros desnudos y echo la cabeza para atrás.
Las sensaciones en su entrepierna eran cada vez más intensas, sus rojizos labios se abrían en una súplica muda porque no se detuviera, pero también por jalar aire, el cual le estaba faltando.
Sus ojos perla se abrieron al sentir a los intrusos dos dedos moverse dentro de ella, jadeo y se apretó con más fuerzas a la fornida espalda, estaba llegando a un límite y eso que solo eran dos dedos, no se imaginaba como terminaría si… ¡Dios! ¿Qué cosas pensaba?
- S…- intento pronunciar su nombre, lo vio desabrochar sus pantalones negros y dejar expuesto su bóxer rojo- s-sen… - la boca del hombre tomaba posesión de uno de sus redondos y grandes pechos, sus dedos pellizcaban el otro pecho mientras su pierna se abría paso en medio de las de ella.
- Shh… dijo el moreno- n- no queremos…- beso con pasión los labios femeninos, enterrando su húmeda lengua en la cavidad femenina, arrancando hasta el último suspiro de una flácida chica, la cual ya no podía, ni quería detener al hombre en sus brazos- q-que nos descubran- beso su cuello, dejando un rastro húmedo, sus manos bajaron hasta acomodarse en las piernas de ella y tomarlas con fuerza para después acomodarlas en sus caderas.
- S… Sasuke…- beso de nuevo a la joven y ella enterró sus manos en sus negros cabellos, alborotándolos por la pasión recibida, su entrada completamente expuesta a él, solo necesitaba empujar y seria suya…- p-por favor- el solo sonrió, bajo un poco sus bóxers, dispuesto a entrar en ella. Empujo levemente y…- ¡Ah!
Miro a todos lados, ¿Dónde estaba? Miro sus ropas, el pijama azul cubría perfectamente su cuerpo, las sabanas revueltas, sus cabellos húmedos por el sudor y… sola… no había ningún hombre allí. Se sonrojo en exceso ¿Eso había sido un sueño húmedo?
Miro sus ropas y si. Había sido un jodido sueño húmedo. Sus manos se dirigieron a esa zona para taparla y correr al baño. Estaba demente ¿Cómo se le ocurría si quiera? Negó de nuevo, estaba tan caliente aun, su respiración era rápida, su corazón latía a tope y su estomago estaba apretado, como diciendo la frustración sentida por no recibir el orgasmo…
¡No! Eso no debía pasar, se dejo caer en la tina y comenzó a hacer busitos en lo que su temperatura bajaba y en lo que su nana venia por ella para que bajara a desayunar. Se sonrojo, ella no podía pensar en él. No de esa forma.
….
…
….
…
…
Un joven moreno caminaba con las manos en su pantalón, sus ojos fríos miraban hacia el frente, evitando el contacto visual con las pestes, como él los llamaba. Estaba cansado de todo, sus puños se apretaron en sus bolsillos, necesitaba un poco de distracción. Negó, ya hablaría con su mejor amigo para ir por unos tragos.
Entro al recinto "Sagrado" de la educación, donde tenía que enseñar a un abola de idiotas cosas que ya debían saber, suspiro. Eso de vivir siempre frustrado era cansado, dejo caer su cabeza contra el escritorio y suspiro.
- Sasuke… kun- unos brazos se enredaron en su cuello y una melena rosa cubrió sus ojos- ¿Por qué no me esperaste? Es más ¿Dónde estabas? Llevo veinte minutos aquí, creí que habías llegado primero- el solo bufo y se soltó de la joven.
- Quería ir a ver a mis padres- dijo en tono serio, la peli rosa bajo la vista, el no le contaba nada- ¿Dónde está Naruto?´- ella señalo hacia atrás y Sasuke se puso de pie- ¡Dobe!
- ¡Teme!-ambos sonrieron- ¿Listo para el fin de semana?- el moreno asintió- yo solo tengo que calificar unos exámenes más y termine- el moreno bufo, Naruto tenía el trabajo más fácil del mundo, ser profesor de deportes, solo les aplicaba teoría porque la escuela lo pedía.
- a… ano…- ambos voltearon hacia atrás y una joven pelinegra los miraba sonrojada,- y… yo- el rubio asintió- Naruto-sensei… yo… q-quería- le estiro un folder y el rubio le echo un ojo- e-es l-lo q-que me p-pidió.-
- Gracias, Hinata-chan- ella sonrió e hizo una reverencia- hoy entrego los exámenes de la vez pasada, felicidades- ple dedico una gran sonrisa- ya puedes irte- ella asintió, pero mando una mirada larga al pelinegro, el cual también la miraba fijamente.
