Mi nombre es Chris Redfield, soy un chico de 16 años, vivo en Raccoon city un pueblo en crecimiento, no tengo muchos amigos digamos que todo el mundo me mira como si fuese "Raro", no se porque hacen eso, solo se que no debo darles importancia y seguir con mi vida aunque en algunos momentos eso me duela. Mis Padres murieron, vivo con mis Tíos a los que no les importa lo que haga, a veces parece que soy invisible para ellos, y mi hermana Claire se encuentra viviendo con mis abuelos en Los Angeles. Estoy enamorado de una chica de mi división aunque para ella también soy invisible, Jill Valentine, una de las chicas populares pero por suerte no creída.

Y bueno esa es mi maldita vida, pero debo mirar el lado bueno, cuando termine el secundario y me valla de la casa de mis tíos todo va a ser mejor.

3 De Marzo de 1989 7:00 am

Beep Beep *sonaba mi despertador*.

Me levante de mala gana, era el primer día de clases de mi ante ultimo año en el secundario, pero bueno debía intentar hacer las cosas mejor, -quien sabe capaz llegue a ser capitán del equipo de fútbol, no mejor dejo de imaginar cosas estúpidas, soy un maldito fracasado- me dije a mi mismo. Bueno mejor dejo de imaginar cosas estúpidas y voy al baño a mojarme el pelo, la cara y cepillarme los dientes, salí del baño y me puse un jean, una remera negra, mi camisa de la suerte roja a cuadros y mis vans negras. Baje a la cocina me serví un vaso con leche y comí un tostado algo quemado con mermelada de frutilla echo por la "mejor persona del mundo" mi tía. Y agarre mi mochila, me subí a mi bicicleta directo al colegio para empezar el infernal regreso a clases.

*Una vez alli*

-Hey Redfield tu papi no te compro un auto nuevo- dijo el idiota de wesker riéndose a unisono con sus amigos.

-No soy un idiota como tu, no me voy a enojar si eso es lo que buscas- dije yo entrando al colegio.

-A mi no me digas idiota- me dijo Wesker dirigiéndose hacia mi.

-Vale Wesker deja de dártelas de malo que en el fondo eres un marica- le dije dándome la vuelta enfrentándole.

-No me digas marica, idiota, te voy a romper la cara si lo repites- Me dijo el agarrándome de mi remera.

-Marica- le dije yo con una sonrisa.

-Valiste mierda Redfield- me dijo pegándome un puñetazo en la cara logrando que me sangre la nariz.

-Tu valiste mierda Wesker- le dije yo y luego le empuje y le metí un puñetazo en el ojo rompiendo sus malditos lentes.

-Los dos a dirección y luego vallan a la enfermería- dijo Sue la preceptora encargada de vigilar los pasillos.

Me dirigí a dirección con mi nariz sangrando, creo que al final tenia razón nunca y va a lograr cambiar las cosas y este iba a ser otro infernal año como todos.

-Señor Redfield y señor Wesker, bienvenidos-Dijo el director Marcus.

-Hola señor Marcus- dije yo y en cambio Wesker no contesto.

-Que "educación" que tiene señor wesker- dijo Marcus sarcásticamente- Les voy a hacer una pregunta ¿No pueden empezar un año sin pelearse? Y no me importa quien haya empezado, solo quiero que dejen de pelearse, asi de simple, pero al parecer ustedes no entienden así que les pondré una penitencia a los dos, hoy a las 6:30 de la tarde cuando el turno tarde se retira ustedes vendrán a ayudar a limpiar el colegio.

-Vale señor Marcus- respondimos, como odiaba a ese Marcus siempre hablaba y nunca nos daba lugar ni a decir una maldita palabra.

Salí de dirección me dirigí a la enfermería donde me limpiaron la nariz y luego sali a ver los horarios que estaban colgados al final del pasillo, junto a los papeles de inscripción a equipos y clubs que son parte del colegio, pues al ver los horarios me di cuenta que llegaba tarde a química y la verdad que eso no sonaba bien, ya que teníamos química con la loca profesora Annette Birkin, estaba obsesionada con la ciencia la química y todas esas cosas.

