Aquí estoy! de nuevo y con una nueva historia no es la continuación de la llama de la esperanza...pero bueno, de cualquier forma espero que les guste, nos vemos al final
PROLOGO
Había mucha gente en la calle, ese era un día especial, por así decirlo era un día festivo, todos estaban fuera de sus casas, niños, mujeres, hombres, ancianos, todos, se encontraban esperando a que la gran celebración comenzara, aunque ya estaban celebrando, claro que no era la celebración oficial.
En ese reino, predominaba la paz y la alegría, todos eran felices, era como en un cuento de hadas, pero era realidad, desde que la familia utonio, había ocupado el puesto en la realeza, todo había sido mejor.
El rey ya estaba algo viejo, pero aun así, ese día celebrarían el 62 aniversario de su reinado, su hija, quien todavía no había sido concebida, cuando empezó su reinado, si no hasta 29 años después, había crecido, y había formado una familia, con un príncipe del que se enamoro, ellos habían tenido tres hermosas bebes, habían sido trillizas.
La primera tenía por nombre bombón, tenía el pelo anaranjado como su abuelo, y tenía los mismos ojos rosas de su madre, se podría decir que es la mayor ya que nació primero, su actitud, a pesar de ser pequeña es muy responsable, ilusa, inteligente, entre otras.
La segunda, llevaba el nombre de bellota, y había sido la segunda en nacer, ella tenía el pelo negro igual que su padre y los ojos verdes igual que su abuelo, igual que su hermana tenía algunas actitudes que no iban de acuerdo con su edad, era ruda, respondona, protectora, entre otras.
La tercera era burbuja, fue la última en nacer, y según algunos decían era la que más se parecía a su padre, ya que con el compartía algunos rasgos, como sus ojos azules, pero tenía el pelo rubio igual que su madre ella era muy sensible, además de que era la más honesta de las tres, se podría decir que nunca mentía.
Las tres ya contaban con cuatro años, y eran lo más preciado para sus padres, y también su abuelo, quien las consentía con todo lo que ellas pedían, y aunque no lo hicieran les regalaba muchas cosas, pero aun así ellas no eran unas princesas mimadas.
En el castillo, el rey se preparaba con ayuda de su hija para salir, las niñas estaban en su cuarto ellas ya estaban listas, pero se encontraban esperando a su abuelo y a su madre, mientras esperaban jugaban un rato con su padre.
Todo estaba tranquilo igual que siempre, pero a los alrededores del castillo no era así.
El día más especial de aquel reino, también seria recordado como un día muy triste, pero no solo eso, ese día sería el peor día para muchos de los que allí vivían.
En el castillo
-listo papa, te ves tan guapo, como siempre-dijo la princesa viendo a su papa
-gracias hija…-dijo débilmente el anciano
-ven papa es hora de irnos…
De repente la puerta de la habitación se abrió repentinamente por ella entraron aproximadamente unos treinta soldados, pero no eran del ejercito del rey utonio…no…eran el ejercito de otro reino, un reino enemigo, todos rodearon al rey y a la princesa.
El viejo rey, intentaba proteger a su hija, saco la espada que siempre llevaba consigo, y puso a su hija detrás de él, estaba pendiente de cualquier ataque…
Uno de los soldados, que mas bien era el que llevaba el control de esa tropa, se acerco al rey, se quedo unos instantes mirándolo, y después se quito el casco, era un joven que tenía más o menos la misma edad que la princesa, su cabello estaba amarrado en una pequeña coleta, era tan negro…con su mano aparto algunos cabellos que impedían ver sus ojos, al apartarlos el rey lo reconoció inmediatamente, ya que sabía muy bien a quien le pertenecían esos ojos color sangre
-aléjate…-dijo el anciano al ver que este se acercaba
-vamos viejo…los dos sabemos que no eres rival para mí-dijo el joven muy seguro de sí mismo- pero mira nada mas… ¿y quién es esta hermosa damisela y por qué se encuentra con este asqueroso anciano?-dijo el sujeto viendo a la rubia
-¡aléjate de mi hija!-grito el anciano
-vaya…vaya… ¿tu hija?-dijo el joven viendo de reojo a la princesa-que lastima…solo venia a matarte a ti, pero…ya que es tu hija la tendré que matarla
En otro cuarto
El príncipe y sus hijas se encontraban alegremente jugando, cuando escucharon un gran golpe
-papi…-dijo la rubia abrazando la pierna de su padre
– ¿Que fue eso?-pregunto bombón quien estaba a punto de abrir la puerta
-no-dijo el príncipe que detuvo a su hija a tiempo-bellota ven aquí-susurro el hombre
-¿sí?-pregunto la pelinegra
-necesito que tú y tus hermanas se queden aquí...volveré en un instante ¿está bien?
