Capitulo 1


La gran ciudad de Tokio, llena de calles con mucha gente, moderna tecnología, moda, banalidades y muchas otras cosas que la hacían única, pero sobre todo su magia, su espiritualidad que hacía de esta ciudad un portal para universos mágicos y divinos.

Esa magia, esa energía la tenían más que presente, la podían sentir incluso en ellos, en su cuerpo recorriéndolos, habían tenido que esperar pues aunque el pozo, su entrada a otros tiempos había sido ya abierto por la reencarnación de la sacerdotisa, por su tía, aun no era el tiempo para pasar por el, no hasta que fuera el momento en el que sus padres capturaran la mirada del otro y entonces pudieran unirse. Ese momento había llegado y los gemelos estaban más que listos para actuar.

La tarde era lluviosa, pronto la noche caería sobre aquella antigua y lujosa mansión de Japón, sobre ellos, sobre aquellos misteriosos jóvenes que miraban por la ventana, al amanecer comenzarían con su misión, la habían planeado desde hacía mucho tiempo y estaban listos y decididos pero debían ser cuidadosos, no podían ser descubiertos o los detendrían, una vez en aquellas lejanas tierras no podrían interactuar con nada que no fuera necesario para no cambiar el destino.

- espero que esta odiosa tormenta termine para mañana o no podremos iniciar con nada – decía un tanto molesta Ame la mayor de los gemelos, una hermosa joven de cabello blanco en la parte de arriba y negro en el fondo, sus ojos eran de un profundo color verde, su carácter con el tiempo se había hecho fuerte y a veces explosivo tanto para la alegría como para el enojo, era calculadora al igual que su hermano, así como valiente y arriesgada

- nada va a detenernos hermanita, pase lo que pase viajaremos al pasado y arreglaremos todo – contesto Yuki que al igual que su gemela poseía cabello blanco y negro, el siempre había sido mucho más calmado, tranquilo y serio igual que su padre, gustaba de ver lo positivo en todo, de la naturaleza y la paz, así como la meditación, sin embargo cuando era necesario despertaba su demonio interior de manera fuerte volviéndolo alguien completamente diferente.

- solo tenemos una oportunidad, si Taiyo nos descubre nos detendrá

- según su asistente tendrá una junta muy larga mañana todo el día en la oficina y Hoshi se encuentra fuera de la ciudad en un negocio para la empresa, todo esta perfectamente alineado para salirnos con la nuestra, nadie sabrá que nos hemos ausentado… un par de años ¿qué hay de tus cálculos?

- Es obvio que todo esta perfecto, tía Ahome se ha casado ya con tío Inuyasha y viven ahora con Taiyo y Hoshi en sus versiones infantiles… y si nada me ha fallado que por supuesto no ha pasado, mama ya se encuentra viviendo en el palacio con papa nuevamente como su protegida

- Todo esta listo – termino el muchacho regresando su vista a la ventana al igual que su hermana observando las gotas de agua mojando la calle, sería un gran día el de mañana, salvarían a su familia y todo cambiaría

Un nuevo y brillante día había llegado, como siempre aquel auto lujoso llegaba hasta la puerta de la poderosa empresa en donde uno de los asistentes abría le abría para dejar descender a los herederos de la fortuna del mundo vestidos elegantemente pero no formales y maquillados a manera de ocultar las características de su mágica y ancestral raza, Ame y Yuki bajaron de la misma encontrándose con Taiyo el hijo mayor de Inuyasha que había llegado primero en el acceso principal del edificio, portaba un traje gris y el sombrero que siempre usaba para ocultar sus orejas, así como también algo de maquillaje.

- me alegra que llegaran a una buena hora, por no decir temprano para variar, hay algunos archivos que deben atender, yo debo retirarme a mi junta los veré por la tarde – decía Taiyo con seriedad, siendo el mayor de todos había tomado muy en serio su papel de cuidar de ellos y del legado de sus padres

- no te preocupes primo tendremos todo listo para cuando regreses - dijo Yuki con la mayor tranquilidad del mundo

- ¿qué? ¿No hay replica esta vez? ¿ni sugerencias sobre un modo más rápido para hacer las cosas?… algo anda mal

- claro que no Taiyo querido – contestaba Ame recargándose en su hombro – prometimos que nos portaríamos bien ¿recuerdas? Haremos nuestro trabajo sin protestas

