Una niña de 5 años le sonreía a su madre mientras esta estaba cosiendo. Esa niña, señores y señoras soy yo. Claro que por esa época tenía menos años. ¿Quién iba pensar que una niña de una familia tan ancestral como los Ellison iba a acabar así.
Soy la única hija de un matrimonio de la alta sociedad mágica de Gran Bretaña, podría decirse que siempre he tenido todo lo que he querido y sería verdad.
Nací en el 12 de enero del 1951 en la mansión de mi familia. Mi pelo es marrón como el chocolate suizo que mi abuela siempre me regalaba por navidad. Mi complexión es delgada y soy bastante pálida, cosa de la que me enorgullezco.
Desde pequeña he conocido a muchos niños, que años más tardes pasarían a ser parte el "grupo" en el que estoy metida.
Mi madre fue al colegio con Druella Rosier, que poco después pasó a llamarse Druella Black, razón por la que conocí en persona a Bellatrix Black…
Estaba en la sala de juegos, yo tenía 5 años y mi madre estaba cosiendo a mi lado. Ella estaba haciendo una manta para mi muñeca Claire cuando entro la elfa doméstica a la estancia.
Ama Hayley, la señora Black ha venido con sus hijas.-dijo la elfa tímidamente-
Hazlas pasar-dijo mi madre haciendo que nos quedásemos solas- Beren,cielo, hoy vas a conocer a la hija de una amiga mía, tiene tu edad y … esperemos que os llevéis bien, tienes que portarte bien con ella por el bien de la familia.
Sí, mamá- sentí y me senté en el suelo con las piernas cruzadas mientras jugaba con Claire.-
Estaba jugando cuando de repente entraron en la habitación una señora mayor con un carricoche y una niña de mi edad. La niña era preciosa, tenía el pelo negro y rizado y su piel era tan pálida como la mía. Mi madre empezó a hablar con la mujer y cuando se acordó de que yo existía dijo:
Beren, esta es Bellatrix, la hija de Druella, jugad un rato juntas hasta la hora de merendar.
Le asentí y empecé a mirar a la niña llamada bellatrix.
Hola Bellatrix ¿Quieres jugar?
¿A qué?
A lo que quieras, tengo muchas muñecas. Si quieres podemos jugar a que somos magas mayores y hacemos hechizos.
Vale-contestó ella secamente-
Todo fue normal, jugamos a ser mayores y a ser las mejores. Al rato la elfa, llamada Nis, nos trajo la merienda; galletas y chocolates de todo tipo y empezamos a merendar.
Beren, ¿Te ha dicho tu madre algo sobre los sangre sucias?
A mi directamente no, pero se lo que son y son asqueros.
¿Y muggles?
Sí, eso sí. Mi papi no me deja ir a la calle sola por que dice que son malos y que no quiere que me pase nada.
¿Eres sangre pura?
Claro, sino tú no estarías aquí ¿no?
Me caes bien- me sonrió-
Y tú a mí -le devolví la sonrisa-
Ese día conocí a mi primera amiga y eso es algo que nunca voy a olvidar.
Mi madre me despertó a las 10 de la mañana. Era mi undécimo cumpleaños y toda la familia y todos mis amigos iban a venir a comer a casa. Al despertar mi madre me cantó el cumpleaños feliz en francés:
"Bon anniversaire,
nos vœux les plus sincères
Que ces quelques fleurs
vous apportent le bonheur
Que l'année entière vous
soit douce et légère
Et que l'an fini,
nous soyons tous réunis
Pour chanter en chœur:
"Bon Anniversaire!"
Mi padre vino a mi cuarto y desayunamos todos juntos allí. Luego me duché y mi madre me peinó, me puso unas joyas en forma de serpientes con esmeraldas que habían permanecido en su familia durante décadas y siglos y me puso en vestido verde lima, que hacía relucir mis ojos.
Hacia las 12:30 empezó a llegar gente. Los primeros en llegar fueron mis abuelos Casandra y Bartolomé y Lisa y Chales. Luego llegaron Bells y su familia. Ella tenía 2 hermanas; la preciosa y buena de Narcissa y la amargada de Andrómeda, a quien a lo largo de los años cogí y cogeré más asco. Nada más verme Bells vino a saludarme y esperamos juntas a que viniera más gente. Los próximos en llegar fueron los Malfoys, Lucius y su padre Abraxas. Lucius era un chico muy majo, la verdad, lo que pasa es que tenía el ego demasiado subido y había veces que resultaba muy pesado. Por el contrario Abraxas era todo lo contrario, ego tenía pero no era hombre de muchas palabras. Su fría mirada gris imponía respeto, y no era para menos, corrían rumores de que este rubio platino dominaba todas las imperdonables.
Los siguientes en llegar fueron los Yaxley que vinieron acompañados con los Carrow. Arnold Yaxley era el chico que toda niña desea; era un año más mayor que yo y era el más guapo con diferencia entre todos mis amigos. Luego estaban los gemelos Carrow. Alecto era una niña del montón, podría ser sangre pura y tener mucho dinero en su cámara de banco pero la fealdad no se la quitaba nadie. Era la típica niña malcriada , más aún que yo, a la que había veces en las que daban ganas de darle con una silla en la cabeza. Amycus Carrow, por el contrario, era bastante majo, los genes tampoco le habían favorecido mucho pero no era tan duro de ver como su hermana.
Nada más llegar se juntaron a nosotras y empezamos a hablar de todo un poco. Pasamos así el rato hasta la comida. Mi madre no me dejó invitar a más gente, una lástima ya que la lista que tenía hecha tenía 45 nombres.
De comer tuvimos cordero y demás delicias que el catering preparó. De postre había una tarta gigante de chocolate, mi favorito, con unas velas con el número once. Antes de soplarlas todos me cantaron :
"Happy Birthday to you
Happy Birthday to you
Happy Birthday dear Beren
Happy Birthday to you"
El resto de la tarde la pasamos entre juegos y risas. Cuando ya era hora de que la gente se fuera el señor Malfoy vino donde mi.
Señorita Ellison, tome mi regalo- me tendió un paquete envuelto en papel de regalo negro.
No hace falta Señor Malfoy
Sí que la hay
Abrí el paquete y me sorprendí al ver que era un libro de esos que no me dejaba ni tocar mi padre; un libro de artes oscuras. Iba a contestarle pero cuando me di cuenta ya no estaba. Después de despedirme de los invitados que quedaban me fui a la cama y empecé a leer ese libro.
