Cuando Yo Te Miro

Summary: Ella lo admiraba por sobre todo, el, la abandono, pero debió volver a él, que ocurre cuando tu mundo se destruye y cuando no ves salida, logras encontrar unos ojos que atraviesan tu alma y te dan paz y amor. N&H

Naruto ni sus personajes me pertenecen son propiedad de Masashi Kishimoto y Shonen Jump.

CAPITULO I : "El Comienzo de la Tempestad y el Cielo"
Todos necesitan inspiración
Todos necesitan un alma
Una hermosa melodía, cuando las noches son tan largas

Un auto se abría paso a través de la lluvia, dentro de este, había una joven de cabellos negros con reflejos azulados que tenía una vista pérdida, sus ojos no brillaban como siempre, había algo que faltaba en ellos, Luz, amor, esperanza. Parecía que ya nada en el mundo llenaría aquel vacío que sentía tan dentro de sí.
Manejaba el auto como si fuera algo automático, miro a su acompañante un joven muy parecido a ella, sus mismos ojos, perdidos, vacíos.
Mirando por el retrovisor veía a su hermana pequeña dormía, sus ojos tan rojos e hinchados después de llorar durante tantas horas. Era tan bonita, insoportable algunas veces pero era su hermana pequeña y más ahora debía cuidarla, debía ser buena con ella y con su primo, que era casi como su hermano, se habían criado juntos desde que su madre había muerto, hizo una pausa mental recordando el dolor de la muerte de su madre, aunque había pasado tiempo, aun ella sentía un gran dolor por su partida.

Solo lograba preguntarse ¿porque?. Porque a ellos, cuando nunca habían hecho nada malo, siempre se comían toda la comida, siempre respetaban a sus padres. En ese momento Hinata habría preferido que se la llevara el cuco, antes de tener que verlo a Él, su padre, el hombre que las había abandonado cuando más lo necesitaban. Solo su primo y su tío estuvieron allí para ellas, Hizashi era su padre, no aquel hombre al cual iban camino a ver, ambos podían ser gemelos, pero Hinata nunca, nunca lo lograría ver como antes, todo había cambiado, después de esa noche, de ese mes, después de aquel horrible año.

Hinata Hyuga la mayor de una familia reconocida como poderosa e importante, su padre Hiashi Hyuga un hombre demasiado importante para ser padre decía ella.
Hubo un tiempo donde no todo era horrible y donde no odiaba a su padre, hubo un tiempo donde ella tenía una familia feliz.
Hinata admiraba demasiado a su padre, para ella, el, lo era todo, más aun cuando le enseño a tocar el violín, aun lo recordaba, tenía unos 10 años y era toda una prodigio para la música y el arte, ya a los 13 años daba conciertos para personas muy importantes, conciertos profesionales, amaba lo que hacía, amaba tocar para su padre y él amaba escucharla. Más tarde descubrió que tenía una hermosa voz, su madre le enseño a cantar. Era una niña muy feliz, aunque discutiera con su hermana pequeña por el amor de sus padres, ella era feliz.
Si, hubo un tiempo donde ella no le deseaba la muerte a su padre, donde verlo no sería un castigo.
Ella junto con su primo Neji ya eran mayores de edad, asique solo pasarían este verano junto con Hiashi, por ella, nisiquiera hubiera venido pero no podía dejar a Hanabi sola, ni menos a Neji que hace muy poco había perdido a su padre, y ella también había perdido a su tío o más bien para ella igual era su padre, siempre lo fue, así quería recordarlo y decir mi padre está muerto, no es el hombre al que voy a ver precisamente.

Bienvenido al pueblo de Konoha. Era la frase más fea del mundo, Konoha, era un pueblo playero, donde todos estaban bronceados, eran muy amigables, y sabían todo de todos, como buen pueblo, seguro ya sabría la novedad las hijas y el sobrino de Hiashi vendrían a pasar el verano y Hanabi la menor se quedaría a vivir con él.
Como odiaba los pueblos, ella era una chica de ciudad no era de extrañarse, las calles estaban vacías, la playa se veía desde ahí, el mar azotándose contra las costas, avanzo por un camino lleno de árboles y la logro distinguir, la casa de su padre, Hanabi venia todos los veranos pero Hinata no había ido uno solo desde que las abandono, porque él las había abandonado, por aquella razón ella lo odiaba, y no deseaba estar con él.

