Disclaimer: Los personajes aquí mencionados no me pertenecen. Todos son de la creación de Trey Parker y Matt Stone, así como los derechos de la serie bajo licencia de Comedy Central. Yo solo los someto a mi voluntad literaria.
Capítulo.
I
Encuentros Inminentes.
Sus pasos eran muy apurados, llegaría tarde a su turno en la cafetería si no se daba prisa.
Aunque fuera el hijo del ex dueño de la antigua Tweek Bros, ahora no era mas que uno mas a la linea del gran conglomerado comercio de Harbucks. Ese no era un titulo que le diera importancia por sobre otros empelados que si llegaban a la hora indicada, miro nuevamente su reloj de muñeca y estaba completamente jodido.
Hizo la parada al bus y este le ignoro completamente, pasandose los dedos por entre su cabello enmarañado libero un suspiro molesto, sabia que el gerente le iba a dar una reprimenda por llegar tarde nuevamente y por mas que el insistiera en que no volveria a pasar tambien era consiente de que esa era una mentira. ¿pero como explicar que cada mañana no encontraba su ropa interior en su sitio? Que cuando salia de tomar la ducha tardaba varios minutos en buscar aquella obstinada prenda.
Seria el hazmereir si sus compañeros se enteraban. Prefería la llamada de atención por parte de su incompetente líder.
Por fortuna el segundo bus le hizo parada, liberando un suspiro de alivio paso su targeta por el escáner y fue a tomar asiento cercano a la ventana. El paseó en bus le gustaba ya que podía apreciar la ciudad en movimiento. En veces se sentia asi, como una enorme ciudad a las 7 am un dia lunes. Tan enérgico e impaciente.
Checo una vez mas la hora, estaba cerca del teatro de la ciudad pronto llegaria y si tenia solo un poco de suerte, quizá su jefe no se daría cuenta de que estaba retrasado. Agradeció el saber el manejo perfecto de tal establecimiento salvándole asi el trasero en diversas situaciones con los grandes jefes.
Por esa razón no era el favorito del actual gerente ya que este temia por su puesto de poder. Cualquier oportunidad seria provechada por éste para amonestarlo y dejarlo en mal con los ejecutivos.
Bajó del bus y acelero la caminata sintiendo como el aire le faltaba en los pulmones, aún así no pauso su andar hasta que llego a las puertas cristalinas de dicho lugar.
Abrió seguido de que la campana del local aviso que alguien habia entrado, rápidamente y como si no tuvieran algo mas que hacer, los empleados como comensales viraron su atencion a su posición cerca de la puerta. Rápidamente el gerente PC le vio con molestia mientras negaba de un lado a otro.
De por si sus ataques nerviosos eran por demás alarmantes, que todos lo observaran de repente avivo su tempestad. Dio una ligera sonrisa mas nerviosa que otra cosa y se abrió paso adelanté. Paso junto a su jefe quien no le habia quitado la vista en ningun momento, Tweek Tweak checo su tarjeta con un minuto de adelanto.
Ignorando todo aquel escenario tan aterrador fue hasta los vestidores y abrió su loquer con impaciencia. Saco el mandil color verde limon y un nuevo día hacia arribo.
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La oficina de por si era tediosa, ahora si le agregamos el hecho de que su padre y hermana trabajaban en la misma posición de poder que él no aligeraba esa detestable rutina de servir a la sociedad.
Recargo la espalda en el sillon de cuero mientras liberaba un suspiro de frustracion, era por demás sabido que él detestaba su trabajo, no por la paga o incluso por sus responsabilidades, todo aquel desgane se debia mas bien por que su día a día no traia a él alguna aventura o siquiera esfuerzo. Estaba realmente fastidiado.
Luego de media hora con el cuello inclinado Colgó el teléfono de su oficina aún con un cliente en la linea, no tenia ganas de seguir escuchando el parloteo de un delincuente a gran escala como lo era Eric Cartman, ahora un empresario de varias oficinas fantasmas en Manhattan y unas cuantas en las islas del caribe, sabia que seria algo grande algún día, mas grande que incluso su culo, mas no imaginó que recurriría a su buffet de abogados para tratar de limpiar la mierda de su camino. Si no fuera por un contrato de por medio ya lo habría mandado al carajo. Un contrato lo detenía de lo que mas anhelaba.