Bellota asintió, y tomo de las manos a sus hermanas y fueron a esconderse debajo de la cama que ahí se encontraba.
El príncipe abrió con sumo cuidado la puerta, salió haciendo el menor ruido posible, el cuarto donde se encontraba su esposa no se encontraba muy lejos, cuando ya casi iba a llegar oyó como alguien gritaba, reconoció esa voz, era su esposa…tenía que ir con ella…pero…sus hijas. Tomo una decisión que le costó mucho trabajo, y después de unos instantes volvió al cuarto donde estaban sus hijas.
-¿niñas?-pregunto el hombre
-papi…-dijeron las tres yendo a abrazar a su papa
-síganme
Tomo a burbuja en brazos, mientras que las otras dos lo seguían de cerca, se acerco a una pequeña figura de un jinete montado en su caballo, oprimió la cabeza del jinete como si fuera botón, entonces en la pared se abrió un hueco donde todos entraron, ya cuando estaban dentro todos se cerró el hueco, dejando ver solo la pared, ya adentro el príncipe carga a todas sus hijas y empezaron a caminar por un largo pasillo
Con el rey y la princesa
El joven que antes había entrado por la fuerza a aquel cuarto, ahora tenía una espada que estaba manchada de sangre, en el suelo se veía al que una vez fue rey con una herida en el pecho, y su hija que trataba de detener la hemorragia.
-¡PAPA!-grito al ver que su padre empezaba a cerrar los ojos
-hija mía…-esto fue lo último que dijo para cerrar los ojos después
-pero mira que conmovedor-dijo en un tono burlón el ojisrojos mientras veía esa escena
La princesa se levanto, se encontraba de espaldas a aquel hombre, cerro ambos puños, después volteo hacia atrás para verlo a los ojos, por su expresión, era obvio que no se encontraba feliz, ya que miraba de una manera intimidante, pero aun así de sus ojos emanaban algunas lagrimas, lagrimas de tristeza y de ira, en sus ojos rosas se notaba rabia.
Se dirigió hacia el hombre hasta quedar frente a el, el solo la miraba mientras tenía una sonrisa de superioridad, ella levanto la vista ya que él era más alto, después estampo su mano contra la mejilla de este, tal fue el golpe que hizo que un hilo de sangre brotara de la boca de aquel asesino.
-vaya si que eres fuerte…princesita-dijo el pelinegro limpiándose la sangre
Quedaron algunos minutos viéndose fijamente, después el levanto su espada, y en un rápido movimiento, la espada ya atravesaba el vientre de la princesa, pero por alguna extraña razón ella seguía de pie, con las fuerzas que le quedaban a la rubia se quito la espada, haciendo que de ella brotara una gran cantidad de sangre, entonces volvió a levantar la vista, y vio como el pelinegro la miraba sorprendido, de su manga saco un pequeño cuchillo y antes de caer le hizo una cortada en el ojo izquierdo, que empezaba un poco más arriba de su ceja y terminaba, a la altura de su boca.
-hija de…-dijo el ojisrojos que se cubría con su mano la herida
La princesa solo sonrió con burla y después cayó muerta al suelo.
En otro lugar
El príncipe quien llevaba cargando a sus hijas desde hace un par de horas por el largo pasillo, vio que ya casi terminaba, y bajándolas con cuidado, se acerco a una antorcha apagada que se encontraba en la pared, la jalo, como si se tratara de una palanca, para abrir otra vez un hueco en la pared, llamo a sus hijas quienes salieron primero, después el salió, y otra vez el hueco se cerró ya que todos se encontraban a fuera.
El pasadizo secreto terminaba afuera del castillo.
-vengan niñas…-dijo el hombre-muy bien niñas tómense de las manos-el príncipe agarro de la mano a bombón, quien agarraba a burbuja, quien agarraba a bellota
Los cuatros se dirigieron hacia el pueblo, y cuando llegaron se llevaron una gran sorpresa al ver que la mayoría del pueblo estaba destruido, algunas casa estaban en llamas, otras estaban casi intactas, además que unas cien personas se encontraban muertas en el suelo, había niños, mujeres y ancianos.
El reino que alguna vez fue considerado de lo mejor, ahora estaba destruido, sin mencionar que el rey y la princesa habían sido asesinados, del reino del que alguna vez había irradiado alegría, ahora por algunos días, meses o años irradiaría una inmensa tristeza.
Díganme les gusto?, necesito una respuesta para ver si sigo con este fic o no
Pregunta!
¿en fanfiction creen que haya mas hombres o mujeres que hagan fics?
Solo es una pequeña duda
