La venus de las pieles

Holas! Espero q les guste este fic, es la primera vez q subo uno de mis fics a esta pagina, asi q cualquier duda, queja, comentario o burla no duden en escribirme un review. Este fic es basado en un libro q se llama precisamente, la venus de las pieles, muchas de los dialogos y escenas son sacados de ahí, aviso desde ya para q los q lo hayan leido no me digan q soy un fraude XD u

Diaclaimer : pues si . . . yo no soy la dueña de yugioh, si lo fuera, seria un anime yaoi XD, asi q no me demanden!

Bueno, ahora si al fic

Cap 1

Entro en el cuarto de su yami, estaba durmiendo justo como penso.

Ryou siempre sintio curiosidad de saber como era el cuerto de bakura por dentro, ya q el le tenia prohibido entrar ahí, esta era la oportunidad perfecta para satisfacer su curiosidad.

Se deslizo en silencio esquivando la ropa q habia tirada por el piso, observo las paredes, estaban pintadas de negro, una, especialmente llamativa estaba llena de objetos con algunas partes en plata y oro q relucian en la lugubre habitacion. Miro a su alrededor . . . su yami tenia un tocador! Nunca imagino una cosa asi de bakura, pero lo q mas lo sorprendio era q en el tocador habia un portaretratos muy llamativo y tenia una foto nada mas ni nada menos q de ryou, aparecia sonriente, una de esas sonrisas q le encantaban a bakura. Observo la siguente pared, quedo sorprendido, estaba llena de pinturas, nunca creyo q su yami apreciara el arte, se acerco un poco mas para apreciar mejor los cuadros y noto algo extraño, todos representaban a la misma persona; un muchacho joven, mas o menos de su misma edad, tez morena, su cabello rubio cenizo caia orgulloso y sus pupilas violetas brillaban despiadadas.

Un cuadro en especial llamo su atencion, era mas grande q los demas y su marco era de una madera preciosisima con un extraño e intrincado diseño, en el se podia apreciar de nuevo al muchacho moreno con una risa radiante q le alumbraba el rostro, su cabellera suelta sobre sus hombros, descansaba la cabeza sobre el brazo izquierdo, desnudo entre una oscura piel de pantera. Su mano derecha jugaba con un latigo, y su pie, desnudo, reposaba descuidado sobre un hombre, tendido ante el como un esclavo o un perro; y este hombre, de rasgos acentuados, pero de buen dibujo, en los q se leia, una profunda tristeza y una devocion apasionada, alzaba hacia el, los ojos de un martir, exaltado y ardiente.

El hombre, taburete vivo bajo los pies del moreno, no era otro q bakura, pero con una cicatriz q bajaba por su ojo, seguramente hecha por el latigo q sostenia el otro muchacho.

Ryou quedo impresionado, estaba tan absorto en la contemplacion del cuadro q no noto cuando bakura se desperto y se paro detrás de el, hasta q sintio unos brazos q lo tomaban por la cintura y lo atraian hacia otro cuerpo. Se sobresalto y empezo a temblar, seguramente su yami estaba furioso por haberlo encontrado ahí mirando sus cosas, pero contrario a todo lo q se imagino, lo unico q hizo bakura fue darle un beso en el cuello y apoyar la cabeza sobre su hombro mientras lo seguia abrazando.

- te gusta? – pregunto bakura

Ryou se volteo y lo miro sorprendido, no sabia q le turbaba mas, si el beso q bakura le habia dado o su pregunta. Como podria gustarle un cuadro en el q su yami se arrastraba como perro a los pies de un moreno de mirada despiadada!

-sucedió? – pregunto ryou eludiendo la pregunta de bakura

- es una historia larga . . . – respondio sin animos

Bakura solto a ryou de su abrazo y se sento en su cama, su cara habia perdido el gesto apasible y ahora se mostraba mas bien aburrido.

- q son esas cosas? – pregunto ryou señalando la pared donde estaban los objetos q antes habian llamado su atencion y q resplandecian contra el oscuro fondo

- son latigos y . . . otro tipo de juguetes – respondio sin mucho interes el albino mas alto

- latigos! . . . para q tienes eso? – pregunto alarmado

- por q me gusta coleccionarlos, ademas son recuerdos – respondio bakura sintiendo un malsano placer al ver la confucion reflejada en el rostro de su hikari

- recuerdos de q? – pregunto mirando inconscientemente hacia la pintura q tanto lo habia impresionado

- recuerdos de la venus de las pieles – dijo señalando el dichoso cuadro

- antes me dijiste q era una historia larga . . . tengo tiempo, por q no me la cuentas? – pregunto ryou ilusionado por saber algo del pasado de su misterioso yami

- si quieres saberlo, tendras q leerlo – le dijo pasandole un manuscrito, no tenia muchos animos de contar una parte triste de su vida

POV. Ryou

Bakura fue a sentarse cerca de la ventana dandome la espalda, y parecio soñar con los ojos enteramente abiertos. Reinaba el silencio nuevamente en la habitacion, la lluvia caia lentamente sobre la ventana. Abri el manuscrito y lei:

Confesiones de un ultra-sentimental

¡oh, tu, sensual seductor ultra-sentimental!

Un hombre te lleva por la punta de la nariz.

Volvi la hoja y lei:

He sacado lo q sigue de mi diario de entonces, por q es imposible volver sobre lo pasado de una manera imparcial; asi es q todas estas paginas poseen la frescura de color de antaño, el sabor de la actualidad

Escuche en algun lugar . . . : la verdadera musa comica es aquella cuyas lagrimas corren bajo la mascara.

¡Palabras admirables!

Mi estado de alma es asi de extraño mientras escribo estas paginas. El aire me parece de un olor de flores penetrante, q me aturde y hace q me duela la cabeza; el humo de la chimenea oscila y sus espirales toman formas q me señalan con el dedo burlandose en tanto escribo mis aventuras. Y eso q no escribo con tinta ordinaria, sino con la sangre escarlata q destila mi corazon, por q todas las llagas, hace tiempo cicatrizadas, se han vuelto a abrir, y mi corazon palpita y sufre, y aca y alla una lagrima cae sobre el papel.

La casa donde vivo esta situada en un parque de placer: un bosque, o un desierto, como quiera llamarsele; tanto es de solitario.

Vivimos juntos en ella: yo, un muchacho egipcio, el joven ishtar, y un gato q juega constantemente con un ovillo, de propiedad, me figuro, del guapo egipcio.

El egipcio es verdaderamente bello, muy joven todavia –lo mas 16 años- y muy rico. Vive en el segundo piso; yo vivo en el primero. Sus verdes persianas siempre estan caidas y tiene un balcon ador nado de plantas trepadoras; pero yo tambien tengo mi intimo nido, en el cual leo y escribo. Desde el veo el balcon, donde de cuando en cuando, aparece un kilt blanco entre las verdes y poeticas mallas de las plantas. En verdad, el guapo q vive por encima de mi me interesa muy poco, por q estoy perdido por otra, desesperadamente perdido.

Mi bien amada es una piedra.

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Ok, hasta aquí . . . onegai, dejen reviews! Con unos cuantos me conformo para seguir este fic, desde ya les agradezco sus comentarios. Y prometo actualizar semanalmente sin falta.