¿Que paso Con esos sueños de ser un astronauta?, ¿O siquiera que paso con el tiempo que le dedicaba antes a esas fantasias? ¿cuando fue la ultima vez que persiguio a su mascota? No recordaba cuando fue la ultima vez que disfruto de una serie por internet o que salio a mojarse con agua de lluvia. No recordaba siquiera cuando fue la ultima vez que en sus labios se pinto una sonrisa de alegría.
El telefono en su escritorio volvió a timbrar y no pudo exasperarse mas por tal situación, sabia lo que le esperaba del otro lado de la linea si se atrevía a levantar el teléfono siquiera. Ante eso prefirió darle un largo sorbo a su café.
- Esto sabe a mierda.- dijo al momento en que escupia aquella bebida que su sensual, pero nada virtuosa para la cocina, asistente le había preparado esa mañana.
Limpió su boca con desagrado mientras revisaba su opulento traje esperando que no lo hubiera ensuciado ante su acelerada escupitada, después hablaría con su secretaria para indicarle que para la otra le ponga menos mojones a la mezcla.
Ya ni siquiera un café podia degustar sin que fuera un problema. Quiza era momento de pausar su vida y buscar aquella perfeccion que le faltaba.
Decidido marco la extensión de su asistente, al segundo tono ella intento responder mas le fue imposible ante la autoritaria voz del azabache.
-Avisa a mi padre que la junta se retarda, saldré por unas horas y cuando llegue quiero que este café de mierda sea limpiado de mi escritorio - no espero respuesta cuando ya había colgado el telefono.
Puso de pie con una ligera sonrisa traviesa en su rostro, sabia que su padre no tomaria nada bien el que notificara el retraso innecesario. Las ansias de salir se volvieron mas intensas bajo aquel pensamiento.
Tomando su saco azul marino del vestidor Abrió la puerta de su oficina saliendo directamente al vestibulo de su despacho donde se encontraba la sensual rubia en un traje rojo un tanto alarmada.
- Señor, ya le informe a su padre y dijo que no puede hacer eso, luego su hermana dijo que era un hijo de pu...- el nombrado paro bruscamente su andar ante lo dicho provocando que por poco la chica pegara contra su imponente espalda. El azabache con ceño indiferente e inmutable respondió con simpleza alzando el dedo medio.
-Informales que me vale una mierda su opinión- seguido de eso dio nuevamente la espalda y siguió su andar.
La rubia soltó un suspiro aburrido mientras cojia el teléfono, luego de varios tonos de llamada una chica apurada le respondió entre voces
-Craig dijo que...- Rubí Tucker colgó antes de que dijera una palabra mas, no debía ser adivina para saber que había dicho su hermano mayor.
Sin mas, la bella rubia colocó el teléfono en su sitio sin quitar una sonrisa formada en sus labios- me encanta este trabajo- menciono volviendo a su labor frente al computador.
Sin dudas pintaba una buena mañana ese día lluvioso.
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- Dije expreso doble no americano, idiota- fueron las palabras que soltó el cliente numero 60 hasta el momento. Las 8 am, la hora mas agitada de todo el día y el era el único en la barra atendiendo.
- Lo-lo siento, en un momento se lo cambio por otro y...-
-¿Crees que tengo toda la mañana para tus estupideces? Tengo una reunion en 15 min.-
- En verdad lo siento mucho señor, yo... - tiempo le falto al rubio para decirle que se le regalaría un cupón para un capuchino cuando el tipo ya había abandonado el establecimiento- que disfrute su cafe.- susurro depositando el cafe servido bajo el mostrador a la espera de que alguien pidiera uno.
Tweek libero un suspiro cansado, ese era el quinto café erróneo en el día. Aun así siguió sirviendo entregos ya que el lugar estaba abarrotado de muchos ejecutivos con nada de tiempo, trato de poner mas atención a las ordenes escritas, pero que su amigo Timmy fuera quien transcribiera lo pedido no ayudaba mucho.
