CAPITULO I

Hola me llamo Jess Wolf. No, no es Jessica, Jesse o Jessy, solo Jess. SI, si deben estar diciendo "y que me importa a mi" pero yo solo quería presentarme antes de contarles mi historia y la de mi familia.

Bien aquí les voy, pero para que me entiendan les preguntare ¿ustedes creen en los hombres lobos? Lo se deben pensar porque rayos siguen leyendo esto, que estoy completamente loca o quizá consumí algún tipo de droga, pero déjenme decirles que no es así, y que yo sí creo en los lobos, porque vivo con tres de ellos, de hecho mi madre es una de ellas junto con mis tías. ¿Qué si yo también lo soy? Pues no, yo soy solo una mortal humana común y corriente que ha escapado a las afueras de New York junto con su excéntrica familia, luego de huir hace casi un año de Londres donde vivíamos todas. Si supongo que se preguntan porque escapamos, bueno es extraño, yo aún no lo entiendo bien solo recuerdo de después de una alocada fiesta junto a mis amigos, volví a casa y vi que mis tías hacían sus maletas y mamá estaba junto a mi abuelo Henry que estaba muy mal herido ¿Qué paso después? Mi abuelo murió y nosotras nos fuimos del país y recorrimos muchos lugares. Al menos pude terminar mi primer año de medicina en los Ángeles, si estudio medicina, digamos que vivir con tres seres que se lastiman con solo tocar algo de plata me ínsito a hacerlo y pues mañana comienzo mi segundo año en la universidad de New York y estoy muy emocionada. Comúnmente estaríamos celebrando con mi familia, pero hoy hay luna llena y como siempre ellas se encuentran durmiendo producto de una vacuna, digamos que no quieren causar estragos por esas noches de luna llena. Demonios es demasiado tarde, supongo que me iré a dormir. Buenas noches mamá –una joven de 20 años, castaña de profundos ojos azules grisáceos se acerca a una mujer de igual tono de cabello que descansa profundamente sobre su cama y la besa en la frente –que descanses –termina de decir mientras sale de la habitación y se dirige a su cuarto para dormir.

Mientras tanto en unos pocos kilómetros del lugar, precisamente entre el inmenso bosque que era parte de la propiedad de aquella familia, se encontraba un joven bastante drogado y perdido dando vueltas mientras reía.

Demonios me he caído jajajaja –decía mientras todo le daba vueltas –genial la luna esta tremenda –reía mientras trataba de taparla con su pulgar sin éxito, pero de pronto sintió un ruido entremedio de los arbustos -¿Quién anda ahí? –preguntaba tratando se ponerse de pie para luego percatarse de aquella bestia de ojos amarillos que tenía en frente –tranquilo amigo, tranquilo –decía el joven mientras retrocedía y la bestia gruñía –un carajo –se echaba a correr, pero el joven no sabía que por más que corriera el animal lo alcanzaría y se ensañaría con él, y como por arte del destino se cayó y el animal se abalanzo sobre el dándole mordidas mortales…

/o/

Mamá, mamá despierta, necesito las llames del auto –en la mañana siguiente Quinn era removida con su hija de 19 años.

Beth te dije que las sacaras anoche –decía de mala gana la rubia de 33 años y le pasaba las llaves a su hija que la besaba en la mejilla.

Gracias ma, nos veremos en la tarde –de despedía y salía de la habitación de Quinn –Adiós tía Britt, adiós tía Lo –escuchaba decir y luego el golpe de la puerta.

Vaya mira que cara traes Fabray –bromeaba Lauren mientras le servía una taza de café a su amiga.

Déjala, anoche estuvo haciendo el papeleo del último caso –la defendía Britt que le daba un bocado a su pastel.

Lo sé, yo le di el trabajo –reía la rubia mayor mientras Quinn la miraba con el ceño fruncido y Britt negaba.

