Sentada en el sillón, echo una mirada a la chimenea y aunque sé que no aparecerás como antes, no puedo evitar hacer la esperanza… ¿Puedes crees que después de todos estos años no te he olvidado? Nunca encontré a alguien más, aunque siempre en el fondo supe que buscaba a alguien como tú, supongo que eras lo que siempre busqué, pero yo no era lo que tú buscabas. Ahora, solo pienso en ti, tus ojos, con aquel brillo casi infantil, tus labios carnosos y suaves, que mordías cada vez que no sabías que decir, tus manos y tus dedos rápidos y ágiles, rascando tu nuca en momentos de nerviosismo.
Todo empezó de una manera muy… ¿Cómo decirlo? Fugaz, tal vez sea la palabra.
Estabas muy triste, habíamos perdido el partido contra Hufflepuff y lo único que querías era ahogarte en las duchas, lo recuerdo como su hubiera sido ayer. Me arrodillé a tu lado, y levanté tu mentón, eras el mejor amigo que jamás había tenido, y que jamás volveré a tener, estoy segura de que tu habrías hecho lo mismo por mí. Lo que no daba por hecho, era que tú me besarías, evidentemente no con las intenciones de un amigo; y me di cuenta de que hasta ese momento no te había pensado como algo más que mi amigo, mi capitán maniático obsesivo por el Quidditch, y de haberlo hecho antes, no me habrías sorprendido tanto como lo hiciste.
Tú nunca supiste que ese había sido mi primer beso, pero no me habría importado, de no saber lo que venía después; todo ese dolor cuando me dijiste que no iba a tu par, que por ser más pequeña, no era correcto, que no eras bueno para mí.
Oliver, fuiste el primer chico y el único en ese entonces que se habría fijado en mí, una chica de pocos atributos, rubia y un poco tímida, a la que sólo conocían por ser cazadora de Gryffindor. Pero tú, supiste ver más allá.
De alguna u otra manera, siempre serás mi capitán. Aquel que me motivaba, que en días de partido me hacía comer, y aunque no lo supieras, me dabas ánimos. Tanto dentro del campo como fuera de él, no lo olvidaré jamás. No te olvidaré jamás.
Aún pienso en ti, cada día, porque en cierta forma todo lo que busco eres tú, pero sin ser tú.
Ahora…ahora tú estás casado. Tienes a alguien más en tu vida y aunque sea difícil, estoy feliz por ti. Recuerdo aquel tiempo, donde querernos era tan fácil como respirar ¿Recuerdas? ¿Recuerdas también la última vez que te vi? Me preguntaste si estaba sola, me di cuenta de lo que pensaste, y la pena que te dio el saber que seguías siendo el único en mis pensamientos, no te preocupes, encontraré a alguien como tú.
