Prólogo:
Una habitación. Cuatro paredes, una ventana, una puerta, una cama, un sillón, una silla y un año. Tal simple descripción sería insignificante e insuficiente, hasta se podría llegar a decir insultante para relatar lo acontecido hasta este preciso instante.
Una habitación… es donde resido inmóvil. Prácticamente atado a una cama, prácticamente como un despojo humano, prácticamente, y como diría Ron, una momia. Es la única sonrisa que recuerdo últimamente, claro que fue inducida por el viaje a Egipto con su familia hace muchos años. Sin duda es un comentario completamente acertado, las únicas partes de mi cuerpo carentes de pesados y constringentes vendajes son mi antebrazo izquierdo y mi ojo izquierdo. No creo que sea necesario recalcar… que no veo una mierda sin gafas, así que soy incapaz de reconocer a nadie, y la verdad es algo frustrante.
Cuatro paredes… esta es mi prisión, cuatro paredes blancas ante mi nublada visión con la carencia de anteojos que resolvieran mi problema. Crean algo místico, una prisión para mi mente, un lugar infinito. Dicen que la oscuridad y la penumbra es algo que siempre ha aterrorizado a la humanidad, pero ahora mismo quisiera vivir en ella. El motivo, hay la creencia popular que antes de morir se recorre un largo camino donde la luz al final indica el fin de la vida terrenal y se adquiere un nivel superior, otra vida, una vida mejor. Lo llamen Cielo, Paraíso, Edén, Nirvana… da igual la cultura, siempre se intenta hacer creer que después de esta vida hay otra, y que nuestro comportamiento ha de ser bajo las ordenes o leyes de un ente superior. La verdad, he adquirido la idea que estas creencias solo existen para dar significado a una vida, que sin endulzantes adjetivos, se podría denominar horrorosa, vamos, una mierda. Por eso deseo que esta luz termine y de paso a la oscuridad eterna, que esta penosa existencia concluya.
Una ventana… la verdad, tan siquiera la he llegado a ver, solo se que existe por el blanco turbador que rodea la vista de mi ojo izquierdo cada vez que lo abro. Y sobretodo, por el hecho que mi mejor amiga ha relatado con sumo detalle las vistas que se observan a través de ella, y cuantas veces desearía que me incorporara y pudiera ver la magnitud y belleza de la ciudad de Londres. La verdad, quisiera poder verla cada vez que habla con tanto entusiasmo.
Una puerta… se que existe, la oigo cada vez que se abre, y mi único anhelo es cruzarla algún día. No para recuperar mi vida, sino para terminarla, ya sea por mi propio pie o tumbado de forma grotesca e inmóvil, seguramente envuelto en algo que me ocultara ante sensibles miradas de pacientes y familiares de estos.
Una cama… durante mucho tiempo, el lugar donde permanezco atrapado, el lugar donde se consumen los segundos lentamente hasta crear la simple idea o deseo de morir. El lugar donde lo único que hago es ser manipulado por enfermeras abrumadas, ya sea por mi nombre, mi historia, o mis heridas.
Un sillón… antaño, era donde descansaba ella o Ron. Cuando querían compartir conmigo su descanso, sus sueños, sus palabras inconscientemente pronunciadas cuando estaban envueltos por los brazos de Morfeo. Cuando pronunciaban una y otra vez que nunca se separarían de mí mientras residiera en este lugar. La ubicación que desearía acomodarme tan siquiera unos segundos para poder sentir otro tacto en mi espalda que esta insufrible cama que me mantiene atado.