Sabes Lo, como amiga te aprecio, pero como jefa eres un asco –le sacaba la lengua mientras la inspectora reía. Si Quinn era una de las más destacadas detectives de su departamento, además de que tenía a su amiga Britt que era una de las agentes y Lauren que era la inspectora del lugar. Las tres eran amigas desde hace mucho tiempo y aunque la inspectora era mayor por dos años que las otras chicas, se llevaban bastante bien, por eso vivían las tres junto a Beth.

Sabes que me adoras rubia –se burlaba y Quinn le aventaba una cuchara –inspectora Cox –contestaba su móvil bajo la atenta mirada de sus amigas –bien nos dirigiremos para el lugar, ok adiós.

¿Ha pasado algo? –preguntaba Britt.

Han encontrado un cuerpo a las afueras de New York entre el bosque –sentenciaba y las tres mujeres se alistaban para el trabajo.

/o/

Mamá ya me voy –llegaba Jess a la habitación de su madre y saltaba a su cama para darle un beso y abrazarla.

Cachorra, deberías esperarme para ir a dejarte –decía la mujer de ojos entre azules y crises.

No te preocupes, tía Rachel y tía San me irán a dejar –sonreía la joven mientras su madre le acariciaba el cabello.

Bien, pero ten cuidado, no quiero que te molestes por ya sabes que –decía la loba y veía como sus amigas se asomaban con la puerta de su habitación.

No te preocupes Kiara ya le dije que tuviera al pequeñín no tan pequeño controlado, no queremos que haga acto de presencia y deje locas a sus compañeras –reía Santana mientras Rachel la golpeaba y Jess rodaba los ojos, para ella no era problema que la latina dijera esos comentarios sobre su condición, ya estaba acostumbrada, después de todo llevaban viviendo 10 años junto a ella y Rachel.

Lo que Santana quería decir es que no te preocupes, nosotras dejaremos sana y salva a Jess en la universidad –decía Rachel sonriendo y Kiara asentía.

Bien entonces que tengas suerte cariño –se despedía de su hija –y ustedes no hagan estragos en la cuidad, recuerden que debemos pasar desapercibidas –amenazaba a las mujeres ya que sabía que a Santana le encantaba meterse a los casinos a apostar y aprovechar de ligarse a alguna chica, mientras que Rachel no desaprovechaba alguna oportunidad de mostrar sus grandes dotes de cantante, pero bien sabia Kiara que eso solo podía complicar las cosas como en los otros lugares que habían estado antes.

Por favor alguna vez te hemos defraudado –se defendía la latina y recibía la mirada discriminadora de las tres castañas.

Mejor vámonos o llegare tarde –decía la joven y junto a las dos mujeres salían de la mansión.

Mientras tanto en el estacionamiento de la universidad, Beth Fabray se encontraba bajando del auto y justo aparecieron dos chicos y una chica.

Beth amiga –saludaba la chica rubia a su amiga.

Kitty como estuvieron tus vacaciones –decía la pequeña Fabray.

Como siempre, lo pasamos en los Ángeles –decía la chica.

Hey y a nosotros no nos saludaras rubia –decía un chico castaño.

Hola Ryder, Jake ¿cómo estuvieron sus vacaciones? –saludaba a sus amigos mientras todos se dirigían al interior de la universidad.

Bien ya sabes lo de siempre –respondía el moreno – ¿no están emocionados?

¿Por qué deberíamos? –interrogaba Beth sin entender.

Porque hoy entran los nuevos y tendremos carne fresca para este año –decía Ryder y todos reían. Era sabido por los alumnos del lugar que esos cuatro eran como los dioses, de echo hacían lo que querían y nadie les decía nada y lo peor es que lograron todo eso solo en año pasado que eran nuevos, ahora todos estaban preocupados ya que eran de segundo y serían mucho peor que el año anterior.

Chicos adelántense, he dejado algo en el auto –decía la pequeña Fabray y salía hacia el estacionamiento.

Mientras en el mismo lugar.

Bien cuídate pequeña y si alguien te molesta solo lo golpeas –decía la latina y Jess rodaba los ojos.

