Lo bello de la otra realidad
By: Caramel Dreams
Prologo
Mathias caminaba las calles transcurridas de la capital danesa, el joven y apuesto escritor, que justo ahora estaba en su momento de gloria, trabajaba para una de las mejores revistas del momento, su columna "lo bello de la otra realidad", no era más que curiosidades y entrevistas a personas que Vivían el día a día con un trastorno o algún trauma, porque además de ser escritor también era un psicólogo reconocido.
Así es Mathias densen es y será el hombre que lo tiene todo y para el no hay competencia.
Seguía caminado mientras cautivaba las miradas de las femeninas y alguna de unos cuanto chicos también, entro al edificio de la editorial, era su día libre pero quería pasar a saludar.
subió al ascensor y marco el último piso y cuando llego era como si los demás trabajadores hubieran visto a mismo Jesucristo en persona, salgo algunos a los que la presencia de dicho hombre era como ver a la peor escoria del mundo y es que era un don nadie podía odiar a Mathias y si alguien lo llegara a odiar en serio lo odiaría de verdad.
-hey Mathias como estas, se me hace raro verte aquí, no me digas que vienes a darme trabajo ya te deje los papeles en tu oficina.-dijo tino un rubio finlandés, secretario de Mathias y amigo de la infancia de este mismo.
-solo pase a saludar estaba muy aburrido en casa y aun no tengo idea de que escribir para mi próximo artículo, estoy en blanco tino maldita sea.-se quejó Mathias.
- y por qué no entrevistas a esas personas con trastornos que dijiste que ibas a entrevistar y no lo hiciste por que se te acabo el tiempo y solo pusiste curiosidades, como aquella del asperger o los esquizofrénicos.
-ooh buena idea, te amo tino, sabes que tu idea es tan buena que te doy tres días libres para que compartas con tu familia te parece.
-no, no puedes estoy empezando a trabajar, recuerdas que me diste vacaciones de una semana la vez pasada.
-pero yo lo quiero hacer.- hizo un muy maduro y varonil puchero para convencer a tino de tomarse sus tres días libres.
-no y anda a planear tus preguntas, conozco a alguien que sufre de esquizofrenia.-en ese momento el tono de tino cambio de su usual tono amable y feliz a uno melancólico y seco.
-sucede algo.-pregunto algo alarmado por el cambio de tono del chico.
-ja ja no nada es solo, aahm, te va a encantar es un amor de persona aunque sea a su manera.-dijo tino leve con nerviosismo.
-seguro si es amigo tuyo debe ser un chico o una chica estupenda.-silencio.-y es chico o chica.-pregunto el más alto, ligeramente avergonzado de que su pregunta pueda mal interpretar sus verdaderas intenciones.
-umm es un chico, se llama Lukas lo conocí en noruega, cuando vivía ahí con su-san, tenía un adorable hermano menor de diez años ya han pasado seis, el chico ya es todo un hombre je je je.-comento tino sacando su teléfono y empezando a marcar.
-Wow por lo visto te cae muy bien, oye a quien llamas.
-él es como mi hermano.-dijo con un deje de tristeza en su voz.-um te estoy haciendo una cita con el hospital psiquiátrico.-respondiendo a la pregunta del mayor.
-o bueno debería irme ya a preparar mis preguntas, nos vemos tino.
-cuídate, ah sí para una visita.-se despidió tino, mientras preparaba la cita.
X
.
.
"a ver ponte serio Mathias, que se le puede preguntar a un esquizofrénico, dicen que son peligrosos, no Mathias no, no puedes andar por ahí preguntándole a una persona especial si es peligrosa sonaría mal, bueno entonces que, vamos matt eres psicólogo, se supone que tus años de estudio te tienen que servir de algo".
Mathias se debatía consigo mismo, había tardado solo unos minuto en llegar a su desordenado departamento (también le había dado el día libre a su mucama).
el estaba en su escritorio con un montón de papeles amontonados y otros esparcidos por toda la habitación.
las hora se pasaron frente a su escritorio, escribiendo preguntas tan sencillas como ¿Qué edad tienes? O ¿desde cuándo sufres este trastorno?, si al pobre no se ocurría nada mejor, y era justo eso lo que más le fastidiaba.
a veces cuando se esta tan alto justo en la cima del mundo, simplemente no hay lugar a donde seguir subiendo y dodo lo grandioso se vuelve común, las ideas escazan y de ser un genio terminas siendo solo un tipejo que es su momento conquisto al mundo con su originalidad o por lo menos así se sentía Mathias.
-aaaah porque es tan difícil escribir preguntas.- y ya como varias veces en el día había borrado todo lo escrito en el documento.
golpeo con el puño el teclado, haciendo un ruido sordo.-PUTOS TODOS LOS DE LA REVISTA Y LOS EDITORES, POR DARME TAN POCO TIEMPO!.-grito desesperado desordenando más (si aún mas) sus rubios cabellos.
suspiro resignado, no era su culpa ellos hacían su trabajo, él también tenía que hacer el suyo, así que se levantó de la silla, busco algunos papeles en una montaña sin fin de estos que están en el escritorio, tomo el que decía tino, con dirección del hospital psiquiátrico donde estaba internado el tal Lukas bondevik, el pequeño rubio finlandés se la había mandado por correo y Mathias lo había imprimirlo.
