Disclaimer: SAO pertenece a Reki Kawahara. Fanfiction escrito sin fines lucrativos.

Línea temporal: Capítulo 14 del anime.


SINSENTIDO

Capítulo Único

Asuna, Asuna, Asuna, piensas. Asuna, Asuna, Asuna, repite tu mente. ¿Dónde está Asuna?

Cuando has dicho su nombre más de mil veces en tu cabeza, notas que lo puedes decir ahora con tu garganta. ¿Asuna? ¿Dónde está Asuna? Sollozas.

Ves tus manos, blancas, delgadas, casi huesudas. Recuerdas vagamente que no has comido en mucho tiempo; no en el mundo real, por lo menos. Asuna, Asuna. Su nombre te asalta nuevamente. Te sientes débil, tu boca está seca. Hay aparatos conectados a tu cuerpo, monitoreándote. Todo huele demasiado a desinfectante. Alrededor está muy blanco. ¿Será un hospital? ¿Es otro lugar acaso? No puedes ordenar las ideas. Has perdido tu sentido común.

Te levantas con gran esfuerzo. Necesitas salir de allí. Necesitas buscar a Asuna. Tus pies apenas te mantienen. Sientes que caerás en cualquier momento. Hace mucho que no los usas, son como un aparato viejo que ha perdido su funcionamiento. Asuna, Asuna, Asuna. Su nombre te recuerda todo y el pecho se te inunda de sufrimiento. No es un dolor físico, ese podrías controlarlo; es otro tipo malestar. Es una desesperación que te ahoga, que se parece a agonizar. Sientes que morirás si no encuentras a Asuna. Si no lo haces pronto. Quieres encontrar a Asuna. Necesitas saber que está bien.

Te has desconectado del electrocardiógrafo y en el fondo de tu cerebro razonas que las enfermeras correrán a tu habitación en cualquier momento, así que huyes. Huyes lo más rápido que puedes, con pasos cortos, torpes y ruidosos, como los bebés. Necesitas encontrar a Asuna antes de que ellos, los doctores, las enfermeras, hagan lo mismo contigo. Necesitas cerciorarte de que ella haya despertado también; abrazarla, besarla. Llorar en su hombro. Necesitas a Asuna.

Caminas, caminas, sigues caminando. Parecen más bien los pasos de un viejo que ya no puede andar. Te angustias aún más. Así jamás llegarás a ella. Así jamás sabrás donde está. Porque lo cierto es que no conoces su localización, no tienes idea de donde está, pero igualmente necesitas ir tras ella, como un tonto; como un loco que no se rendirá. Estás dispuesto a encontrarla. Buscarla en ese hospital, en todos los de la ciudad o del país. No importa qué tan lejos esté. Estás determinado a dar con ella. Con Asuna. Con tu otra mitad. Con lo mejor que te ha pasado. Con tu esposa. Con su sonrisa. Con su calor. Con su dulzura. Con su cuerpo real.

Asuna, Asuna, Asuna, piensas. Asuna, Asuna, Asuna, repites inconscientemente. ¿Dónde está Asuna? Solamente su nombre inunda tu mente.


PROHIBIDA la reproducción total o parcial de este escrito sin el consentimiento del autor.

Última Edición: 05/01/2013