Santana no puedes decir eso, no puedes fomentar la violencia –la regañaba Rachel.

Bien entonces las dejo –se despide y ve como las mujeres se marchan y cuando iba a emprender camino choca con alguien y rápidamente alcanza a sujetarla y la acercaba a su cuerpo –lo siento ¿estás bien?

Tienes unos hermosos ojos –decía la joven rubia haciendo que Jess se sonrojara.

Uuhm un gusto –saludaba una vez que volvían a la posición original –y lo siento soy nueva aquí.

No te preocupes. Soy Beth Fabray –saludaba la chica sonriendo y mirando coquetamente a la castaña.

Jess Wolf –saludaba nerviosa ya que la mirada de la rubia la estaba cohibiendo.

Lindo apellido –reía Beth -¿y de qué carrera eres?

Medicina, segundo año –decía y veía como se formaba una gran sonrisa en la rubia, una hermosa sonrisa.

Genial, seremos compañeras –decía y sentía como su teléfono sonaba –lo siento debo irme.

Si, nos veremos –se despedía con un beso en la mejilla dejando sorprendida a la rubia que se iba con una sonrisa –vaya es muy guapa –se decía a si misma la castaña mientras se dirigía a la oficina de la directora.

Buenos días señorita Wolf –saludaba la mujer de unos 50 años –en nombre de la institución le quiero dar la bienvenida –decía la mujer.

Muchas gracias directora –respondía la joven y veía como una joven aparecía.

Justo a tiempo señorita Rose –decía la mujer refiriéndose a la joven de ojos azules –señorita Wolf le presento a la señorita Rose, ella será su guía por hoy.

Un gusto y bienvenida soy Marley Rose –saludaba la joven y veía como Jess la miraba pensativa.

Marley son Jess no sé si me recuerdas –sentenciaba y veía como la chica abría los ojos y la abrazaba efusivamente, sin duda no se había equivocado, era la misma Marley que había sido su mejor amiga hace 10 años atrás.

Dios Jess no puedo creer que seas tú –se alejaba para mirarla –mama está muy contenta de verte –ambas sonreían mientras Marley se la llevaba para mostrarle la universidad.

Mientras tanto en la escena del crimen.

Que es lo que tenemos –decía la inspectora al médico que se encontraba revisando el cuerpo.

Joven de unos 25 años aproximadamente, descuartizado y suponemos muerte por desangramiento –decía el hombre mientras desucaría el cuerpo y las mujeres se sorprendían por el estado del cuerpo.

Y quien encontró el cuerpo –interrogaba Britt.

Ese hombre, es un vagabundo –decía el medico mientras la agente se dirigía a interrogarlo.

Deberíamos revisar el perímetro –opinaba Quinn.

Sé que hay una mansión cerca del lugar, pero está abandonada –respondía Lauren mientras examinaba el cuerpo.

¿Crees que lo haya hecho una persona? –interrogaba la detective y su amiga la miraba.

No creo, parece algo hecho por un animal –determinaba la inspectora.

En tanto Santana y Rachel se dirigían a la mansión pero fueron sorprendidas por ver a muchos policías.

Lo siento señorita pero no pueden pasar –decía un policía.

¿Qué? pero si vivimos aquí –decía algo frustrada Rachel.

Llamare a uno de mis superiores –decía el hombre mientras las mujeres se bajaban del vehículo.

¿Qué crees que haya pasado? –preguntaba la latina preocupada.

No lo sé, solo quiero llegar a casa –decía de mala gana Rachel ya que habían tenido problemas en la cuidad.

Buenos días, soy la agente Pierce –aparecía Britt sonriendo.

Escuche necesitamos pasar queremos ir a nuestra casa –decía de mala gana la castaña.

Lo siento pero estamos haciendo una investigación y no pueden pasar –decía sería la rubia sacando de las casillas a Rachel.

ESCUCHAME BIEN ME DEJAS PASAR O SI NO… -gritaba pero fue detenida por la latina.

