Disclaimer: Los personajes utilizados en este drabble pertenecen al manga Mahō Tsukai no Yome de Kore Yamazaki.

Palabras del capítulo: 494

N/A: Empecé a ver este maravilloso anime ayer y leí algunos capítulos del manga. Estoy fascinada. Me tomé unos minutos para hacer este pequeño drabble, como es muy nuevo, tanto manga como anime es lógico que no haya casi fanfics, así que, quise colaborar. Me quedo con ganas de hacer muchos más!

FlorwerGreen


De berriches y celos

by FlorwerGreen

Capítulo único

—¿Celoso?

—Estabas haciendo un berrinche.

—¿Berrinche?

Chise se tocó la barbilla y se tomó unos minutos para pensar cómo explicarle a Elías. Se acomodó entre las cálidas sábanas de la cama de su maestro y suspiró. Por alguna extraña razón no se sintió asustada en medio de su cuerpo, de cierta forma, solo por un instante, pudo sentir cómo Elías quería retenerla. Estaba celoso y solo quería tenerla allí, con él. Y eso no le molestaba. Sí, estaba mal, pero no le molestaba que alguien quisiera su compañía tanto al punto de hacer una rabieta infantil. Le parecía gracioso y podían llamarla loca, pero también le parecía tierno.

—Sigo sin entender —Volvió a decir curioso Elías mientras apoyaba su cráneo un poco más cerca de Chise, observándola con genuina curiosidad.

—Celos es… una especie de envidia. Solo que más específico, quieres que una persona esté contigo y no con alguien más —La joven maga se hundió más en la almohada y miró al techo, recordando la escena de esa tarde.

—Puedo entender el concepto, pero… nunca lo he sentido.

—Bueno um… creo que ¿lo sentiste hoy?

—Solo no quería verte con tu amiga, me sentí incómodo. Raro. Una presión extraña en el pecho —Elías abrió un poco la boca y desvió la mirada a sus manos. La verdad se había sentido realmente mal, apenas recordaba lo que había hecho y el solo pensar en su Chise amenazándolo con hacerse daño le hizo sentir peor—. No tiene mucho sentido, pero me sentí como… fuera de lugar… no sé cómo explicarlo —Movió la cabeza con frustración y volvió a apoyarla, esta vez casi sobre el hombro de la muchacha—. Sin embargo, no volveré a repetir mi inaceptable comportamiento —Prometió.

Chise sonrió enternecida. Quizás no podía ver su expresión, pero podía escuchar el color de su voz. Un tono grave, gutural, quizás a oídos de otros, atemorizante; pero para ella, era la voz de un niño, un niño confundido y curioso, apenas consciente de sus emociones.

—No me molesta que reacciones ante lo que sientas —Dijo acariciándole la cabeza—. Mientras no atentes contra mi vida —Agregó volviendo a poner una mano sobre su barbilla.

El mago pudo entender que su reacción inexplicable podía calificarla como "berrinche".

—¿Sigues enojada?

—No —Acercó su cara a la de Elías y lo tomó gentilmente de su huesuda mandíbula— . No puedo estar enojada contigo.

—¿Por qué? —Preguntó, intentando permanecer indiferente al contacto.

—Por la misma razón de tu berrinche.

Elías la miró fijamente y levantó un poco el cráneo para moverlo hacia un costado.

—No sé por qué hice ese "berrinche".

—Por eso mismo, yo tampoco sé por qué no puedo enojarme contigo.

Y sintiendo sus mejillas enrojecer, volvió a acariciarle la cabeza.

Elías por su parte solo se dedicó a mirarla, planteándose las posibilidades de estar enfermo o hechizado, si es que existía algún hechizo o alguna enfermedad que le hicieran sentir mariposas revoloteando en su estómago.


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