- de acuerdo... supongo... entonces los veré por la tarde – decía el joven en traje dando media vuelta para llegar al elevador y subir hasta el piso de su reunión, los gemelos se miraron entre ellos y rápidamente entraron al edificio pero no para llegar hasta sus oficinas si no a su estacionamiento privado, tomaron, una gran mochila, un par de objetos rectos, sus cascos y motocicletas saliendo del lugar sin protesta alguna. Habían llegado hasta la afueras del templo Higurashi, pudieron ver a muchas personas entrando para decir sus plegarías, preguntar por su suerte o simplemente visitar el lugar turístico en el que el abuelo de su tía había convertido el lugar, estacionaron sus motos y como cualquier otra persona entraron siguiendo a los demás.

El templo era grande y definitivamente muy diferente a como recordaban que fuera en sus inicios, cuando la gente del pueblo de su tío Inuyasha había decidido comenzar con la construcción del lugar, muchos años había pasado ya desde aquellos tiempos, muchos desde la muerte del maestro Jaken y el guerrero Hami y muchos desde la partida de su tía Ahome.

Cuidando que nadie les notara se alejaron del grupo de turistas con el que venían y poco a poco se fueron acercando hasta la parte prohibida al publico del templo, la parte en la que se encontraba el pozo, sin embargo uno de los guardias les había visto, trataron de perderlo por lo que se metieron entre la gente, no podían usar sus poderes en publico, repentinamente la mochila que cargaba Yuki se había atorado en una de las antorchas apagadas del pasillo y notando que el policía se acercaba ellos no tuvieron más remedio que dejarle ahí, su perseguidor se detuvo al observar la maleta abandonada dejándoles ir curioso por el contenido de esta, pero al abrirla solo pudo ver un par de ropas viejas, se escabulleron entre la construcción, finalmente llegando a su objetivo, con su fuerza rompieron el candado que mantenía cerrado el espacio de madera y ahí frente a ellos estaba el pozo, su puerta al pasado lista para ellos.

- démonos prisa – decía Ame comenzando a introducirse al pequeño espacio, se dejo caer y justo cuando estaba por tocar el fondo una luz desde el suelo la rodeo haciendo que desapareciera, su hermano estaba por hacer lo mismo no notando a un hombre mayor, el dueño del lugar, que pasaba junto a la puerta dándose cuenta de lo que ocurría, entro para tratar de detener al muchacho pero ya era tarde este ya se había marchado.

- Inuyasha tiene que saber esto – dijo el hombre canoso

Por fin estaban ahí, 500 años en su pasado, en el entonces bosque cercano al poblado de su tío, salieron del pozo sorprendidos y melancólicos por sus recuerdos del lugar, era tal y como lo recordaban en su niñez

- estamos de regreso, no puedo creerlo… - decía Ame con sus ojos un tanto húmedos por la emoción

- ¿estas llorando? Pero si tu nunca lloras

- ¡no estoy llorando! Vamos debemos irnos antes de que … - no pudo terminar la frase, de pronto frente a ellos estaba una pareja que pasaba por aquellas tierras con su mercancía, estos se sorprendieron quedándose sin palabras al ver a los jóvenes con tan extrañas ropas, los gemelos no tuvieron remedio, usando su velocidad se posaron tras ellos dándoles un pequeño golpe en la nuca para dejarles inconcientes

- rápido debemos tomar sus ropas – dijo Yuki mientras comenzaba a quitar la camisa del hombre

- ¿qué?

- No pensaras acércate al pueblo usando ropa del futuro ¿verdad? sin nuestra mochila nuestro disfraz se ha perdido

- tienes razón - decía la chica haciendo lo mismo que su hermano- por suerte pudimos quedarnos con nuestras espadas, oh lo olvidaba toma esto – dijo extendiendo la mano a su gemelo para entregarle un pequeño collar formado por la semillas de una flor azul con pistilos amarillos – según recuerdo la tía Sango y el tío Kohaku decían que esta flor eliminaba nuestros aromas, así no se darán cuenta de quienes somos

Una vez terminaron de colocarse las ropas que había robado de aquellos aldeanos se dispusieron a recorrer el camino rumbo a las tierras de oeste, pero no habían llegado lejos, una terrible tormenta cayo sobre ellos obligándoles a buscar refugio en una cueva, tendrían que esperar para llegar hasta sus padres pero sabían que aun había tiempo para ello, el agua había lavado su maquillaje por lo que las marcas en sus rostros así como la media luna en su frente salieron a la luz.