Una vez adentro del salón todos me miraban como si fuese un bicho raro y como si este muerto y bueno de una forma estaba muerto ya que al ver la cara de la profesora birkin con su libreta de asistencia se podría decir que yo no tenia suerte.

-Señor Redfield llego tarde, y no se crea que no lo voy a anotar en mi libreta- Dijo la profesora birkin con una sonrisa de víbora, y si todas las profesoras eran unas malditas víboras.

-Estaba en la enfermería- Le dije yo con toda sinceridad.

-Y en la dirección también, eso pasa por pelear en el pasillo, yo no soy tonta señor Redfield, yo me entero de todo- Me dijo muy enojada.

-Bueno señorita birkin, perdóneme- le dije tratando de ser educado.

-Vale siéntese- Me dijo.

Me fui a sentar atrás de todo solo, y me puse a dibujar, en total no tenia muchas ganas de escuchar números, formulas y todas esas malditas cosas.

-Estoy harta, dejen de hablar- Dijo muy enojada la profesora Birkin

*Se escucharon risas y algunos comentarios ofensivos hacia ella*

-Bueno listo se lo ganaron, los cambiare de lugar- Dijo muy enojada.- Wesker con Chambers, Excella con Luis, Kennedy, el chico nuevo, con Wong, Redfield con Valentine, Burton con Sheva...- y siguió ordenando a todos.

-Mierda, me toca con Jill, debo tratar de no hacer cosas estúpidas- me dije a mi mismo.

Fui y me senté en el banco de Jill donde adelante estaban Wong y el chico nuevo, ese Kennedy, y atras estaban Barry y Sheva, lo bueno es que no estaba Wesker cerca.

-Tu eres nuevo?- Me pregunto Jill, para decir que yo tenia razón ella nunca me había notado, pero esta era la oportunidad de que lo haga.

-Soy Chris, mas conocido como Redfield, estoy en tu división desde el primer año- le dije dándole la mano en forma de saludo.

-Ah, si Redfield- me dijo estrechándome la mano.

Estaba algo nervioso, Jill era realmente hermosa, pero no creo que se fije en un chico como yo, ya que ella tenia a la merced a casi todos los chicos del colegio.

- ¿Que paso que llegaste tarde?, Con quien te peleaste?- me dijo mientras acomodaba su cabello castaño.

- Nada, me agarre a piñas con el imbécil de Wesker- le dije mientras miraba para arriba.

-Ah, ¿Porque?- me pregunto Jill mientras me miraba.

-El me insulto diciéndome que no tenia auto y que si mi padre no me podía comprar uno, y yo le dije marica e idiota, entonces el me pego y yo se la devolví- le dije mientras contemplaba su belleza.

-Bueno, pero no te debes ofender por esas idioteces, pero uno no vale por lo que tiene- me dijo Jill con una dulce sonrisa en su rostro.

-Eso no es lo que me enojo, lo que pasa es que mis padres murieron en un accidente automovilístico cuando yo tenia 9 años, y el usa eso para ofenderme, el sabe de eso- le dije mirando hacia abajo, y no es que le quiera dar lastima, solo es que no soy de desahogarme con nadie nunca.

-Es un idiota, yo no le veo la gracia a burlarse de alguien con esas cosas- me dijo poniendo su mano sobre la mía.

-Gracias- le dije regalando le una sonrisa, la verdad que me subía bastante el animo el rose de su mano con la mía, el sentir el tacto de suave piel.

Las horas pasaron Jill no me dirigio muchas palabras, se quedo hablando con Wong y Sheva, en cambio yo me quede hablando con Kennedy quien me empezo a agradar demasiado.

Sali al recreo y fui al bufet acompañado con Kennedy...

Al parecer las cosas estan mejorando para mi...

Continuara.