Bueno este es mi primer Fanfic, así que, por favor, no seáis muy crueles si detectáis algún error o algo por el estilo, ¿vale? Bueno y, una vez dicho esto, solo quiero aclarar que los personajes de Naruto no me pertenecen. En fin espero que lo disfruten ^^.
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Una vez más, sentada en la ventana de su oficina, mirando como caían los copos de nieve, haciendo así, que las calles de la aldea se fueran haciendo más blancas a cada instante. Y es que, en Konoha, podías freír un huevo en la acera cuando era verano, o pegarte la lengua en una farola cuando era invierno.
Nunca supo el motivo por el cual, la navidad la ponía, ¿triste, quizás? Ella siempre supuso que era porque era una época para pasar en familia, cosa que no recordaba haber hecho nunca. . . Siempre se sentaba en aquel hueco que había entre la ventana y la pared, abrazando sus piernas y con la cabeza en sus rodillas, y se desconectaba totalmente del mundo exterior. A veces tanto que, como en esta ocasión, no se enteraba de que alguien entraba en su oficina.
-Hey, Anko,-dijo de repente la voz de la persona que acababa de entrar en la habitación- tenemos que ir a la "reunión" que ha convocado Tsunade.-dijo aquel hombre, a la vez que hacía comillas con los dedos en la palabra: reunión. Al ver que la nombrada no se había enterado de que le estaba hablando, decidió ir hasta donde ella estaba y ponerle la mano en el hombro.-
-¿Qué. . .? Ah, Kakashi, perdona ¿qué dijiste? Es que estaba distraída.-dijo la Mitarashi mientras sonreía, con la mano detrás de la nuca.-
-Dije que tenemos que ir a la reunión que ha convocado Tsunade-sama.-repitió el peli-plateado.-
-Mmm. . . muy bien, ya voy.-dijo Anko, mientras se volvía de nuevo hacia la ventana para ver caer la nieve.-
Ante el silencio y la extraña actitud de la peli-lila, Kakashi, decidió sentarse un rato con ella; quizás podría averiguar que le pasaba a la Mitarashi. El Hatake se puso a mirar por la ventana, imitando así, a la kunoichi. Al ver que el peli-plateado se quedaba allí, Anko, se giró hacia él y se lo encontró mirándola. La chica no pudo evitar quedarse atontada mirando aquel ojito negro del shinobi y, cuando se quiso dar cuenta, Kakashi le había dicho algo; algo que ella no había escuchado por haberse quedado embobada mirándolo a él. También se fijó en que, aun que le estaba sonriendo, parecía algo preocupado, cosa que la sorprendió bastante.
"¿Desde cuándo me quedo pasmada mirando a Hatake?"-se preguntó mentalmente la peli-morada, antes de comenzar a hablar- Perdona Kakashi, ¿qué has dicho?-dijo Anko, mientras se rascaba la mejilla y sonreía con nerviosismo.-
-Kakashi suspiró y cerró los ojos un momento para, después, decir.-Te he preguntado si te pasa algo. Últimamente andas algo distraída; y callada, lo cual, es más sorprendente todavía.-soltó el Hatake mientras sonreía, haciendo así que Anko lo fulminara con la mirada.-No me malinterpretes, es agradable no estar todo el día escuchando tus amenazas, pero es extraño. . . –continuó el peli-plata mientras miraba, por el rabillo del ojo, como la Mitarashi se iba cabreando más con cada comentario inapropiado. Inmediatamente después, Kakashi, pudo ver un plato que tenía encima un solo y único palito con dango. . .-"Esta es la mía"-pensó.- ¡Anda! ¡Pero si eso es dango!-dijo Kakashi mientras, en un ágil movimiento, se bajaba la máscara, se comía el dango y se volvía a subir el trozo de tela.-
"¡Definitivamente esta es la gota que colma el vaso!"-pensó Anko mientras, se abalanzaba sobre el peli-plata-. ¡Te has pasado Hatake!-gritó al tiempo que caían al suelo. Kakashi esperaba una reacción similar, por lo que, cuando la chica se le tiró encima, él dio un pequeño giro, para que, al caer, pudiera quedarse encima de ella.-
Anko apretó los dientes en señal de frustración, había caído en sus provocaciones, justo como él quería. Pero, al darse de cuenta de la posición en la que estaban (ella tumbada en el suelo, con las manos de él a ambos lados de su cuello, las caderas del Hatake entre las piernas de ella y, prácticamente, nariz con nariz), Anko, se olvidó del enfado que tenía, para comenzar a sonrojarse. Ese sonrojo, que, al principio era ligero, se volvió más fuerte cuando observó que el Hatake tenía una cálida sonrisa en la cara y la miraba a los ojos.
Kakashi se fue levantando y, cuando quedó de rodillas; paró. Anko estaba todavía algo aturdida y no notó esto hasta que, mientras se levantaba, se golpeó con el pecho del Hatake. Kakashi seguía sonriendo y, más aún, cuando por fin se fijó en el más que notable sonrojo que la kunoichi tenía ahora en la cara. El peli-plata se puso en cuclillas y le tendió la mano a Anko, al tiempo que comenzó a hablar.
-¿Sabes? Es agradable recuperar a la Anko de siempre.-le dijo a la chica mientras, y al ver que ella no reaccionaba, le tomaba la mano para ayudarla a ponerse en pie.-
Anko no tenía ni idea de dónde meterse, sabía de sobra que estaba más roja que el propio sharingan de Kakashi y, lo que más la sorprendía, era que no le importaba lo más mínimo.