- tenemos que ocultar esto - decía Ame frotando su mano en su frente - podemos usar estas telas - comentaba rompiendo su vestido - para la frente pero nuestras mejillas

- no será suficiente, tendremos que usar nuestros poderes para crear una pequeña ilusión en nuestros rostros

- detectaran nuestra energía

- tendremos que arriesgarnos, la usaremos al minimo, así será difícil que cualquier humano pueda sentirla

No muy lejos de ellos la lluvia también caía sobre un pequeño pueblo en donde un hombre alarmado se acercaba hasta la casa del líder del mismo.

- ¡Inuyasha! ¡Inuyasha! Debes venir rápido – gritaba Miroku desde fuera de la cabaña del nombrado

- ¿pero que diablos quieres monje? ¿qué no te das cuenta de la tormenta que esta cayendo? – contesto el peli plateado asomándose por la puerta de cabaña

- es una emergencia, han atacado a unos aldeanos

- ¿qué dices? – dijo inuyasha finalmente saliendo bajo la lluvia para seguir al moje hasta su cabaña, en ella estaban Sango, Kohaku y una pareja envuelta en mantas - ¿pero que diablos paso?

Kohaku los encontró inconcientes en el bosque, lo ultimo que recuerdan es haber visto a dos jóvenes de cabello blanco y negro con extrañas ropas en el bosque

- ¿ropas extrañas dices?¿demonios?

- no estamos seguros, por lo visto lo único que les robaron fue su ropa

- los buscaremos una vez pase la tormenta, debemos asegurarnos que no son una amenaza…

Taiyo había salido de su junta, había sido extremadamente larga y estaba cansado, pero además confundido, algo en las acciones de sus primos no le había gustado, ellos jamás aceptaban sus palabras fácilmente, alarmado había decido ir a verles a su oficina para asegurase que todo estaba bien, pero al no ver incluso a su asistente no pudo más que alarmarse más, se dirigió hasta la puerta de su oficina y con rudeza la abrió solo para encontrarse con una gran sorpresa

- ¿padre? – dijo al notar al muy mayor Inuyasha de espaldas a él mirando la venta

- esos chicos finalmente se salieron con la suya

- ¿qué dices?

- Burlaron tu seguridad y escaparon al pasado – dijo el hanyu de manera divertida, dese que sus hijos y los de su hermano crecieran Taiyo había asumido la responsabilidad de cuidar de ellos, sobre todo por el peligro que sus poderes en determinado caso podrían volverse, pero sentía que su hijo había exagerado, los controlaba por mucho y aquellos chicos tenía el espíritu de libertada que siempre caracterizo a su madre- se han ido 500 años al pasado

- ¿pero que dices? ¿cómo lo sabes? Ellos…

- el hermano de Ahome me lo dijo, los vio entrando al pozo

- debo ir tras ellos, se meterán en problemas, nos meterán a todos en problemas si alguien los descubre, no puedo creer que se decidieran a hacerlo

- si tu vas tras ellos harás que los descubran y a ti también, hijo te conozco y por desgracia… sueles ser igual ami, no piensas bien las cosas antes de actuar – decía el mayor posando una mano en el hombro de su hijo – te aseguro que ellos planearon esto por mucho tiempo, son iguales a Sesshomaru, calculadores y fríos

- padre debo ir tras ellos, lo siento pero debo hacerlo…

- de acuerdo, si crees que debes hacerlo esta bien, solo ten cuidado con lo que hagas - dijo inuyasha saliendo de la oficina dejando pensativo a su hijo, ninguno había notado un par de ojos y oídos que se había enterado de todo.