-Tweek, Tu supervisor tomo su descanso, ve a la barra y atiende los pedidos en directo- ordeno sin miramiento alguno el gerente PC dando media vuelta y entrar a su oficina. Ahora estaba el solo, Timmy no contaba.
Su andiendad creció y fue un detonante a que sus ataques de estrés volvieran a invadir su cuerpo. Su ojo tembló un poco mientras que sus dedos comenzaban a jalar algunos mechones sueltos fuera de la malla en su cabeza. El ruido de parloteos y tacones pegando al piso con desesperacion aumento sus latidos con frenesi, solo habian pasado 15 minutos y el ya sentia el peso de una eternidad.
Intento vanamente tranquilizarse, utilizo los ejercicios de respiración que sus clases de yoga le habian enseñado, aun asi el hecho de no haber bebido su café matutino no ayudo para nada a su animo. Ya no soportaba la presión, una queja mas y mandaría todo al caraj...
-Disculpa imbécil, hace dos horas pedi un latte chai te y no me has dado ni verga. ¿a quien le debo chupar las bolas para que me den mi jodido latt...-
Fue suficiente.
-¡Ahh! ¡Es mucha presion! - se aproxino a la barra y tomo al pelinegro del cuello de la camisa acercandolo peligrosamente a su rostro- ¡¿Quieres un latte?! Prepararé tú mismo tu jodido latte.- con ese grito de guerra se le hecho encima al mas detestable cliente que hubiera conocido. Rápidamente fueron dispersados ambos luchadores por sobre la barra por el gerente.
-Le pido disculpe esta arbitriaria muestra de violencia, no volvera a ocurrir y...- Este rápidamente se disculpaba con el comensal mientras que el rubio era llevado a la parte trasera por un preocupado Leopold.
-Tienes que calmarte Tweek, puedes perder tu empleo-
-¡Ya me tiene harto toda esta gente que cree que su tiempo vale mas que el mio o el de cualquiera solo por que ellos ganan mas por hora que nosotros! y ese idiota es el peor- Butters le miro confundido ante lo último dicho
-¿De que hablas Tweek?- mas tranquilo, el mencionado abrió su loquer sacando de el su mochila.
- Siempre viene a la misma hora y hace ese show de que lleva mas de dos horas esperando cuando realmente acaba de llegar, solo lo hace para que le atendamos antes que a los que si llevan dos horas esperando su estúpido café. - Azoto la puerta metalica y se encamino a la salida trasera seguido por el rubio menor.
-Co-con razon se me hacia conocido, cuando yo atiendo tambien me sale con esa historia. Se lo comente un dia a Kenny pero dijo que era mi imaginación.- un bufido fue liberado por Tweek ante lo dicho por su amigo.
-Mas de dos meses y Kenny no se ha dado cuenta por andar cojiéndose a las chicas por un café detrás de la bodega, no se por que PC lo tiene de supervisor. ¡Estoy arto! Renuncio.- ante la mirada sorprendida de Butters tiro el mandil y la malla.
Entro al área de la bodega donde solo gemidos eran escuchados, se sintio asqueado por el simple hecho de saber de donde provenian.
-¿Tweek?- escucho la voz de su supervisor entre jadeos, el rubio solo mostró su dedo medio al otro rubio que tenia a una chica de perrito cerca de los costales de café. Al chico del anorak naranja le extraño el comportamientos del chico mas no le dio demasiada importancia, fue la voz de su jefe directo quien le saco de la próxima liberación
- Kenny, dale al señor Marsh una membresia al club de Harbucks por el incidente ocurrid... Oh maldición McCormick, ¡cerca del café no!- fue lo ultimo que escucho Tweak a su espalda.
Sin ver atras salio por la puerta de la bodega.
El rubio solo podía pensar en como su vida se le estaba yendo por un agujero profundo, sus sueños y metas tan alejadas a su actual vida era demasiado frustrante.
