Hey, everybody, es un gusto presentarme el dia de hoy. Lo prometido es deuda, y aqui traigo el primer capi de Cuestión de lógica, la continuacion de Verídico, mi One-shot. Si no te has pasado por ahi, te recomiendo que lo hagas, aunque no es absolutamente necesario para entender este fic.
Sin mas bla, blá.
Disclaimer: Naruto no me pertenece, es de Masashi Kishimoto. La trama sí es mía, por lo que esta totalmente prohibido su publicacion en otra parte sin mi consentimiento.
.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.
Cuestión de lógica
Summary:
Si me atacas, te atacaré a ti. Si me hieres, haré de tu vida un infierno. Tú probablemente lo llames estupidez, yo lo llamo cuestión de lógica. Continuación de verídico.
1
.
It's hard for me to love myself right now,
I've waited, hated, blamed it all on you.
.
.
Mentí. Últimamente lo hacía con más frecuencia. Había cambiado desde que todo pasó.
Para odiar realmente a alguien, primero tuviste que haberlo amado. Ese fue justo mi caso, lo ame demasiado y fue eso lo que destruyó. La culpa no pertenece solo a él —aunque haya sido un completo cretino—, sino también a mí. Él por ser tan insensible y yo por ser tan idiota. Sí, me enamoré como una idiota, y es que lo tenía tan idealizado. Ahora me doy cuenta de que probablemente no lo amé a él, sino al chico que mi mente había construido. Ese que decía muchas cosas sin siquiera abrir la boca. Una sonrisa amarga cruzó mis labios. Había preferido llenar sus silencios con significaciones que nunca tuvieron.
La gente se apartaba de los pasillos mientras yo los cruzaba a toda velocidad. Sentía mis ojos arder, pero yo no iba a llorar, no tenía ya lagrimas para derramar, no por él, ni por nadie más.
Al salir por el portón, el aire frio me recibió y yo cerré los ojos agradecida por el efecto calmante. La sensación de la helada brisa hacia mi piel cosquillear. Unos minutos después, sentí el ligero toque en mi hombro y me giré, encontrándome con los profundos ojos azules de mi mejor amiga.
— ¿Por qué lo hiciste? —me preguntó sin rodeos. Reí internamente, Ino sería directa hasta la muerte. No había necesidad de que me aclarara a que se refería, y ella lo sabía.
Un nudo se instalo en mi estomago, como cada vez que recordaba el motivo por el que me había estado comportando así.
—Me acosté con él —los brillantes ojos azules por poco terminan en el suelo.
Oh, sí. Soy una maldita imbécil.
.
.
No se puede decir que él me sedujo o algo así, y que yo caí como una tonta. Lo que en realidad pasó distaba mucho de lo que usualmente se creería, yo estaba en un proceso de desintoxicación, no de alguna droga, de él. Había decidido por fin olvidarlo, no valía la pena pelear por lo que no tiene remedio, mi corazón finalmente había dicho basta, luego de ver como mis ilusiones se rompían, como las rompía él a la vez que dejaba hecha trizas la carta que escribí para confesar mis sentimientos. Fui tonta, ilusa, sumisa, fácilmente manipulable, y finalmente lo que me llevó al más grande error, fui ingenua. Nunca había aprendido la lección que me pudo haber ayudado esa noche: "No todo es lo que parece"
.
.
Había lucido hermosa esa ocasión, mi propósito era olvidar, olvidar mis sentimientos, olvidarlo a él. Por eso le seguí el juego a un chico que se acercó a mí, lucía tan normal, no pensé que tuviera malas intenciones y por eso no me molesté cuando me coqueteo descaradamente, en cambio, yo le sonreí todo el tiempo, y no me opuse cuando él se ofreció a traerme una bebida. En lo que el castaño demoró, me dedique a ver a la gente a mí alrededor, lo pude ver a él, con un vaso en la mano y riendo con sus amigos, nunca lo había visto reír, así que probablemente estuviese borracho. Un toque helado me hizo girar la vista, hacia mi reciente amigo, que por fin había regresado. Confiada le recibí el vaso y lo bebí rápidamente. ¿Por qué habría dudado de un muchacho sonriente?