-Hemos llegado- Su voz hizo eco dentro del auto

Hanabi bastante triste pero emocionada a la vez le decía –Por favor Hinata haz un intento con papá, él te ama, lo sabes verdad? Te extrañaba mucho-

Ella nisiquiera quiso contestar no estaba de ánimo.

-Va a ser un verano muy difícil, pero descuida Hinata al terminar nos iremos a la universidad y no lo tendrás que ver más- decía Neji

-Hmp- se limitó a contestar la muchacha

En la entrada lo vio, lo reconoció enseguida, era el su padre, sus ojos, su ser, el que alguna vez lo había sido todo para ella. Se notaba un serio deterioro en él, pero debía ser la edad.
Neji y Hanabi se bajaron con efusividad y se abrazaron muy fuerte como tratando de dejar la muerte de su padre, tío y hermano.

El solo la miro, abrió sus brazos esperando respuesta, diciendo –estas hermosa Hinata, hija te he extrañado muchísimo-

Ella no hizo nada solo camino hasta entrar en la casa, ignorando a aquel hombre que le había causado tanto dolor.

-Dale tiempo tío, ella solo esta triste, lo demuestra con enojo, se le pasara- decía Neji tratando de animar a su tío quien se veía muy triste por el rechazo de su hija mayor.

-Si bueno, ella siempre fue difícil, porque no entramos y se ponen cómodos si?- Decía Hiashi

Pero no era cierto, no siempre ella fue así, no siempre ella fue "difícil". De hecho era la niña más tierna, dulce, amigable y tímida que él conocía. Sabía que era su culpa pero que podía hacer, no podía cambiar el pasado, porque si pudiera lo haría con gusto, porque por ser cobarde, por no aceptar la realidad, había perdido lo que más amaba.

Hinata necesitaba tiempo para pensar y relajarse, tomo las llaves del auto y salió de la casa.

Manejo hasta llegar al pueblo que había visto antes, vio un restaurant que tenía un ambiente muy bonito, se estaciono y entro, vio una mesa cerca de la ventana y tomo lugar.

-Que puedo ofrecerte? Dime lo que sea- Dijo un muchacho rubio de ojos azules

-Mmm…algo salado con una mateada de frambuesa gracias- Dijo Hinata sin siquiera mirar a aquel joven.

-Algo salado? Como que?- volvió a hablar el chico

Ella no tenía ánimo para estar hablando con nadie cuando levanto su vista, para hablarle se quedó helada con lo que vio, un joven rubio, con cabellos desordenados y rebeldes, unos ojos grandes y muy azules, un azul hermoso, profundo y llenos de amor y felicidad.

-Mira…..emm..sabes..esto..yo…tráeme lo que creas que me..ehmm..pueda gustar ok?- Dijo bajando su mirada, hacía años que no tartamudeaba.

Porque no hay ninguna garantía
Que esta vida es fácil
Cuando mi mundo se está desmoronando,
Cuando no hay luz para romper la oscuridad
Es cuando te miro.

-Seguro bonita, tengo justo lo necesario para ti- dicho esto le guiño un ojo y se fue. Con este gesto Hinata era un tomate, que diablos le ocurría parecía una niña pequeña, que está enamorada por primera vez.

Paso un rato y el muchacho regreso con un gran sándwich y su mateada.

-Eres vegetariana?- pregunto el

-Si como lo supiste?- dijo muy sorprendida Hinata

-No lose, creo que solo trataba de decirte algo jajaja pero me alegro supe algo de ti, mira termino de trabajar en una hora me esperarías y te invito a algo? Me llamo Naruto por cierto y tú?-

-Hinata, un gusto, bien te espero jajaja y gracias- Dijo ella con una gran sonrisa

Una Hora más Tarde. . .

-Hinata, nos vamos?- Dijo este chico de ensueño.

-Claro, vamos Naruto-kun-

Próximo Capitulo : "Tu lo eras Todo para mi Y me dejaste"

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