La tormenta y había pasado, Ame y Yuki por fin podían salir de la cueva en la que se encontraban para continuar con su camino, siguieron por el sendero de las colinas hasta un río sin puente que momentáneamente había interrumpido su camino

- ¿qué haremos cuando los encontremos? – pregunto Yuki a su hermana con calma- es decir, no podemos tan solo presentarnos y ya, papa se dará cuenta

- pensaremos en algo ya que estemos ahí – entonces se giraron al escuchar un grito no muy lejos de ellos, no muy lejos había un caravana humana que estaba siendo atacada por bandidos, por un instante lo pensaron pero al saber que aquellos hombres mataban sin sentido a la gente no pudieron evitarlo, llegaron hasta el lugar atacando a super velocidad a los invasores, no querían descubrirse por lo que hacían lo posible por no usar sus poderes, tomaron las espadas que los hombres tiraban y con ellas eliminaban a los restantes, habían salvado a los caminantes

- muchas gracias – decía una de las mujeres sujetando con fuerza a su hijo junto a su pecho – esos bandidos iban a eliminarnos

- ahora están a salvo – contesto Yuki tratando de calmar a la madre

- ustedes, ustedes son increíbles peleadores, por favor, ayudemos, somos viajeros que queremos llegar a la laguna de Ichigo, ya no estamos lejos de ella pero el camino esta llena de bandidos - decía un anciano, obviamente el líder del grupo hincándose a ellos- no tenemos mucho dinero pero les daremos todo lo que tenemos si nos ayudan a llegar a salvo

- bueno en realidad nosotros, nosotros no podemos, eso nos desviaría del camino, nos regresaría casi el principio

- por favor… - decía de nueva cuenta el anciano, Ame no sabía como negarse, esa gente era pobre y se veía que la había pasado ya mal en ese viaje y sin embargo insistían en llegar, tal vez buscando una nueva y mejor vida, giro su vista a su hermano y este entendiendo su suplica suspiro y con el movimiento de su cabeza acepto

- les ayudaremos a llegar, pero una vez cerca de ahí les dejaremos ¿de acuerdo? no podemos quedarnos

- como ustedes digan mis señores

Ahome miraba fijamente aquel pozo, había sentido energía en el, la misma que se proyectaba cuando ella o inuyasha viajaban por el tiempo a través del mismo, pero años y muchas otras cosas habían pasado desde la ultima vez que viajaran por el

- ¿que haces aqui Ahome? - pregunto Sango detrás de la mujer

- creo que me estoy volviendo loca, por un instante me pareció... me pareció sentir algo pero ahora ya no es nada, tal vez sea por la preocupación de saber que Inuyasha esta fuera de nuevo ¿que tal si hay una nueva amenaza?

- no debes preocuparte, Inuyasha y Miroku sabrán que hacer si hay peligro nuevamente, regresemos al pueblo recuerda que también debemos protegerlos a ellos - la sacerdotisa se giro a su amiga y simplemente le siguió de regreso a sus hogares pero la duda seguía presente en ella, aun si parecía una locura mantendría vigilada la energía de aquel pozo, no permitiría que una nueva amenaza pusiera en peligro a su familia.

La noche les había atrapado en el bosque, la gente de la caravana estaba cansada y hambrienta, ahora todos estaban reunidos alrededor de una fogata disfrutando de la velada, los jóvenes yokai habían aceptado sentarse junto a ellos disfrutando del poco alimento que poseían y sin poder evitarlo sus recuerdos les invadieron, se recordaron con su madre cenando bajo las estrellas en el enorme jardín de su palacio, o con sus tíos en un día de campo lejos del castillo, después de la muerte de sus padres Inuyasha y Ahome habían hecho del todo por confortarlos, por hacerlo parte de su familia, adoraban a sus tíos pero no eran sus padres, no era lo mismo y por eso estaban ahí, lo arreglarían todo.

- ¿como se llaman? ¿a dónde se dirigen? – pregunto una jovencita curiosa por los muchachos

- es cierto - decía una mujer mayor - entre tanto que paso durante este día no nos hemos presentado

– mi nombre es Yuki y ella es Ame mi hermana

- no parecen viajeros comunes y corrientes, parece… como si fueran de familia noble, tal vez de un castillo

- ¡¿castillo?! - Dijo Ame casi ahogándose con su comida – no, nosotros somos tan solo simples viajeros

- ¡y ladrones! – grito una voz detrás de ellos haciendo que todos se pusieran de pie, los gemelos no podían creerlo … Inuyasha les había encontrado


Pues lo prometido es deuda, luego de mucho tiempo por fin estoy empezando con mi historia, mi secuela de Criatura Blanca, recuerden que es necesario haberla leído para entender esta nueva historia

nos estamos escribiendo ¡saludos!