Hola a todos, ya que no me falta mucho para terminar con mi otro fic "Fantasma del pasado" quise publicar de una vez este nuevo fic, y este es el otro en el que también terminaran en tragedia y que también no tendrán muchos capítulos, tal vez unos cinco o seis capítulos pero el punto es en que este fic será corto, bueno no los distraigo mas y espero que lo disfruten.


Los misterios del mar

En lo más alejado de la ciudad o cualquier cosa moderna, había una isla al suroeste de Japón que es rica en bosque y agua dulce. El agua es muy limpia y cristalina y podías beberla sin preocuparte de que esté contaminada o tenga algún rastro de basura. Y el bosque de esa isla, habitan muchos ejemplares de animales y plantas que no se encontraban con tanta facilidad en las grandes ciudades, y sin olvidar que el bosque era muy extenso, casi tanto como la misma isla, a excepción de las amplias playas que tiene.

En las playas que tenía, se podía ver y apreciar que la arena estaba muy blanca y completamente libre de basura, pero también era completamente libre de algún tipo de existencia en ellas.

Puede que las playas que posee sean muy hermosas ya que están libres de algún tipo de contaminación y también que en el atardecer las arenas de las playas parecieran que brillaran por los rayos del sol ocultándose en el horizonte, pero esas playas como la isla completa, era carente de cualquier tipo de vida humana. A excepción de los animales, esa isla estaba completamente desierta.

O eso parecía.

Si algo o alguien se encontrara con esa isla y se acercara un poco a una zona específica en la playa de esa isla, notarían que en esa isla desierta, no estaba tan desierta como uno creería. En esa isla, se encontraba una casa de madera, de un piso y afuera de la casa, estaba una pequeña mesa redonda y unas sillas.

Muchos que encontraran esa casa se preguntarían algo como ¿Quién querría vivir en un lugar como ese? ¿Quién en su sano juicio querría vivir en un lugar lejos de la sociedad o la tecnología? O ¿Quién querría vivir donde no hay ni un rastro de gente en kilómetros? Toda persona que solo gusta de cosas electrónicas y no pueda estar mucho tiempo sin ellas o estar en un ambiente tranquilo, se preguntaría eso al ver ese paisaje desértico.

Pero para la gente que le gusta la paz y tranquilidad o estar lejos de la sociedad y sus avances tecnológicos que han llegado a dañar y corromper a muchos individuos, una isla como esa o un lugar semejante, sería uno de esos lugares en que uno puede estar tranquilo y dejar que sus problemas se los lleve el mar.

Cerca de donde estaba esa casa, a la orilla del mar, se encontraba un pequeño muelle, y en ese muelle se encontraba un joven de aproximadamente 19 años, con cabellos dorados y ojos azul celeste ligeramente oscuros, tez blanca y un cuerpo musculoso pero no demasiado, y que únicamente llevaba puesto unos pantalones ligeramente holgados y una camisa blanca.

Se podía notar que se encontraba amarrando una lancha en uno de los pequeños poster de madera del muelle. Cuando había terminado en amarrar bien la lancha al poster, se quitó unas gotas de sudor que tenía en la frente con el dorso de su mano mientras dejaba salir un pequeño suspiro de cansancio y miraba hacia el horizonte y observo como el cielo azul empezaba lentamente a cambiaba de color por ser la hora del atardecer.

Ese chico era conocido como Len Kagamine, y él era uno de los hijos de Leon Kagamine que anteriormente era dueño de una de las empresas más importantes de aparatos electrónicos de todo Japón, el dueño actual es uno de sus hermanos menores. Muchos no creerían que ese chico era el hijo mayor de uno de los empresarios más importantes de Japón, era algo difícil de creer a simple vista.

Al darle una mirada, a primera vista el parece una persona humilde que se gana la vida trabajando honestamente y con mucho esfuerzo. Era un chiste al pensar que alguien como él era uno de los hijos de alguien tan rico y poderoso como lo es Leon Kagamine, muchos se imaginarían que sería alguien rodeado de lujos y que con solo extender la mano o decir lo que él quería obtener, de un momento a otro, ya lo tenía en la palma de su mano.

Él podría tener cosas que muchos querrían tener y que no podrían conseguir tan fácil por ser de clase baja y no poder costear ninguna de esas cosas que son muy costosas.

Len sintió que una suave brisa rosaba su cara y pudo percibir el aroma del agua salada con su nariz. El miraba tranquilamente el océano antes de dar media vuelta y guardar las llaves de su lancha y empezaba a alejarse de la lancha que se encontraba con el motor apagado y fuertemente amarrada al pequeño poster de madera del muelle para evitar que las olas del mar se lo lleve.

