Disclaimer: Gekkan Shoujo Nozaki-kun no me pertenece, solo hice esta historia por entretenimiento, sin fines de lucro.
-Mikorin –Chiyo levantó la vista de la página que estaba entintando- ¿Alguna vez besaste a alguien?
El chico alzó la mirada sorprendido y sonrojado ¿Por qué lo preguntaría justo en ese momento? Ah, claro, estaban terminando un capítulo donde Mamiko y Suzuki por fin se besaban.
-Claro –respondió poniéndose en modo Don Juan- Los labios son el tesoro más preciado para descubrir en un rostro, sobre todo en uno como el tuyo…
-¿Y cómo es? –Chiyo miraba con anhelo el beso que entintaba.
-¿C-cómo es? –Mikoshiba se rascó la nuca- Supongo que…
-Nunca besaste a nadie ¿no?
-¡Claro que sí! –El chico, enojado, se sonrojó- ¡Los besos son importantes y culminantes para la ruta que elijas…!
-Ay, Mikorín –suspiró la chica soltando su herramienta- Nunca llegaré a eso con Nozaki-kun….
El chico, sorprendido por el repentino pesimismo de Chiyo, comenzó a preocuparse.
-Nunca se fijará en mi –suspiró de nuevo ella- han pasado meses de que trabajo con él y sigue viéndome como una pequeña fan…
-Solo es cuestión de tiempo, sabes que es un despistado…
-Soy bajita, apenas desarrollada, infantil, ingenua… -a cada palabra iba cayendo más sobre la mesa- ¿Quién querría besarme o salir conmigo?
-Eso no es importante –Mikorin alzó su rostro con una mano- Eres dulce, lista, linda, amable y una artista, cualquiera querría salir contigo o besarte…
-¿Tu… lo crees? –la chica se sonrojó. Mikoshiba no estaba fingiendo y no parecía avergonzarse de decirlo.
-Claro que si –sonrió él- Yo mismo te besaría si me lo pidieras….
Chiyo enrojeció aún más ¿qué era eso? ¿Por qué le agitaba tanto lo que él decía?
-¿Lo… harías?
Mikorín, viendo lo sonrojada que estaba, tan tierna, por un extraño impulso, se tumbó sobre la mesa para alcanzarle un suave beso en los labios.
-Mi-Mikorin…
Él, luego de darse cuenta de lo que hizo, enrojeció a más no poder y salió corriendo hacia el baño.
Chiyo se tocó los labios, aún pasmada. Miró la hoja que entintaba y pensó que la sensación era tal como lo describía el manga. Solo que más extraño. Y húmedo.
Mikoshiba, en el baño, también se tocaba los labios completamente avergonzado ¿Cómo pudo hacer eso? ¿En qué pensaba? No podría verla más a la cara…
Nozaki abrió la puerta para encontrarse con que Chiyo se encontraba tirada en el suelo, mirando al techo, y Mikoshiba directamente no estaba por ningún lado.
Dejó los refrescos que había ido a buscar. Chiyo, al percatarse de su presencia, se sentó de un respingo, y volvió nerviosa a su entintado.
-Sakura… -Nozaki le acercó una bebida- ¿Dónde está Mikorin?
-N-no sé –aún estaba sonrojada y evitó mirar al chico- Creo que entró al baño….
El chico miró hacia allí, y luego volvió a su trabajo en silencio.
En un momento dado, Mikoshiba decidió que ya no podía quedarse adentro (había escuchado que Nozaki llegó) así que, con un gran suspiro, salió para sentarse frente a Chiyo de nuevo, evitando mirarla a la cara. El rojo no se les iba.
Nozaki, sospechando ya, decidió que el tiempo de trabajo había acabado. Los dos se pararon rápidamente, pero no se movieron de lugar.
-V-ve tu primero, Chiyo-chan –ofreció el chico.
Ella, sonrojada de nuevo, se despidió brevemente y salió de la casa a toda prisa. Luego de un rato, Mikoshiba la imitó.
Una vez solo, Nozaki miró las hojas con las que trabajaba Sakura. La escena del beso. Una conjetura comenzó a rondarle la cabeza ¿Qué había pasado mientras no estaba?
Agarro el lápiz y el papel. Y tenía una idea en mente para el próximo volumen.
