¡Hola, queridos lectores! He aquí un aporte a la pequeña (casi nula) comunidad Geekchic.

No puedo recordar el momento exacto en el que pasé del Amourshipping al Geekchicshipping, pero me parece una ship muy tierna en realidad. Clemont es un personaje muy dulce y Serena tristemente no obtuvo el brillo que merecía.

Espero ésta historia les sea de agrado. ¡Me voy a esforzar mucho!

Aclaraciones: Pokémon XY&Z es propiedad de Satoshi Taijiri y la compañía Game Freak.

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Más allá de los sueños

Prólogo parte uno.

Todo había comenzado con un fuerte portazo en su casa, en Pueblo Vaniville. Los pasos apresurados de Serena, que más bien parecían una carrera desenfrenada, hicieron que Grace, su madre, abandonara preocupada la cocina.

—¡Por Dios, Serena! —la mujer se quejó—, ¿qué tienes ahora?

—¡Decidí irme a Kanto! —gritó la aludida, apunto de subir las escaleras.

En las manos cargaba una maleta vacía.

Las palabras de la performer salieron tan rápido que a Grace le tomó unos segundos poder entenderlas.

—¡Un momento! —pero su reacción posterior fue inmediata—, ¿cómo es eso de que te piensas ir a Kanto? ¿Acaso Clemont y Bonnie también van?

Serena detuvo sus pasos a mitad de la escalera, mirándola con cautela.

—N-no… ellos se quedan.

—¿Entonces? —Grace puso una mirada severa.

—E-es que Ash… se va de Kalos, y yo…

—Serena, entiendo tus sentimientos —la interrumpió con voz seria—, ¡pero piensa más en ti misma! Acepté que abandonaras las carreras Rhyhorn porque te vi en serio con lo de ser una performer. ¿Ahora también piensas abandonar eso?

—¡Por supuesto que no! —negó—, e-es sólo que yo…

—En Kanto no existen esos espectáculos aún. Piensa en lo que sentirán tus Pokémon también.

La sola imagen de Delphox, Pancham y Sylveon disfrutando de la última exhibición en la que habían participado la hizo dudar.

—¡¿Entonces qué puedo hacer?! —explotó, apretando con fuerza los puños y con lágrimas asomándose en sus ojos—, ¡no quiero que se vaya!

—Para empezar sería una buena idea decirle cómo te sientes —la mayor le clavó la mirada.

—P-pero…

—Si él corresponde tus sentimientos, entonces la distancia no será un impedimento hasta que los dos alcancen sus propios objetivos.

—Mamá… —la voz de Serena salió bajita, como en un susurro.

—Abandona ésas absurdas de irte, cariño —finalmente la voz de Grace se suavizó, a medida que subía las escaleras para acercarse a su hija—. Enfrenta las cosas como una orgullosa mujer.

—¿Y… si no me corresponde?

—Él se estará perdiendo de una bella y talentosa chica —le sonrió, pero la respuesta no pareció convencer a Serena—. Escucha Serena, él es tu primer amor, pero eso no significa que sea el último. Son… cosas por las que todos tenemos que pasar.

—¿Incluso tú?

—Incluso yo —asintió con ternura.

Serena llevó el dorso de su mano hasta su rostro, limpiando las lágrimas que amenazaban con caer en cualquier momento. Entregó la maleta a su madre y después subió a su habitación a cambiarse; el vuelo de Ash partiría en poco tiempo.

Grace sólo pudo suspirar en silencio.

¿Con qué corazón podía decirle que… el primer amor siempre suele fracasar?