Resumen
El amor es Guerra.
Prepárate por que la guerra comenzará, ataca al corazón no pienses que no moriré...
Yami debe enfrentar cosas de adolescentes, una de ellas, el amor, Atem y Henry llegan de intercambio y Yugi está enamorado de Yami, ¿qué pasa si los de intercambio deciden ayudar al pequeño Yugi?...
Yami lo toma mal, y a la vez se confunde, ¿un trío?, ¿o acaso sólo es su imaginación?...
No me verás llorar... Pero no puedo ocultar...
¡QUE TE AMO!
Koiwa Sensou
Introducción.
¿Cómo puedo sacar este sentimiento?, me preguntaba una y otra vez, tengo tanto miedo, no hay cada momento en que no pase Yami me sonría y me sonroje, esto hace que él se acerque a mí y me pregunte si tengo fiebre o algo por lo rojo que estoy, ¿por qué Yami?...
— ¡Jóvenes de la preparatoria Dómino!, muchos sabemos que ésta preparatoria es una de las mejores de Japón, por lo tanto hemos recibido a dos estudiantes de intercambio por un año entero. Pasen jóvenes y digan sus nombres por favor.
Un muchacho de cabellos tricolores apareció, era de tez blanca, como la nieve, éste venía de Gales, Inglaterra, era alto, como Yami, ojos azules, y siete mechones rubios unos sobresalían en la parte de arriba y otros de los lados, dos al izquierdo y otros en el derecho, muy refinado se parecía mucho a Yami… Dios…
—Me presento, yo soy Henry Black, vengo de Gales, Inglaterra. Espero, llevarme bien con ustedes —con esto se retiró Henry, que, al alado de él estaba otro pero moreno.
— ¡Hola!, mi nombre es Atem Nasser, y soy del Cairo, Egipto, espero llevarme bien con todos y hacer buenos amigos y después de irme llorar como un niño pequeño que le quitaron su dulce —dijo alegremente, a simple vista parecía muy amigable, pero también se le notan que en los ojos que es serio.
— ¡ESPEREN!... —gritó alguien, esa voz me pareció reconocida, volteé a ver quien era... ¡Mi prima Mana Matsumoto!...
— , ¿a qué se debe el retraso? —preguntó el director del plantel.
Am… Bueno… Yo… Este… Cambio de horario…
—Ya veo, bueno, entre, no se quede parada…
Mi prima asintió y me buscó entre toda la fila que había de todos los grupos, una vez que me vio corrió y me abrazó me alzó dándome vueltas diciéndome lo mucho que me extrañaba, estaba tan feliz que no se dio cuenta cuando nos metieron reporte… Ahí va mi expediente manchado con un reporte por no poner atención al director, cuando estuvimos adentro, todos se acercaron a Mana, dándole la bienvenida no me di cuenta de nada, todos empujaban, arrastraban e incluso me tiraron, caí y sentí algo tibio entre mis labios, alguien me agarraba de la cintura me agradó, hasta que Mana gritó:
— ¡Yami, Yugi! ¿Salías con él y no me dijiste?...
— ¡NO!, fue un accidente, alguien me empujó y… Y… Bueno caí encima de Yami… ¡Lo siento Yami! —salí corriendo del lugar, todos murmuraban una vez que llegué a los baños me senté en una esquina, no sé cuando tiempo pasó, pero, escuché a unas personas entrar, oh, sólo eran los nuevos.
— ¿Quién eres? —preguntó uno, creo que era el refinado, por la forma de hablar lo reconocí, levanté mi cabeza, sí, en efecto estaba llorando, pero de la vergüenza, no sabía como explicar eso que había sucedido…
— ¿Te pasó algo?...
—N-no, cosas mías no se preocupen… —me levanté y me limpié mi uniforme, los dos me miraban raro.
— ¿Qué?...
—Atem, ve si viene el halcón dorado...
—Sí —no entendí, hasta que me acorraló en la esquina, ya no estaba chaparro como para escapar, me miró detenidamente, esos ojos azules se parecían a los de Seto Kaiba, pero no era su familiar de eso estaba seguro, hasta que en unos minutos Atem habló.
—Ahí viene Henry.
—Bien, escóndete, y checa como se cela a un muchacho de Japón.
Me miró, juro por santo Ra que tenía miedo, de hecho, ¡TENGO MIEDO!, se fue acercando a mí lentamente hasta que Yami entró y me vio algo molesto, pero también estaba perdido, lo miré espantado, ¿acaso me iba besar?... Vi como Yami apretó los puños entonces pasó, me estaba besando, pero no se daba cuenta, lo empujé con mis manos y salí corriendo, no sé quién venía detrás de mí, pero sé que alguien me estaba siguiendo. No esperaba eso, primero, la reacción de Yami al besarlo fue espanto, segundo, se había quedado en el piso tirado mientras yo huía del alboroto, entré al salón, el profesor de historia no había llegado, y sólo tocaba un módulo, agarré mis cosas y decidí irme rápido al otro salón, como nos cambiamos de salón para no molestar al profesor, podía agarrar los asientos de la ventana fácilmente, puse mi mochila al lado de mí, para que nadie se sentara, no sé quién quitó la mochila, la verdad, no me importó, quería acomodar mis pensamientos.
—Yugi, ¿estás bien?, ¿te hizo algo ese idiota?...