Oh, cierto, las apariencias engañan. Ahora lo sé, pero en ese entonces era demasiado crédula, para mi todas las personas eran buenas. Que estúpida inocencia. No me percaté si no hasta el día siguiente lo que estaba mezclado con el ponche de cerezas. En ese momento, confundí la sensación con la adrenalina, el sentirme libre de mis sentimientos, libre de mi yo normal. Baile por un buen rato con aquel chico, que cada vez era más descarado, más lanzado, pero mi conciencia embotada por la euforia no reconocía su comportamiento, sus atrevimientos. No sé que pudo haber sido peor esa noche, lo que fue o lo que pudo haber sido. Pero como él hubiera no existe, el chico, en un mal movimiento, se tropezó y golpeó contra un tipo enorme que no dudó en romperle la cara e iniciar una reacción en cadena, pronto me vi arrojada de un lado a otro, y quizás por algo hecho en otra vida terminé en los brazos de él, carga karmica. Lo que viene después no lo recuerdo con exactitud, mi cuerpo había alcanzado su límite y solo hay ligeros flashazos.
Recuerdo que hacía mucho calor, que abrumada por las sensaciones me apreté ansiosa a él, y que arrastrados por aquella recién descubierta pasión terminamos en un cuarto desconocido. Lo que pasó después no difiere de lo habitual, eso fue quizás lo único normal entre nosotros, solo si ignoramos el hecho de que él iba como una cuba y yo estaba patéticamente drogada.
Cuando el sol me dio en la cara y mi cabeza se quejo dolorosamente, supe que la había cagado magistralmente. Me removí incomoda en una cama que claramente no era la mía y, luego de un minuto de preparación mental, me permití abrir los ojos. Sabía lo que había hecho, vamos, no era como si lo fuese a olvidar alguna vez, no era posible, pero igual ese conocimiento no evitó el impacto de ver su arrebatadoramente hermoso rostro tan cerca de mí.
Estaba de espaldas a la ventana por lo que la luz solar solo llegaba a sus cabellos, esos que me habían obsesionado tiempo atrás, eran tan oscuros que con la brillante luz adquirían un ligero reflejo azulado, esos que contrastaban contra la pálida piel de su absurdo rostro, que mostraba una pacifica expresión es su profunda inconsciencia.
Supe que no debía esperar nada de él, que solo había sido la calentura de una noche. Pero cuando abrió los ojos y me miró, supe que había sido menos que eso, aun más insignificante para él.
Al principio no dijo nada, se levantó con su usual elegancia y empezó a recoger su ropa, indiferente a mi desnudez o a la suya propia. Cuando por fin estuvo vestido, se giró hacia mí y lanzó una mirada gélida que empezó a llenar de una sensación helada mi corazón.
—Esto fue un error —dictaminó, y al ver que yo abría la boca, decidió interrumpir —. No digas nada, de nada servirá que lo hagas, ¿Qué esperabas de mí? —fue una pregunta retorica, y después de un segundo continuó matándome —. No habrá promesas de un amor que no existe, ni una relación estúpida, porque sencillamente, esto no significó nada.
No esperó a que hablara, aunque tampoco lo iba a hacer, y se marchó, dando un portazo tan fuerte que di un respingo. Lo había hecho, por fin, había matado a mi corazón.
Y lloré, lloré muchísimo por él, por mi garrafal estupidez. En un intento por recobrar la dignidad que creía tener, terminé por perder la poca que me quedaba. Con manos temblorosas recogí mi ropas, me vestí apresurada y hui lo más rápido que pude. Sin mirar atrás ni a nadie hasta que estuve a salvo en la seguridad de mi hogar. Como era usual no había nadie para reprocharme nada, por lo que sin más prisas me encerré en mi habitación. Solo allí pude descargarme del todo, lloré y grite tanto que mi garganta se resintió, no pensé en comida, ni en nadie, no hubo mente para el teléfono que no había dejado de sonar, ni para el incesante golpeteo en la puerta de la entrada a la casa. No hubo nadie, solo un cuerpo sin mente, y los restos de lo que antes fue un corazón.
.
.
Es para mí díficil amarme ahora mismo.
He esperado, odiado, culpado de todo a ti.
Bueno, esto fue muy dramatico, lo sé.
Pero si nos ponemos en su lugar ¿que harian?
Continuaré tan pronto pueda, ahora mismo estoy sin voz, por lo probablemente necesite descargar presión y me ponga rapido a trabajar en el proximo capitulo.
Espero les haya gustado y comenten.
Kisses,
Aiko Amitié