Discúlpala esta algo enfadada –decía cortes la morena –soy Santana López –saludaba haciendo sonreír a la rubia –¿me puedes decir que es lo que investigan?

Han hallado un cuerpo descuartizado –respondía la agente sorprendiendo a las mujeres que se miraban preocupadas.

Entiendo, pero nosotras vivimos en la mansión que está un poco más arriba y solo queremos ir para allá –decía con calma la latina.

Tenía entendido que este lugar estaba abandonado –respondía la mujer y a Rachel se le escapaba un bufido –déjenme llamar a alguien –decía y procedía a efectuar la llamada –detective Fabray, hay unas mujeres aquí y dicen que viven en la mansión.

Tenía entendido que nadie vivía en ese lugar –respondía Quinn –bien iré para allá dile que esperen –respondía mientras Lauren le asentía.

Esa mañana Kiara había decidido levantarse y salir a tomar aire, pero al salir un montón de olores y ruidos llegaron a ella y decidió ir a investigar quien osaba a irrumpir en su terreno. Sorpresa se llevó cuando se encontró a una mujer rubia tapando algo con un plástico.

¿Qué haces? –pregunta sobresaltando a la inspectora que no dudo en sacar su arma.

Identifícate –decía la rubia con su arma la cual ni siquiera inmutaba a la loba.

Yo te pregunte primero –se cruzaba de brazos en forma infantil descomponiendo a la mujer.

Soy inspectora y hemos encontrado este cuerpo –apuntaba hacia la cosa bajo el plástico –ahora tu turno.

Vivo en la mansión que está un poco más arriba –decía sin más –soy Kiara Wolf.

Tenía entendido que nadie vivía ahí –decía bajando su arma.

Parece que no eres tan buena en tu trabajo –decía riendo haciendo enojar a la mujer.

Y devuelta con Santana y Rachel, aparecía Quinn y se sorprendía por ver a Britt hablando animadamente con una morena.

Buenos días soy la detective Fabray –se acercaba a Rachel.

No me interesa quien sea solo quiero pasar a mi casa –decía la loca castaña y miraba a los ojos de Quinn y de pronto sentía como se perdía en esos ojos verdes y que el tiempo se paraba dejándola sin aliento –lo-lo siento soy Rachel Berry –estrechaba la mano con la mujer y ambas sentían una corriente recorriendo sus cuerpos.

Hola. Soy Santana López. Le he informado a la agente Pierce que vivimos en la mansión que está un poco más arriba –interrumpía la latina que había visto la interacción y pudo oler el nerviosismo de la detective y el deseo que sentía Rachel.

S-si –respondía Quinn que aún no separaba la mirada de Rachel –lo siento, pero teníamos entendido que nadie vivía en ese lugar –decía una vez que se separaba de la castaña.

¿Detective Fabray, aún están esas mujeres con ustedes? –sonaba por el radio comunicador de Quinn.

Si inspectora –respondía y las lobas miraban confundidas.

Podrías decirles que se identifiquen –decía Lauren bajo la atenta mirada de Kiara.

Santana López y Rachel Berry –contestaba Quinn y escuchaba por la radio como alguien decía un te lo dije.

Bien tráelas para acá –decía y cortaba para toparse con la sonrisa arrogante de Kiara, sin duda no le agradaba esa mujer.

Aquí estamos –aparecían las cuatro mujeres mientras veían como levantaban el cuerpo.

Bien entonces no les molestara llevarnos a la mansión –sentencia Lauren mientras veía como la arrogante castaña hacia un gesto para que siguieran a las otras dos mujeres.

Bienvenidas a nuestro hogar –una vez que llegaban las rubias quedaron sorprendidas.

¿Cuánto tiempo llevan aquí? –interrogaba Quinn.

Un mes y medio –respondía rápidamente Rachel.

Bien entonces como todo está en orden nos marchamos –decía algo frustrada la inspectora por ver esa sonrisa burlona en el rostro de Kiara –cualquier cosa que sepamos le informaremos Señora Wolf.