-Gracias. . .- dijo la Mitarashi mientras le sonreía tímidamente al Hatake.-por ayudarme a levantarme.-finalizó tras una pausa.-
-No hay de qué.-le respondió al mismo tiempo que soltaba la mano de la mujer un tanto embobado por la sonrisa de ella. Cuando comenzaba a marcharse, Kakashi se giró.- Esto, Anko… –la aludida volteó a verlo, y se dio de cuenta de que el Hatake estaba señalando el reloj de pared.-
-¡La reunión!-gritó de repente la Mitarashi, comenzando a correr hacia la oficina de la Hokage. Kakashi la seguía a paso lento, todavía pensando en por qué se empeñó en levantarle el ánimo a la peli-morada, o, simplemente, por qué le dolía verla triste. . . Antes de que pudiera contestar ninguna de las preguntas ya había llegado a la oficina de Tsunade.
Cuando Kakashi entró pudo comprobar que todo el mundo estaba ya en la oficina y que Tsunade les estaba dedicando, a Anko y a él, una de sus más mortales miradas.
Se rascó la nuca y cuando estaba a punto de empezar a hablar, fue Tsunade la que lo hizo.
-Ni te molestes Hatake. . . –dijo con una venita en su frente.-Bueno, empecemos. Os he hecho venir para deciros que, finalmente, sí celebraremos la fiesta de fin de año, cuya asistencia es ¡o-bli-ga-to-ria!-dijo la última palabra mirando a un par de jounins, incluyendo, como no, al Hatake.-
Kakashi quiso replicar pero al ver la cara de pocos amigos que tenía la mandamás de la villa de la hoja, prefirió callarse y marcharse a casa.
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Anko volvía al departamento que compartía con Kurenai, acompañada por la misma. No podía dejar de pensar en lo que había pasado esa tarde con Kakashi. Al ver la distracción de su amiga, Kurenai, se frenó en seco, haciendo así que la Mitarashi hiciese lo mismo.
-¿Qué pasa?-preguntó Anko, al ver que Kurenai la miraba con los ojos entrecerrados.-
-Dímelo tú. No has dicho ni una palabra desde que salimos de la reunión y, ni siquiera has dicho cosas como: "¿Por qué demonios tengo que ir yo a esa porquería de fiesta?", "Me largaré tan pronto como pueda" o algo por el estilo.
-¿Por qué das por hecho que me pasa algo solo porque hoy no me apetece hablar?-dijo la Mitarashi en un intento por hacer que Kurenai dejase el tema.-
-Oh, ¡vamos, Anko! ¿Desde cuándo nos conocemos?-preguntó Kurenai volviendo a emprender el camino hasta su departamento, ocasionando que Anko también se pusiese en marcha.-Venga puedes decírmelo, ¿en qué pensabas?
-Déjalo estar, ¿vale, Kure?-dijo mientras sonreía, haciendo así que Kurenai se relajase y dejara pasar el tema.
-"De todas formas acabaré averiguándolo. . . "-pensó para sus adentros Kurenai.-
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Ya eran las 12 de la noche y Kakashi todavía no podía conciliar el sueño por culpa de lo que había pasado con Anko aquella misma tarde.
-"Venga Kakashi, ¿por qué demonios le das tantas vueltas al asunto? ¡Si no pasó nada! La viste triste y la intentaste hacer sentir mejor, ¡eso es todo! Por Dios deja de pensar en ello."-por más que lo intentara a Kakashi le era imposible dejar el asunto a un lado, por lo que decidió ir a dar un paseo. Con el frío que hacía lo más seguro era que no se encontraría con nadie.
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Anko no hacía más que rodar por la cama, a la derecha, a la izquierda, boca arriba o boca abajo. No había forma humana de conseguir dormir. Y todo por haber estado, ¿cuánto? ¿20 segundos, quizás? Debajo de Kakashi. No podía quitarse esa imagen de la cabeza, lo que la tenía un poco descolocada no era solo que Kakashi la hubiera animado con una cosa tan estúpida, si no que, lo que a ella le había agradado, y mucho, fue el hecho de que él se hubiese tomado esa molestia.
-"Es un tipo amable y punto, no hay que ver cosas donde no las hay. Además, ¿por qué demonios me importa?"-Anko suspiró.- Será mejor que me vaya a dar una vuelta-dijo mirando por la ventana y, viendo que no caía nieve.
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Caminaba en busca de un lugar donde la nieve lo le llegara hasta la mitad de las piernas, una tarea de lo más complicada, con la tremenda nevada que había estado cayendo hasta hacía un rato. La misma por la cual hacía un frío que hacía que su cara casi estuviese del mismo color de la propia nieve.
-Pues sí que ha nevado-se dijo en voz alta Kakashi, mientras veía las cabezas de los Hokages totalmente cubiertas de nieve. Como era imposible sentarse allí sin congelarse, decidió ir a la zona de campos de entrenamiento ya que, allí, al haber tantos árboles, debería haber algún lugar donde no podían haber caído aquellos pequeños copos blancos.
Entonces fue cuando la vio, la persona en la que no había podido dejar de pensar desde aquella tarde: Anko.
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Bueno, ¿qué les parece? Voy a aprovechar para repetirles que es el 1º que escribo y, la verdad, ahora mismo, no sé ni como se suben los fics, pero, si están leyendo esto, lo conseguí. . . xD En fin, gracias por leer y, ya saben, acepto críticas buenas y malas, simples comentarios, ideas,. . . lo que quieran. Hasta la próxima ^^