Una silla… donde cada una de las personas que conozco y desconocidas que tienen mi autorización a permanecer más de un segundo en esta habitación me observan. Porque en realidad he perdido la cuenta de personas que he echado de esta habitación. No solamente, periodista en busca de palabras o fotógrafos en busca de la portada del profeta. Admiradores, fanáticos, aduladores, conocidos, amistades… toda persona que haya traspasado esa puerta ha sido consciente de mi ira, y aún postrado en esta cama conservo mi magia, descontrolada y temible. En esta enumeración o recuento no hay excepciones, Ron y Hermione, mis mejores amigos, también han recibido con miedo mi magia. Esa silla, es sin duda un enemigo, porque es el lugar donde tantas ves me han torturado a preguntas, que saben que no responderé o ni intentaré negarme hacerlo. Esa silla, es también mi más ferviente amistad, porque es la única que sabe todos mis secretos. Esa silla, es mi viva imagen… sin vida, inmóvil, útil para los demás, pero no para si misma. Solamente es útil hasta que dejen de creer en su necesidad en este lugar. Y realmente, es como me veo, útil, solo para que la gente del mundo mágico sepa que luchar por el bien no significa sacrificar la vida, que vale la pena luchar, que siempre tendrán a su salvador porque nadie es capaz de derrotarlo, incluso el mismísimo Voldemort sucumbió dos veces ante su magia, habilidad y destreza alzando la bandera del bien, de la luz, de la felicidad… odio las comparaciones creadas por el profeta, sin tan siquiera saber la realidad, de su "gran salvador"…
Un año… es algo que siempre perdurara en mi vida, un año… la definición de periodo de tiempo por antonomasia en mi vida. Empezó cuando descubrí el mundo de la magia, hogwarts, amistades verdaderas, enemigos, mentores y Voldemort. Un año después volvió su amenaza descubriendo su primera parte de alma. Otro año transcurrió descubriendo al traidor y a mi padrino, la rata de Pettigrew y Sirius Black respectivamente. Desde ese preciso instante los años que transcurrieron fueron los cuales me llevaron ha esta situación… cedric Diggori murió, dejó de respirar en mis brazos, junto con el renacimiento con cuerpo y todo su poder de Voldemort y todos sus seguidores. Al siguiente año, a pesar de los intentos del ministerio de magia, la antigua guerra resurgió. Solo por el deseo de saber el contenido de una profecía donde estaba inscrito mi nombre perdí a Sirius, por mi culpa, por mi insensatez, por mi estupidez. Un año más transcurrió un año de múltiples revelaciones, un año confuso, un año trágico… el verdadero héroe, verdadero líder, quien realmente fue el salvador del mundo mágico, murió ante mi… a las manos de Snape, quien solo seguía ordenes de su victima, para crear algo impensable con ese suceso, esperanza, valor… nutrió día a día a toda la orden con su magia y sabiduría, blindando sus miedos para que en cualquier batalla avanzaran sin temor ante el anhelo de Dumbledore, el fin de la oscuridad. Fue un sacrificio vital para el resultado final de la guerra, vital para la recuperación del mundo mágico tal como se conocía antes de ella, vital para cada uno de los que sobrevivieron a la última batalla… para mí?
El inicio de un infierno… en eso se convirtió, un infierno el transcurso de 365 días, 8760 horas o 525600 minutos. Da igual la unidad en que sea representado al final el intenso sufrimiento que padecía se contara como se contara, llegaba al mismo resultado, la destrucción de mi alma. Siempre quise creer que ellos dos podrían mantener mi cabeza erguida, pero tanto había perdido en el camino, tantas personas que podrían hacerme permanecer con ilusión en este mundo. Ese año mi único deseo de permanecer con vida, era la venganza. El anhelo de convertirme en asesino, el deseo de torturar a quien arrebató al mundo de tantos símbolos de bondad, no solo porque no estuvieran a mi lado, sino porque privó al mundo entero la oportunidad de conocerlos realmente.
Otro año transcurrió, pero solo fui consciente de los últimos días de este. Solo hacían que repetir que era un milagro que despertara, que siguiera con vida, que no hubiera yacido inerte y sin vida en el campo de batalla junto a muchas personas que realmente no merecieran ese final. En los primeros días de mi despertar Molly Wesley, solo hacía que recitarme cuanto habían sufrido con mi estado, cuanto tiempo habían permanecido a mi lado Ron, Hermione, y por supuesto Ginny. Solo con mirarla a los ojos sabía que mentía con la última persona, quería que creyera que su preocupación era por amor, y no por amistad como era la realidad. Porque sabía de la desaparición de ese sentimiento mucho antes de iniciar mi última andadura hasta el momento. Supongo, que el deseo de ganar a un hijo en forma de yerno es algo que consolaría a una madre que pierde a dos hijos en apenas un mes de diferencia. Me repetía una y otra vez como se escapaban de hogwarts cada semana para verme, también era consciente, que cada semana ya se había convertido en cada dos, incluso a veces tres, pero no les culpé de ello, sentí alivio al ver que sus vidas proseguían por su camino con mi ausencia. Estaba seguro, de la complejidad, y cuanto habrían sufrido por mi culpa, pero la sensación de no ser una carga para nadie, ni tener la obligación de acarrear con obligación alguna era algo que aliviaba mi alma, creaba paz en mi corazón.