Señorita, inspectora –decía la loba haciendo reír a sus amigas –no estoy casada y no me considero tan vieja –aparecía nuevamente esa sonrisa burlona que tenía a la inspectora totalmente aburrida.

Bueno señorita Wolf nos retiramos –se volteaba y veía como sus compañeras no paraban de mirar a las otras mujeres –detective, agente –llamaba la atención de las mujeres.

Si claro adiós – Quinn se despedía de las tres pero miraba fijamente a Rachel que le sonreía.

Nos vemos –ahora decía Britt a Santana.

Claro estaremos en contacto –respondía la latina y veía como las chicas desaparecían.

Ni se les ocurra meterse con ellas –amenazaba Kiara una vez q las rubias se fueron –y no quiero peros –decía a Santana que iba a decir algo –ellas son policías y pueden investigar y yo me canse de huir y también creo que Jess se perece estar tranquila en la universidad por lo menos la mitad del año –sentenciaba y se dirigía a su habitación dejando con el ceño fruncido a Rachel y Santana.

Mientras tanto en la universidad

Y que te ha parecido la universidad –interrogaba Marley apoyada en el casillero al lado del de Jess.

Si ha sigo genial –respondía con una sonrisa y la chica se la devolvía, pero lo que no sabían era que estaban siendo observadas por cuatro personas que no estaban muy felices.

Creo que ya tenemos a nuestra víctima de hoy –decía Beth mirando seria a Marley ya que no soportaba que alguien le coqueteara a su nueva conquista.

Déjame yo me encargo –decía Kitty seria mientras caminaba con un batido en su mano y con paso rápido se dirigía junto a las castañas. Su plan era simple, ir llamar la atención de Rose para que se girara y arrojarle el producto. Era un plan genial y cuando se encontraba a mitad de camino y ya había dicho el nombre de la chica, alguien se interpuso recibiendo el batido dejando atónitos a todos los que pasaban que comenzaron a reír.

Jess, dios vamos a cambiarte –Marley la llevaba a uno de los baño mientras Beth no muy contenta se acercaba a Kitty que se encogía de hombros.

Marley no creo que salga –decía Jess que se encontraba solo en sujetador mientras su amiga lavaba su polera.

Tienes razón así es imposible que salga –decía dejando la polera a un lado –lo peor es que te ensuciaron también la chaqueta –se volteaba y por primera vez veía el cuerpo de la chica que pasa su gusto estaba perfecto y de pronto algo hizo clic en su cabeza y sonrió acercándose peligrosamente –también te has manchado el pantalón –decía con picardía mientras desabrochaba el cinturón y y bajaba el cierre sintiendo algo entre las piernas de Jess –supongo que debe estar más grande –susurraba al odio.

Mar-Marley –tragaba con dificultad sintiendo los roces que daba la muchacha con su miembro y cuando sentía que las manos de la castaña de ojos azules iban por su bóxer, alguien apareció interrumpiendo el momento.

Rose tu madre te está buscando –decía Beth con si voz al más puro estilo Fabray.

Quédate aquí, volveré enseguida –le gañía un ojo s Jess y veía como desaparecía del baño dejándola con la rubia que la miraba completamente seria hasta que se dio cuenta que la castaña no llevaba polera y levanto una ceja sonriendo.

¿qu-que haces? –decía con nerviosismo Jess cuando vio que Beth se le aproximaba e intuitivamente llevo sus manos a su entre pierna.

Toma ponte eso –le pasaba su chaqueta dejando sorprendida a la castaña –iremos a mi casa para que te cambies y lavar tu ropa –sentenciaba.

¿pero Marl.. –fue interrumpida por la mirada seria de Beth que sin duda daba miedo.

He dicho que vienes y punto –sentencia con autoridad a lo que Jess asiente nerviosa y ambas salen del baño. No sabía que era lo que tenía esa rubia, pero sin duda le llamaba mucho a atención y no se negaría a lo que le decía y mucho menos si ponía esa cara que daba miedo.