- ¡Sasuke-kun, pasaremos el fin e semana juntos!- bajo la mirada al ver a esa hermosa peli rosa colgarse del cuello de su sensei. Hizo una reverencia otra vez y salió corriendo- ¿Quién es ella Naruto?
- Es de primero- dijo como respuesta, leyendo el trabajo- ella es muy linda… pero muy torpe- comenzó a reírse de ella- l-la vez pasada, l-les dije que c-corrieran- sus carcajadas eran cada vez más fuertes- y- y… la m-muy torpe se tropezó con sus agujetas- la peli rosa lo miro indignando y Sasuke aun miraba por la puerta- y… y…- se puso serio de pronto- se desmayo.
- ¡Naruto!- dijo enojada la mujer de cabello rosa- ¡¿Por qué demonios te burlas de tu alumna, bastardo?!- todos los profesores miraban con una gotita a la pareja que protagonizaba el escándalo y Sasuke meditaba su nombre "Hinata"
…
…
…
…
…
…
Hinata caminaba con la mano en el pecho, Sasuke la había mirado, había puesto sus ojos en ella, anquen fuera solo por escasos segundos pero… ¡Respira! Se detuvo y comenzó a jalar aire, ¡Sasuke-sensei la miro! Estaba feliz, demasiado feliz, sus mejillas se sonrojaron al recordar el sugestivo sueño de hacia unas horas.
- ¡Hinata!- pego un brinco y miro asombrada hacia atrás- ¿Qué sucede? Parece que te cache infraganti- ella bajo la vista- ¿Qué sucede? Estás roja.
- Kiba, déjala- el moreno de lentes se acerco a ella- lista para el fin de semana ¿Cierto?- ella asintió y les sonrió, sería un fin de semana largo, tendrían hasta el martes de descanso, o sea que irían a pasear- nos vemos en clase de biología- ella asintió- Kiba, metete ahí viene Uchiha- su corazón se detuvo y miro hacia el pasillo.
Sasuke venía con sus manos en los bolsillos, su ceño fruncido y su mirada al frente otra vez, bajo el brazo llevaba sus hojas de apoyo. Hinata contuvo el aliento al sentirlo pasar tan cerca de su persona, su perfume inundo sus fosas nasales y sus piernas temblaron.
El joven pelinegro le dedico una simple mirada, ella era extraña. Decidió ignorarla e ingresar a su salón para gritar un "A sus lugares" y después cerrar de un portazo. Hinata respiro profundo, una cosa era verlo, una vez al día y otra era verlo ¡Dos veces en la mañana!
..
…
…
…
…
Sasuke miro a todos sus alumnos y dejo unos cuantos ejercicios, estaba harto, bueno harto no era la palabra, era aburrido. No tenía nada especial en su vida diaria, Sakura era molesta, antes a lo mejor era interesante, pero diario quería pasarla pegada a él. Miro partir a la pelinegra, se le hacia una chica interesante, habría que probar. Sonrió de lado.
- ¡Sasuke-sensei! ¿Me puede ayudar con este ejercicio?- salió de sus pensamientos y camino hasta una de sus alumnas, sería interesante conocer a la tal Hinata- gracias Sasuke-sensei- asintió y camino hasta su lugar de nuevo. Tendría que ser muy observador.
…
…
…
…
Hinata miraba los apuntes de su cuaderno, ella no tenía clase con Sasuke, su profesor era Azuma Sarutobi. El hijo del difunto director, medito… ¿Si Sasuke fuera su profesor, ella pondría atención como ahora? Tal vez no. Apunto más ejercicios y siguió con su rutina.
¿Cuánto tiempo llevaba pensando en Sasuke-sensei? Rememoro, Sasuke era cinco años mayor que ella, ella tenía diecinueve y Sasuke veinticinco y se habían conocido hace mucho, pero estaba segura de que él no la recordaba, bueno quien recordaría a una chica como ella y más si solo la viste cubierta de lodo ¡Nadie!
Recordó con cierta vergüenza aquella vez. Ella iba a segundo de secundaria, sonrió con nostalgia, Sasuke iba de camino a la escuela si no mal recordaba y de pronto… ella cayó delante de sus pies. Fue vergonzoso, sonrió un poco, si no hubiera sido por eso no lo habría conocido, aunque él solo la llamo torpe, le tendió la mano y después siguió caminando.
