Un día nuevo ha llegado, me despierto y pienso en todo lo que ha sucedido en mi vida, la vida del famoso Harry Potter, quien tiene encima la responsabilidad de derrotar a Lord Voldemort, todavía recuerdo ese momento en el despacho de Dumbledore a finales de quinto curso cuando me reveló que "ninguno de los dos podrá vivir mientras el otro siga con vida"; no sé si sea literalmente así, pero tengo esa idea clavada en mi mente como si fuera una marca hecha con hierro al rojo vivo.
Pero tranquilos, no les voy a contar mi historia, estoy seguro que la conocen, lo que les voy a contar es cómo encontré a la mujer de mi vida, a la que más quiero y por la que daría la vida. Por supuesto hablamos de la hermosísima, talentosa y amigable Hermione Granger
El único problema es que ella estaba empezando a salir con Ron, él había logrado después de mucho tiempo decirle que le gustaba y que sería excelente si los dos podían salir alguna vez.
Durante la entrevista que Hermione arregló con Rita Skeeter y Luna Lovegood, Skeeter me preguntó varias veces si me pasaba algo porque de un momento a otro ponía los ojos en blanco y me desconectaba del mundo.
La verdad sí me pasaba algo… estaba pensando en ella y en todos los detalles que había tenido conmigo desde hace 4 años, cuando por fin pudimos acercarnos y conocerla y abandonar esa estúpida idea que teníamos de ella. Quien hubiera creído (sobretodo yo) que les estaría contando esta historia, y que ella fuera la protagonista.
Ya creo que es suficiente, sin más preámbulos les presento el mejor momento de mi vida.
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Durante las primeras citas todo fue perfectamente, Ron y Hermione ya eran casi novios, Hermione todavía no había sucumbido a la tentación desde hace unos meses, pero tenía que admitir (si no estaría diciendo una mentirota) que le gustaba Ron; tal vez Ron gustaba de ella más que ella de él y se había convertido en un secreto a voces que no había llegado a oídos de la chica por ahora.
- Te juro, Ron, que eres la persona con mejor suerte que conozco- le dije muerto de la envidia-
- Gracias, hermano, pero sentía esa química entre nosotros y sólo quería confirmar si tenía razón o no- me contó encogiéndose de hombros- Me jugaba a todo o nada, estuve varios días desvelado pensando si hacía lo correcto. Pero un día tuve la oportunidad que tanto anhelaba, poder hablar con ella sin que tú estuvieras.
Y recordaba ese día como si fuera ayer, Hermione me lo había contado y sentía que el mundo estaba en contra mío… Sólo me faltaba que la niña que quería a mi lado ahora decidiera salir con mi mejor amigo.
Muchas veces hay algo que te detiene y hace que alcanzar tus sueños no sea tan fácil como quisieras, Ron era mi amigo y no le haría eso a quien me había tratado casi como un hermano, no pelearía por una chica con el mejor amigo que tendría jamás. La tenía tan cerca pero no era nada fácil olvidar a la mujer que se roba tus suspiros y poco a poco se adueña de tus pensamientos.
Ella me contaba cómo iba la relación con Ron aunque oficialmente no eran nada por ahora, les gustaba dar largos paseos por Hogwarts y disfrutar lo que sentían, yo cuando podía le daba uno que otro consejo para poder concretar algo con Ron.
En algún momento necesité de alguien a quien contarle lo que me estaba pasando y quién mejor que Neville Longbottom y Ginny Weasley para ello. No podía seguir con este sentimiento atrapado y sin tener a quién decírselo
-Pues así es mi historia, queridos amigos- culminé mi relato sobre lo que sentía y veía sus caras de incredulidad- Y por lo que ha sucedido, pienso que me va a costar un esfuerzo inmenso estar con ella.
-¡Te dije que era cierto!- le dijo Ginny a Neville emocionada- Yo sospechaba que te pasaba algo, pero pensé que sólo era mi imaginación y decidí no contarle a Hermione sobre ello.
En ese momento sentí un enorme alivio, no había sido lo suficientemente evidente para echarlo a perder.
-No sabes cuánto te agradezco que hayas tomado esa decisión- le dije a la hermana de Ron con una sonrisa de oreja a oreja.
Neville bufó.
-Hey amigo, yo también tengo que ver en esa decisión, yo le dije a Ginny varias veces que estaba viendo lo que quería ver y no lo que verdad existe entre ustedes dos: amistad- intervino Neville con un ligero tono de furia.
Lo que más disfrutaba era el tiempo que pasaba a solas con Hermione en el que mis pensamientos navegaban lejos de Hogwarts en un mundo fantástico en el cual ella y yo éramos felices porque Ron no estaba en medio, yo era feliz con ella y viceversa. Me encantaba escucharla hablar así fuera de Ron. Me fascinaba verla y oírla así de feliz.
-Ay Harry, es que últimamente no sé que hacer con lo de Ron, ya no sabemos cómo definir lo que somos –decía la hermosa chica que cada vez me gustaba más- Intentamos ponerle un nombre pero siempre fallamos en el intento.