Un año… un año… un año… ese es el tiempo que llevo inmóvil en este lugar… un año donde lo que en un principio fue la recuperación de la amistad del trío al completo, fue diluyéndose lentamente. Sigue existiendo esa amistad, se que nunca desaparecerá, lo noto en mi corazón. Pero quiero acabar con la carga que supone mi existencia. Lo que fueron apenas dos días sin verlos, se convirtieron en tres visitas a la semana, algunos meses después una, y ahora tres veces al mes como mucho. No les culpo para nada, en absoluto, porque es mi deseo. Quiero que prosigan con sus vidas, que se conviertan en las preciadas y reconocidas personas que deberían ser, y no la perdida de tiempo que supone permanecer a mi lado. Es normal, han iniciado sus estudios que definirán sus carreras profesionales en un futuro. A veces, consigo leer en la mente de Ron como afecta mi nula recuperación a Hermione. Como la extraordinaria estudiante de hogwarts se había convertido, en la común, con ciertos toques de brillantez. A pesar que el negara conscientemente cualquier pensamiento sobre mi culpabilidad, o motivo, que no fuera la de antes. Sabía que existían, porque también nacían tales pensamientos en mi mente.
Inmóvil, solo susurros produce mi voz, leves movimientos, dolorosos, torpes e inútiles. Miradas perdidas, segundos eternos, pociones, medicinas, intervenciones, preocupación, dolor, tristeza, impotencia, inseguridad, desengaño, crear confusión, dudas… ha esto me limito, en un año, esta es mi vida, o simplemente esto es lo que soy.
Los mejores médicos, tanto muggles como medimagos han tratado mis heridas incurables. La persona que encabeza todo este esfuerzo es Severus Snape, quien por mi culpa también se consume interiormente a pesar su inocencia y mérito. No creo que hubiera sido capaz de tener el valor que demostró terminando con la vida de su mentor, y si podría llamarse así amigo.
Siempre existe un pero, una ironía, una simple idea… que explica un complejo porque. Tantas veces llega a mis oídos la frustración que expresa la voz de snape, Hermione, Mcgonagall, Luna, Hagrid o incluso Draco. ¿Porque no mejora¿Por qué parece inmune a toda poción¿Porque no sanan ni las más pequeñas cicatrices? Pero… han pensado en la simple idea, la simple ironía… que deseo mi muerte…
así de simple... un prólogo... aún no se si continuaré con la historia... eso si! no dejaré "muerto" jajajaja se que tas esperando nuevo capítulo, pero toy lento y sin ideas jajajaja ideas si... pero cada vez que escribo algo no me gusta así que escribí esto y si me gusto
subo este prologo ahora, y principalmente porque en dos semanas tendremos último libro de harry potter, y digamos que no quiero ser influencido por el.
y ahora a explicar un poco... se que esta redactado de la forma más compleja y rara posible... y está hecho a proposito, no es que haya alucinado con substancias prohibidas y que l resultado sea este... seria posible pero no es el caso jajaja
esto de arriba, y como dice la primera palabra escrita en este capítulo, es un prologo, raro de cojones, pero un prologo. no será narrado en primera persona ni mucho menos, solo es... como podría explicarlo... un espejo para ver la inestabilidad mental del personaje principal. claro que no es muy extraño viendo a Sean/Harry en muerto... pero con esta historia, puede que supere lo escrito hasta la fecha... no por calidad... sino por inestabilidad mental de harry jajaja mira que soy malo jajajaja
respecto a la calificación o rating de la historia, como habeis comprobado es, M. no por escenas explicitas de sexo ni mucho menos, aunque puede que las haya, nunca se sabe... sino por la violencia y lenguaje soez que sera bastante frecuente, y recurrente dada mi forma, digamos peculiar de escribir...
por si preguntais, no tengo ni idea cuando subiré el rimer capítulo, sobretodo porque no tengo ni una sola palabra escrita... practicamente me lo han prohibido para que me centre en muerto... vamos que estoy bajo amenaza jajajaja
así que espero que hayais disfrutado del prologo sumamente extraño, que termine "muerto" de una vez y continue esta historia, que no es que dependa de las primeras opiniones que reciva sino más bien que me convenza a mi cuando empiece a escribir el primer capítulo
cuidense!!
PD: subiere capítulo de muerto cuando lo haya terminado de escribir, cosa que va bastante atrasada
