SPEM... El significado de la esperanza
NOTA: "El Origen de los Guardianes" no me pertenece, es obra de William Joyce y de Dreamworks. Los personajes que no son mencionados en la película o en los libros, son de mi propiedad.
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CAPITULO 1
El inicio de los problemas
Una mañana tranquila, con un cielo soleado… y los habitantes, conviviendo en paz…
Así podría describirse aquel hermoso día que había iniciado de forma normal y rutinaria, para los habitantes de aquel curioso lugar, donde la presencia de humanos era rara de ver, siendo habitada más por criaturas de fantasía y criaturas naturales, en completa paz y convivencia.
Sin embargo, ninguno de sus habitantes hubiese llegado a imaginarse el suceso que ocurriría en el transcurso de la mañana y los días posteriores, cuando algunas camionetas y vehículos humanos llegaron al lugar asentándose ruidosamente, alertando a las criaturas del bosque a resguardarse ante el temor de aquellos seres que parecían invadir su hogar y que, al parecer, estaría por un tiempo más o menos largo, por como levantaban improvisados refugios para protegerse de las inclemencias del clima.
Temores que se cumplieron con el transcurso de los días, al observarles prepararse… entrando y saliendo de las veredas, marcando algunos puntos y reservando otros.
En el transcurso de la semana, el sonido de disparos se escuchaba durante diferentes horas del día, iguales que rayos y truenos surcando los cielos, pero sin nubes ni lluvia… Sólo con la lluvia de sangre que provocaban cuando uno de esos "rayos" cada vez que golpeaba a uno de los animales que pasaba de pura casualidad o por mera curiosidad, cerca de aquellas criaturas acompañadas por la muerte.
El peligro que traían consigo esos bastones escupe fuego y muerte, provocaron el movimiento de las diversas familias de animales y la indignación de los espíritus protectores del bosque, quienes no dudaban en auxiliar a las criaturas heridas que lograban escapar de las garras de esos seres que les aniquilaban a diestra y siniestra, como si se tratara de un deporte.
Y es que las leyes naturales, dictaminaban que sólo podían matar, cuando así la necesidad de comer lo dictase y, siempre y cuando, la criatura entrara dentro de la cadena alimenticia… No por diversión o crueldad…
Y eso era lo que hacían esos seres…
Reían al ver agonizante y/o muerta a cualquiera de los animales, para luego tomarle como si fuera un juguete y arrancarle la piel o el plumaje, dejando en ocasiones la carne expuesta a mitad del lugar donde fue sacrificada…
Como cualquier objeto que no merecía respeto.
Como una muestra de su poder y crueldad.
Los carroñeros se hacían cargo de la carne putrefacta de aquellos sacrificados inocentemente, cumpliendo con lo dictado por la naturaleza para ellos y deleitándose de los momentos más prósperos en toda su vida.
A pesar de ello, dichas acciones eran algo que Madre Naturaleza no dejaría pasar sin castigo para ninguno de esos humanos, que perturbaban la paz de ese hermoso paraíso natural que con tanto trabajo había creado durante siglos…
Puesto que, ella como Madre Naturaleza… era la naturaleza personificada como madre de todas las cosas, excepto lo hecho por los hombres… y por lo tanto, escucharía el llamado de sus hijos y les protegería, tal y como haría cualquier madre.