Las gotas pegaban en su cabeza y poco le importaba, su caminar se volvió autónomo por las calles dirigiéndolo sin un rumbo a su destino.
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Tenia muchas cosas en la cabeza, contratos juntas y demás pendejadas que no le traían diversión alguna.
Penso a donde dirigirse, quiza invitar a tomar un trago a su amigo Token o Clyde, o quizá ir y buscar aquel cafe que no pudo disfrutar esa mañana, realmente no sabia a donde ir asi que dejo que su auto decidiera por el.
Sin darse cuenta detuvo el coche en el estanque Stark, salio de el sin cubrise con sombrilla la llovisna que cubria su lamentar. Realmente no le molestaba mojarse con la lluvia, aun recordaba cuando jugaba bajo ella con sus amigos y hermana.
Respiro profundo.
Jugar.
¿Hace cuanto no lo hacia? Una sonrisa se apiadó de su rostro al tomar una roca del suelo intentando imitar aquel desafío al que sucumbían cada vez que iban a ese lugar.
Cuando estaba a punto de lanzarla y formar sapitos de agua su celular timbro.
- Mierda. - lo sacó de su bolsillo temiendo fuera nuevamente su padre, para su fortuna o minima piedad era una llamada directa del despacho Broflovski, había olvidado que tenía que reunirse para aclarar ese asunto del marrano de Eric, pensó unos momentos si contestar o dejar que Kyle llamara a su oficina para dejar su mensaje a Barbara.
Rechazo la llamada, no tenia cabeza para siquiera pensar en trabajo cuando pasaba por un dilema existencial.
Su celular volvió a timbrar con desespero, esta vez era de su oficia, seguramente Kyle había dejado el recado. Aunque le enfureciera debía atender.
-¿Que ocurre?-
-Craig, el despacho Broflovski se comunico en urgencia, al parecer unos amparos no llegaron a la oficina del Juez Chef, Kyle esta chupando pelotas intentando salvarte de una mocion en tu contra. Ademas tu padre esta buscandote por todos lados, dijo que si lograba comunicarme te dijera que...-
Apreto fuertemente la roca entre sus manos.
-Que se vayan al Carajo.- sus ultimas palabras listo para colgar el movil.
¿Que habia hecho con su vida ademas de todo lo que su padre deseaba?
No habia ido a visitar esas ruinas turisticas en sudamerica, tampoco se habia especializado en la carrera que el deseaba tener, aún tenía como novia a la chica que su madre consideró buena para el. Nada le pertenecia, ni su vida.
-Craig, solo te paso el recado, tu mamá también ha llamado preguntando sobre la boda y las invitaciones...-
Por fin decidió lanzarla.
-¡Gah! ¡Pe-pero! ¡¿Que demonios...-
Sin revisar quien pasaba por los alrededores.
- Oh Jesús, te llamo después bebe.- colgó sin dar oportunidad a que la rubia terminara la tortura, el azabache se aproximo con preocupación al chico que yacía doblado en el suelo, realmente no se dio cuenta de donde lo habia golpeado, mas lo imagino cuando lo vio sobando una zona especificativa.-Lo siento, yo...- para su tranquilidad el chico tenia una mochila cubriendo su entrepierna. Su sonrojo creció al percatarse que seguía observando dicho lugar.- Yo, yo no me di cuent...-
-Fijate idiota -mas el ensoñamiento de Tucker termino cuando el chico desquito su ira contra el- tu roca pudo haber golpeado partes sensibles de mi, ¿Que tal si me daba en los...-
- Relajante, fue un accidente.- el de pelo negro interrumpió mientras intentaba no soltar la risa, pocas personas le enfrentaban con tanta furia.
- Los asesinatos siempre son un accidente, oh si.- la voz sarcástica del chico rubio le causo mas gracia aun, estaba intrigado por quien era el.
- ¿Por que querría asesinarte?- Tweek solo le miro con un poco de desconfianza, sin dudas hoy no era su día.
- ¡Yo que se! No tengo mente homicida como para entender tus bajos deseos asesinos.- eso fue suficiente para que Craig soltara una sincera risa.
