Kyoya es un muchacho al cual le gusta hacer desastre en la escuela o mientras pasa el tiempo con sus amigos, a el no le importaba si le daban una llamadas de atención o si lo expulsaban de la escuela. A sus 16 años, casi nadie lo comprendía, ya que en la escuela era uno, pero fuera era alguien diferente, el muchacho mas tranquilo que alguien pudiera conocer.
Una tarde, tras salir de clases, el iba camino hacia su casa cuando de repente, un hombre lo empuja haciendo que el caiga al suelo. Kyoya reacciona molesto y empieza a perseguir al hombre. Aquel hombre misterioso entra a un callejón, Kyoya lo pensó durante un momento pero se decidió a entrar. Al momento de estar en la pura entrada de ese callejón miro una imagen la cual le cambio por completo la vida.
En la pura entrada, mira al hombre tirado en el suelo sobre un charco de sangre, en eso el se da cuenta que estaba muerto. Kyoya miraba demasiado esa escena tan perturbadora, hasta que se percato de la presencia de otra persona, el se voltea y mira a una mujer, una muchacha de mas o menos de su edad. Esta joven usaba un vestido algo corto de color negro, de ese color, usaba unos botines y unos cuantos cinturones en sus piernas. La joven era rubia con unos ojos de color amatista, unos ojos que no expresaban ningún sentimiento.
El la miraba mucho, como si la conociera desde vidas pasadas. La joven avanzo unos cuantos pasos para quedar justo enfrente de el, ella se acerco un poco más a el y le murmuro al oído unas palabras muy duras y sin sentimiento alguno.
-Si llegas a decir algo, no dudes en que te buscare y te asesinare- le dice en un tono bastante serio.
-¡¿Qué?!- Kyoya se quedo petrificado por tales palabras que le dijo aquella misteriosa mujer.
Al día siguiente, Kyoya fue a buscar a la chica, al llegar al callejón quedo completamente sorprendido, no había ninguna mancha de sangre en ninguna parte, y mucho menos en el lugar en el cual había muerto aquel hombre. De repente s percato de una presencia que estaba detrás de el, Kyoya se volteo y la miro de nuevo ahí, justo como la primera ves que se vieron.
-Has regresado, ¿Acaso no pudiste contenerte y preferiste venir para que yo terminara con tu vida?- le dice en un tono de burla.
-¿Qué?... por supuesto que no, tenia la curiosidad de saber el por qué asesinaste aquel hombre el día de ayer- le contesta en un tono curioso.
-Ese hombre era un criminal, no se merecía vivir en este mundo, tal ves le valla muy bien en el infierno- le contesta mirando hacía otro lado.
-Bien, interesante… ¿Y eres así por naturaleza o por instinto?- le pregunta con mucho interés.
-Por naturaleza… espera, ¿Viniste aquí para interrogarme o qué?- lo mira con misterio.
-Eh… algo así, ¿Qué te parece si vamos a comer un helado?- le dice con una gran seguridad.
-¿Por qué quieres comer un helado con una asesina?-
-Me pareces una persona interesante, quiero conocerte-
-Ah…- da un gran suspiro- está bien-
-Bien, entonces vamos- empieza a avanzar- ¿No vienes?-
-Sí- empieza a ir detrás de el.