Cuando sus pies descalzos tocaron la suave arena de la playa se dirigió a la casa de madera que no se encontraba muy lejos de donde estaba. Pero antes de que pudiese acercarse más a la casa, dio la vuelta y miro hacia el océano, y al ver la orilla del mar, noto que algo brillaba. Él se acercó al origen de ese pequeño resplandor y en cuanto se había acercado más, pudo notar que estaba enterrado en la arena.

Se estremeció un poco sentir lo fría que se encontraba el agua del océano cuando toco sus pies descalzos. Cuando se agacho y escarbo un poco en la arena, noto que era algo muy pequeño y utilizo el agua salada para poder limpiarle la arena el objeto que se encontraba en su mano, y en cuanto le quito la arena que tenía, descubrió que era un anillo de oro y por encima de ese anillo, estaba otro anillo que era de platino, pero era muy delgado que no se salía de su lugar y casi cubría el oro que estaba por debajo de él.

Len miro con asombro el anillo que estaba sosteniendo con su mano, para después poner una cara melancólica y cerrar la mano con el anillo en él, antes de reanudar su camino a la casa que estaba esperando por él. Pudo notar algunas conchas que estaban un poco enterradas en la arena mientras se dirigía sin prisa a su casa. Cuando el subió los pocos escalones que tenía su hogar y abrió la puerta con las llaves que tenía en sus bolsillos, al estar en umbral de su morada, miro una vez más el cielo.

Cuando fijo su mirada hacia el cielo, noto que la noche no tardaba en llegar. Y antes de entrar a la casa, miro el mar, y a lo lejos pudo ver unos delfines que saltaban sin parar en el agua. Sonrió un poco ante ese espectáculo, a pesar de verlo cada amanecer o atardecer nunca se cansaba de verlo, le gustaba ver como el cielo tenía varios colores en cada amanecer y atardecer junto con las tranquilas olas que había, era lo que más le gustaba, pero también lo que más odiaba, con una última mirada al mar, el entro a su hogar.

Cuando entro a su casa y cerró la puerta detrás de él con cerrojo, dejo salir un suspiro cansado. Cuando dio la vuelta vio una mesa con tres sillas, un refrigerador, una estufa, un fregadero, un baño, dos recamaras, una televisión en la sala y unas fotografías colgando de las paredes. Nada fuera de lo normal.

Cuando el paso por la mesa, el vio un plátano sobre un plato. Sonrió un poco al verlo y supo de inmediato quien fue el que puso su fruta favorita para que el la encontrara, y al notar que la casa estaba en silencio supuso que estaba dormida. El agarro su plátano y antes de que empezará a pelarlo, vio las fotografías que estaban colgadas en la pared, y una de ellas, llamo toda su atención.

El toco con su dedo índice, el rostro de la persona que estaba en la fotografía. Él se alejó de la foto y se fue a su habitación cuando sintió que sus ojos comenzaron a humedecerse. Cuando entro a su habitación (que solo consistía en una cama, un bote de basura y una ventana) se sentó en su cama mientras empezaba a pelar su plátano y comenzara a comérselo. Cuando termino con su fruta, tiro la cascara en un bote de basura que estaba a un lado de él.

Él se acostó en su cama y miro al techo de madera que lo protegía del exterior. Miro el anillo que aun sostenía con su mano. Pudo recordar que el anillo que tenía, le perteneció a alguien que apreciaba mucho, y que esa persona se fue para nunca más volver… lo sabía perfectamente.

Sin que se diera cuenta una lagrima escapo de sus ojos al recordar su pasado.

– ¿Por qué? – dijo a la nada – ¿Por qué me quede observando en lugar de ayudarte? – dijo mientras miraba el anillo que era idéntico al que tenía puesto en su dedo anular – soy tan culpable como esas malditas perras que me apartaron de ti – sintió que sus ojos empezaban a humedecerse otra vez – si tan solo hubiese actuado en ese momento y no haberme quedado inmóvil como un siervo asustado… tal vez… aun estarías aquí

Len ya no pudo aguantar más, y dejo salir las lágrimas que estuvo conteniendo mientras apretaba con fuerza el anillo y trataba de contener los gritos de agonía que amenazaban con salir de su boca para no despertar a la persona que dormía aun lado de su habitación. Miro hacia la ventana y observo que el cielo estaba más oscuro que antes. Se secó las lágrimas se dispuso a dormir mientras se aferraba al anillo en su mano.


Lo se, se que es corto a diferencia de los otros capítulos de mis historias que he hecho, pero este es apenas el comienzo y tratare de que mis capítulos sean un poco mas largos, y se que algunos se preguntaran el porque Len vive en una isla y quien es la persona que duerme en la habitación que esta cerca de la suya, tendrán que esperar mas adelante para descubrirlo.

pero algo es seguro este fic es clasificación M por una razón, y tengo planeado hacer unos one-shots, por si les interesara leerlos, obviamente cuando estén listos.

En fin, espero que les haya gustado el primer capitulo de esta historia, y no olviden dejar reviews.