-Ja, jaja...- provocando que el rubio se sintiera burlado
- ¡De que te ries tonto!- sus mejillas se volvieron rosadas pareciéndole mas lindo al azabache.
- Eres muy gracioso.- eso molesto al rubio.
-no soy tu puto payaso, ayudame a levantarme.- sin dudas tenia carácter.
- Ya, ya, deja de lloriquiar...- dijo Craig al momento en que estiraba su mano ofreciéndola para levantarlo. De un jalón Tweek ya están de pie muy cercano a esa fragancia tan agradable.
- De verdad que eres tonto, ¿Que hacias? ¿Arrojabas piedras al azar a ver a que le dabas?-
- No, pero no es mala idea.- retó el mas alto solo logrando que el rubio liberara un suspiro fastidiado,
- Idiota.-
- Lloron.-
- No soy lloron, te lanzare una roca en los huevos para ver si tu no lloras.- ante el desafío una sonrisa arrogante curvo los labios del pelinegro.
- Intentalo.- logrando que esa confianza intimidara al mas joven.
- ... -
- Eso pense, de verdad te pido una disculpa, estaba al telefono y no te vi pasar.- ante eso la percepción de aquel extraño cambio totalmente.
- Vaya, bajo esa careta de arrogancia hay un poco de humildad-
- No tientes a la suerte, me llamo Craig Tucker.- le extendió la mano, la cual fue apretada con brevedad.
- Bien, Craig, espero que la proxima vez que nos encontremos no sea con rocas en tus manos. Hasta luego.-
- Oye, ¿Tu no me diras tu nombre?.-
- No.- fue lo ultimo que escucho de aquel desconocido perdiéndose en la lluvia.
- ¡Hmp! Idiota.- el de cabello negro quedo solo de pie valorando si había sido una tarde provechosa.
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Cuando llego a su casa estaba mas relajado, abrio su refrigerador y saco algunos alimentos frios. La independencia tenia sus lados negativos, en este caso el no tener la comida caliente de su mamá. Reviso su contestadora donde tres mensajes fueron reproducidos.
*Hola cielo, solo queria decirte que tu padre esta mejor de aquel resfriado, asi que no te preocupes mas. ¡Te amamos!
* Ho-hola Tweek, soy Butters, logre hablar con el señor PC y te dara otra oportunidad, solo no llegues tarde. Eh, bueno, solo eso. Espero estes mejor.
*Que hay Tweak, soy Kenny, oye ¿La sifilis se pega si te dan solo una mamadita?. Me urge, ¡adiós!
*Son todos sus mensajes*
Cuando termino de comer y lavar su plato se fue a recostar a su cama, prendió la alarma y ese dia no se quito los calzones. Al parecer aun tenia trabajo, eso era bueno para no angustiar mas a sus padres.
Despues de un bostezo giro sobre su colchon, analizo aquel extraño encuentro con el desconocido, la imagen de aquel chico de cabello negro inundó su mente, lo observo con mas cuidado detallando que ese traje empapado debía ser caro, sus ojos azules tan profundos. Su cabello desordenado y esa fragancia tan varonil.
Cayo en profundo sueño imaginado que quiza mañana se lo podria volver a encontrar.
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Por primera vez llegaba temprano a su departamento, las luces prendieron automáticamente cuando abrio la puerta. No tenia hambre ni tampoco tenia planes de escuchar los 30 mensajes en su telefono. Se fue directo a la ducha y de ahi a su habitacion.
Una vez recostado valoro el dia y lo bien que la paso en aquel breve momento en el estanque Stark, quiza mañana volveria, quiza lo volveria a encontrar, quiza...
- Joder.- le estaba dando mucha importancia a alguien de quien desconocia su nombre. Era un chico lindo, sus ojos enormes y un tanto hipnóticos, nunca habia visto algo asi en unos ojos.
Sucumbió al sueño con aquel rubio tiñendo su esperanza. Era raro pensar así de otro chico pero que importaba cuando el resultado de hacerlo era dormir con tranquilidad.
Pretencioso, caprichoso y sabio es el destino que los unió, ese que se niega a separarlos.
Continuará.
