El beso de mi cumpleaños.

Me desperté esa mañana muy emocionado. Eran muchos los factores que influían en mi emoción. El simple hecho de estar en Estadio Génesis y haber ganado a los Wambas era uno de los motivos de mi emoción. Pero el realmente importante, era que ese día cumplía 16 años.

Salté de la cama y me puse mi uniforme de entrenamiento. Mi tío Aarch, el entrenador, nos hizo levantarnos temprano.

Cuando llegué a la sala de entrenamiento, había algo en el aire que me provocaba cierta tensión. Sentía que mis compañeros estaban raros. D'jok y Mirco-ice ya estaban en el Holo-entrenador. Entonces, decidí ejercer como capitán y darles un pequeño discurso a los demás para que se mentalizaran en qué nivel de la copa nos encontrábamos.

-¡no sé si sabéis en el nivel en el que estamos!-comencé.

-¡claro! ¡estamos en los cuartos de final!-dijo Micro-Ice con su típico humor.

-muy gracioso… no se como los piratas no te robaron la memoria-dije.

-¡muy fácil! ¡ellos sabían que no puedes vivir sin mi sentido del humor!-se rió Micro-Ice.



-No te preocupes, Rocket, sabemos lo que nos está pasando-dijo dulcemente Tia.

-algunos se están dando cuenta ahora-dijo Micro-Ice mirando a D'jok.

-¡ROCKET Y MEI!-gritó mi tío-¡llevo llamados media hora!

Mei y yo nos metimos en el Holo-entrenador.

Tras hacer una sesión de tiros y pases, mi tío nos dejó por fin irnos a las duchas.

Tras darme un baño y vestirme, todos habíamos quedado para ver el anuncio de nuestra compañera Mei. En las noticias, Callie Mystic me felicitó por mi cumpleaños, pero mis amigos no lo hicieron. Después, pusieron el anuncio de Mei.

Cuando acabó el anuncio, todos aplaudimos.

-las luces se apagan a las 12 en punto.-dijo mi tío Aarch.

En mi habitación, estaba algo triste. Ni siquiera Tia me había felicitado.

Suspiré. Miré mi reflejo en el espejo.

-bueno, chico, como parece que nadie te lo va a decir, feliz cumpleaños-me dije. Sonreí algo triste.

De pronto, Thran irrumpió en la habitación.

-¡Rocket! ¡Aarch ha convocado una reunión especial! ¡ven rápido!-Thran despareció tan rápido como entró.



Me preguntaba para que convocaría Aarch una reunión. Cuando se abrió la puerta ante mi, mis compañeros me cantaban el cumpleaños feliz.

Estaba tan contento. Pensé que se habían olvidado de mi cumpleaños. De pronto, todos mis compañeros comenzaron a darme regalos.

-Este es de nuestra parte-dijo Ahito entregándole un paquete de color rojo.

-Gracias-dije avergonzado.

-toma este balón.-dijo D'jok-lo ha firmado el mismísimo Warren.

Me quedé mirando el balón y le di las gracias.

-Yo te doy mi regalo luego…-dijo Tia tímidamente.

Me sonrojé un poco.

-¡0h! gracias…-dije con cierto ardor en mis mejillas.

Tras un rato, decidí salir un rato a tomar el aire. Salí al balcón y suspiré.

De pronto noté unos pasos que se acercaban. Me di la vuelta y me encontré con los ojos verdes de mi compañera de equipo.

Me quedé mirándola como hechizado unos momentos.

-creo… que ya es hora de que te de mi regalo.-dijo Tia.



Salí de mi trance.

-¿eh?-pregunté algo atontado.

-Cierra los ojos- me dijo casi en un susurro.

Yo no pregunté, solo obedecí y cerré los ojos.

Pronto pude notar la suave respiración de la chica en mi Noté como toda la sangre se me subía a las mejillas. Poco a poco, le fui correspondiendo. Pasé mis manos por su cintura abrazándola. El beso, que al principio era torpe por la inexperiencia, se fue volviendo apasionado.

Cuando nos separamos por falta de aire, pude ver como ella estaba casi tan sonrojada como yo.

-creo…-comencé a decir-que este es el mejor regalo de cumpleaños que me han hecho nunca.

Ella sonrió y me abrazó fuertemente.

Ese fue el día de mi cumpleaños. Nunca olvidaré ese día.