-ok aquí está la dirección y los datos del chico, aja si es noruego, rubio eeeh ojos color azul con tintes violetas.- a Mathias le extraño un poco ese peculiar color pero supuso que así eran los genes.- a ver el día de la cita, o a las tres del viernes, eso sería más o menos en una hora.- dijo tranquilamente.- una hora.-dijo corriendo hacia su armario busco su saco negro, se lo coloco y salió a toda velocidad.
maldijo a tino, a quien en su sano juicio se le ocurres plantear una cita tan temprano, lamentablemente no sabe lo que le costo al rubio hacer esa cita, era hoy o nunca.
de todas formas lo siguió maldiciendo hasta que subió a su auto y lo prendió, volvió a repasar la dirección y arranco, solo que al arrancar el papel salio volando por la ventana y como mal no venia volvió a maldecir otra vez y varias veces mas en un solo minuto.
X
.
.
.
-en serio aceptaste esa entrevista.-hablaba un chico con el cabello de un peculiar color platinado y sus ojos amatistas eran grandes y redondos que le daban un aspecto infantil y por qué no, adorable.
-lo hice por tino.-contesto, otro chico rubio con un broche en forma de cruz.
-tino cree que estás loco.-dijo el menor frunciendo el ceño y haciendo un puchero en tono un tono un tanto enojado.
-Emil estoy loco para ellos es por eso que estoy aquí, veo cosas que los demás no ven y por lo tanto no entienden, soy diferente y por eso no puedo estar con ellos.- el mayor que estaba sentado en una camilla con algo de comida que su hermano menor le había llevado, hablaba tan calmado como si eso de sufrir algún tipo de enfermedad mental no le afectara en absoluto y es que en realidad no lo afectaba en absoluto, es más se podía llegar a pesar que disfrutaba el hecho de no ser como los demás.
Emil lo miraba mientras se metía un dulce a la boca.
-tú no estás loco, solo eres… especial.- vio como Lukas formaba una media sonrisa de ironía en su cara siempre inexpresiva.
- loco, enfermo, demente, raro, especial, llámalo como quieras Emil, la realidad es lo que uno quiere que sea, en mi realidad yo soy normal, en la de los demás estoy loco, pera para mi ellos que se comportan igual a los demás esos que no siguen sus propios ideales, para mi están más locos que yo, quizás para ti no este loco, pero trata de convencer a otros de eso, cada quien vive su realidad entiende eso Emil.- el rubio acaricio el blanco cabello de su hermano y se agacho para besarle la frente.-por favor, tú no te vuelvas loco como esas personas que están afuera.
-y-yo no estoy loco.-contesto ligeramente avergonzado.-p-pero lo prometo.
El noruego sonrió con ternura y se decidió por fin a darle una mordida a su emparedado.-se que no estas loco, pero para los demas eres raro o me equiboco, dime cuantos te molestaron hoy en la escuela.
-como sabes que me molestan en la escuela no le e dicho a nadie.-dejo Emil un tanto incomodo con la pregunta de su hermano.
-lo supuse, Emil tu no eres como todos esos niños mimados, tu eres especial y eso a los demás le molesta, es por eso que se meten contigo..-dijo el chico mayor.
-te entiendo,... pero no me gusta.- eso ultimo lo dijo como un susurro.
X
.
.
.
-su-san, tú crees que Lukas esté bien.- tino estaba dándole de comer a un bebe peli-rojo, era su segundo hijo adoptivo.
-por que debería de estarlo, es un chico único.-dijo su esposo con ese extraño acento que solo unos pocos lograban entender.
-tienes razón Lukas es Lukas.-dijo sonriendo recordando a su buen amigo que le ayudo tantas veces, era hora de que él le ayudara a él y de paso a Mathias.
-deja de preocuparte tanto.- berwald se acercó a su "esposa" para plantarle un suave beso en los labios, de esos que son de piquito aquellos que te hacen suspirar por su delicadeza y ternura.
-su-san.- protesto avergonzado el pequeño tino.
-mañana iras a ver a Lukas.-pregunto.
-y si no me quiere ver por mandarle a Mathias.
-no creo que se enoje por eso, quizás con el idiota de Mathias sí, pero no contigo.
Y mientras esto pasaba en la casa del matrimonio Feliz, Mathias estaba perdido en plena calle y sin ganas de pedir direcciones, ya que el muy idiota había perdido la dirección.
N/a: hello gente permítanme presentarles esta historia algo absurda, estuvo un poco corto porque es el prólogo esto es solo un abre boca de lo que viene, la historia no pienso hacerla muy larga, pero como ni yo sé cuántos capítulos haré de esto veremos qué pasa, las actualizaciones no serán rápidas ya que tengo exámenes la próxima semana y tengo que ponerme las pilas con matemática si no quiero ir a recuperación (odio matemática).
sé que eso no les importa pero lo que a mi si me importa es que dejen sus Reviews para saber que opinan, sus insultos, si no les gusto, las faltas de ortografía, todo. Gracias por leer quizás nos leamos la próxima semana.
