Pedazos de la noche I: Reina.
Lissa POV
Reina.
Esa insignificante palabra, que pensábamos que solo en el antiguo continente se usaba, era yo.
Una reina.
¿Cuándo deje de tener el control? Se suponía que yo debía mantener segura a Rose, que yo debía encontrar al asesino de Tatiana, yo.
Pero en algún momento, las cosas cambiaron, dieron un giro inesperado y yo perdí el control. Todos lo hicimos. Rose fue la que mando. Rose fue la que encontró al asesino y a una hermana que desconocía que tenía. Y llevándome a mí de paso en otro de sus locos y brillantes planes.
Nunca he sido de las que llevan el mando. Pero esta vez, Rose no podía hacer nada, ahora yo era la del alto mando. Era reina y nadie debía desobedecerme.
Era extraña esta nueva posición de mi vida. Siempre he sido protegida y ahora yo protegería a mi raza. Siempre he sido arrastrada a locos planes, pero ahora yo era la que iba a arrastrar a mi raza a locos planes (buenos, por supuesto).
Ahora tengo una familia, siempre la he tenido, pero ahora hay una nueva integrante de esta que no sabía que existía. Una hermana, una medio-hermana. Jill Mastrano.
Era imposible, loco, si alguna vez lo hubiera soñado. Pero ella esta aquí.
Rose fue la única que seria capaz de encontrarla. Y lo hizo. Gracias a ella, mi familia ha resurgido de las cenizas, con una reina con el don del espíritu.
Genial.
-Mi reina- dijo Rose, sacándome de mis ensoñaciones- los príncipes están aquí
Haciéndome una reverencia, solo burla por supuesto, ya que yo le había pedido que no lo hiciera pues somos mejores amigas, casi hermanas, salió con su aura brillando fuertemente. Claramente había estado con Dimitri. Ella tuvo su final casi feliz. Y eso era lo que importaba.
Una reina era yo.