-Para mí es muy sencillo definir lo que son ustedes, dos personas que se quieren como ustedes se llaman novios- dije yo mientras sentía que atravesaban cien dagas a la vez y desgarraban mis sueños y ella se sonrojaba un poco- ¡¡¡Sólo es necesario que lo reconozcan de una vez por todas!!!-
-Oh, Harry, muchas gracias- dijo ella con la radiante alegría que muestra cada vez que algo la pone feliz y alegra mis días sin importar lo que haya pasado -Lo pensaré y con base en eso tomaré una decisión-
Se dispuso a salir de la Sala de los Menesteres, pero a medio camino de la sala de grandes dimensiones decorada con muchos elementos que hacían sentir a cualquiera en el paraíso, pareció recordar algo y se devolvió hasta donde yo permanecía, en una esquina sobre un cómodo sillón, para preguntarme si me iba con ella o me quedaba:
-No te preocupes, yo iré en un rato, necesito practicar hechizos no verbales y esta sala me viene muy bien para hacerlo, gracias- dije yo como pretexto porque esa no era la razón por la que me quería quedar.
-Bueno Harry nos veremos luego, adiós- dijo ella y me dio un beso en la mejilla de despedida.
En ese momento luché por parecer inexpresivo hasta que ella se fuera, lo cual no demoró mucho tiempo en suceder.
Cuando quedé solo en la Sala de los Menesteres me sentí un poco raro por lo que hizo Hermione, llevaba haciendo eso desde hace como 3 años pero era la primera vez que disfruté ese gesto de su parte… era como tocar el cielo con una mano... me ponía muy feliz y pensaba en lo feliz que podríamos ser si me hubiera decidido antes...
Ya tocaría el cielo con las dos manos cuando estuviera con ella… y para eso no faltaba mucho, cosa que no sabía en ese entonces
Durante las vacaciones de navidad nos separamos un poco porque ella pasaba más tiempo con Ron que conmigo, así que disfruté las vacaciones con Ginny hablando de Quidditch y comentándole lo que hizo Hermione en las pruebas de guardián a principio del curso.
-¿En serio lo hizo?- preguntó Ginny incrédula -No puedo creerlo- dijo al ver que yo asentía por enésima vez.
-Se nota que tantos años al lado de ustedes dos le han servido de algo- dijo con una sonrisa en la cara.
-Sí, sobretodo para saber que Ron tiene lo que ella busca en un chico, sólo que no lo quiere admitir- dije yo entristecido al recordar cómo eran las cosas.
-Oh Harry, lo siento muchísimo, qué lástima que no hayas sido el afortunado, pero por ahora no puedes hacer nada. Necesitas tratar de olvidarla. De lo contrario ella podría darse cuenta y distanciarse más de ti.
-¿Estás loca? ¿Olvidar a la niña que más me ha gustado en toda mi vida? Si fuera Cho te entendería, pero conocerla de la forma que la conozco hace casi imposible que pueda. Ojalá pudiera, pero desde que se tiñó el pelo de rubio hace unos días me enloquece aún más y es menos posible que logre abandonar mi corazón. Adoro su aspecto, sus movimientos, sus gestos, su inteligencia, su gusto por la aventura…
Ginny puso los ojos en blanco como quien quiere decir "Este ya se puso cursi y no quiero oír lo que tenga que decir"
-Perdóname, no recordaba que no te gusta eso, pero todo es cierto y no me cansaré de decirlo, por ahora tendré que conformarme con seguir amándola en silencio; prefiero ser infeliz con tal de no traicionar a tu hermano.
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Pasó año nuevo y con ello se reiniciaron las labores en Hogwarts con las clases de Aparición para los alumnos de sexto que eran un poco difíciles y en las cuales no se había progresado mucho en las 4 primeras clases a no ser que se tenga en cuenta que algunos alumnos se escindieron.
En la sexta clase, por fin había logrado Desaparecer y Aparecerme poniendo en blanco mi mente. Hice todo lo posible por desalojar de mi pensamiento a Hermione, por fin lo había logrado y eso me alegraba mucho. Pronto podría hacerlo a pesar de la extraña sensación que se experimentaba al hacerlo
Hermione estaba teniendo dificultades con ello, cosa que me extrañaba, porque era bien sabido que ella era la mejor estudiante del curso, lo que ninguno de los dos sabia era que ella también tenía problemas de concentración porque había detectado un cambio en el comportamiento de Harry y no sabía cómo interpretarlo.
Ron le decía a menudo que necesitaba concentrarse en el sitio en el que debía Aparecerse y así lograrlo.
Pero el problema era otro… ¿Era su impresión o Harry daba señas de gustarle?
Las cosas cambiaron para mí cuando nos anunciaron que habría una salida a Hogsmeade para mitades de febrero. La noticia no me entusiasmó mucho porque pensé que sería como la vez anterior que salimos los cuatro, Ron, Hermione, Ginny y yo, los dos primeros se habían distanciado un poco de nosotros, cosa que me permitió acercarme mucho a Ginny.
Pero el destino me tenía una sorpresa preparada y la revelaría cuando fuera el momento.