¡Vaya que romántico! Sonrió mientras sus torpes pies la dirigían a la salida, en realidad habían tenido dos encuentros más, por eso había quedado prendada de él. Una de esas ocasiones fue en un accidente con un bote, ella tenía quince años y había ido con su hermana menor, donde la subieron a un bote, sin Hanabi y al final, ese bote quedo destruido, pero Sasuke cuido de ella en lo que alguien la rescataba.
Incluso había sido amable y cariñoso, había buscado su bienestar y había procurado que no perdiera calor, se sonrojo ante lo último. No es que fuera una pervertida, no claro que no… ¡Ni lo mencionen! Es solo que ella como chica, era obvio admirar a un bien trabajado chico. Sonrió un poco.
Eso de recordar a Sasuke en pasado y tenerlo en la misma universidad que ella, la hacía sentirse rara, suspiro de nuevo. ¿Por qué el amor era enjuto con los enamoradizos? Suspiro de nuevo y sus memorias viajaron a ese día.
Flash back.
El bote era arrastrado con fuerza, sus pequeñas y blancas manos apenas podían sostenerse de aquella superficie de policarbonato, sus ojos intentaban ver a través del agua que había en ellos y sus pulmones trataban de jalar la mayor cantidad de aire posible.
Miro a su derecha, el que iba a cargo del remo se había caído hacía rato y ahora solo quedaba ella, sus dientes castañeaban de terror y frio por iguales, su tembloroso cuello tronaba por moverse. Una pequeña ola formada por los rápidos, volteo el bote en el que ella se encontraba.
El agua calaba como si de miles y pequeñas agujas se tratara, sus pulmones ardían por querer jalar aire y sus manos y piernas pataleaban por salir de allí, el peso de la ropa mojada la llevaba hacia abajo y ella solo veía su oxigeno salir en forma de pequeñas burbujas.
Una mano tomo la suya, la jalo hasta colgarla de su hombro e intentar nadar hacia arriba, pero la ropa seguía siendo muy pesada. La persona que la sostenía la soltó un momento para jalar más aire y de nuevo bajar hasta ella, comenzó a quitar la pesada chamarra que traía, sus tenis y sus pantalones.
Nado lo más rápido que sus piernas y sus pulmones casi sin aire se lo permitieron, pero ya no podía más, su pecho ardía, sus ojos se sentían calientes y pesados, sus manos se estaban poniendo flácidas y todo comenzaba a volverse negro.
Aire. Sentía aire entrando por su boca, unas manos apretando su esternón y alguien llamándola. Parpadeo una, dos, tres veces y de pronto la necesidad de regurgitar llego, escupió agua y comenzó a toser como desesperada.
- ¡Hinata-nesama!- abrió los ojos y miro a una llorosa Hanabi con una manta cubriendo su menudo cuerpo- ¡Por fin!- el abrazo y ella aun con su tos, correspondió el abrazo- gracias. Gracias.
- De nada- dijo sin más una voz fría- Hinata abrió los ojos y miro a su salvador, un joven de cabello negro en puntas, aunque de él escurrían pequeñas gotas de agua, su torso bien formado y descubierto, sus bóxers también mojados y una toalla en su cuello- dale algo para que se cubra- Hinata miro su cuerpo, solo tenía la camisa semi abierta, sus calcetines y su ropa interior. El pantalón había desaparecido.
Se sonrojo en exceso y vio con vergüenza como el joven que la había salvado se perdía entre el mar de gente y esa había sido la segunda vez que la había visto, pero sus mejillas se colorearon al escucharle un "Torpe" y una sonrisa pequeña cubrió sus facciones.
Fin de flash back.
Sonrió de nuevo, Sasuke siempre la llamaba torpe, bueno esas dos ocasiones la llamó torpe, su sonrisa y su sonrojo aumentaron, ella lo siguió desde entonces ¿Cómo? No le pregunten, por algo estaba estudiando para reportera.
- ¡Hinata!- miro hacia atrás y sus mejores amigos aparecieron en su rango de visión.- Es hora de irnos…- ella asintió ante el comentario y emprendió la marcha al lado de ambos jóvenes, total. Este fin de semana, no pasaría absolutamente nada extraño.
Que lindas son las palabras antes que los hechos. ¿Por qué siempre tenía que hablar?
Hasta aquí. No les adelanto más porque eso ya lo tendrán que leer ustedes y porque saben que me gusta mucho dejarlas picadas, además de que, ya les había dado un adelanto, jajaja perdónenme por el lime tan chafa pero saben que sufro de hemorragias nasales, y no me conviene desangrarme, pero, eso sí. Les prometo el mejor lemon de nuestras vidas, jajaja también mía porque luego leo mis historias xD que tramposa soy ¿verdad?
Saluditos.
